Soros no está dispuesto a perder Armenia como pieza del Nuevo Orden Mundial.
(Daniel Ponce) –
Ayer, 1 de marzo de 2021, unas 15.000 personas salieron a las calles de Yereván, capital de Armenia para pedir la dimisión, y su paso por la justicia como ha sucedido con Nicolas Sarkozy, del Primer Ministro Nikol Pashinyan.
Diputado desde 2012 (siendo periodista y director de un periódico liberal) llega a Primer Ministro de Armenia aupado del Partido Liberal Armenio, Pacto Social, respaldado por organizaciones globalistas y antirrusas como Amnistía Internacional, la misma organización que apoya al opositor ruso Navalni o a Hasel en España.
Tras tomar el control de Georgia en el 2008, de Ucrania en el 2013 y de Armenia en el 2018 (observe el lector que son planes quinquenales) la organización de George Soros, Open Society Foundation y su cara más visible Amnistía Internacional, no pueden dejar caer Armenia de sus planes globalistas y de manera especial contra Rusia, uno de los bastiones frente al NOM junto a Polonia, Hungría y Chequia.
Los manifestantes no son agentes subversivos globalistas sino patriotas armenios que han considerado demasiado la venta del Nagorno Karabaj a los turco-azeríes y a los intereses de las gasísticas británicas y francesas.
Los armenios están luchando por su tierra como quizás nos toque a nosotros con Ceuta y Melilla o con Canarias.