Pequeñas misiones carlistas respecto al Islam y su difusión en España
( Tomás José Díaz de Villegas Aranaz-Maldonado) – Hay que partir de la base de que el islam y la doctrina que promueve son errores, fallos, mentiras con respecto a lo que nos enseña Jesucristo Dios. Jesucristo no enseña a apedrear a la adúltera, ni a cortar las manos al ladrón, ni a dar latigazos a las mujeres, ni a lapidar al homosexual. El Corán si lo enseña. Es cierto que hay musulmanes que aplican más o menos el Corán, pero lo que dice el Corán, es palabra de su falso profeta. Nosotros como cristianos no predicamos la tolerancia, Cristo no predicaba la tolerancia, Cristo predicaba: la conversión.
Ahora bien: los musulmanes son difíciles de convertir. Preguntémosle a la vida de San Carlos de Foucault, que no convirtió a ni uno. El algo difícil. Antes había edificios enteros, por ejemplo el Monasterio de Priego, en Cuenca, dedicados a instruir a monjes que querían dedicarse a ir a evangelizar a musulmanes, sabían que iban a morir. Esta idea de evangelización de ir allí si quieres hacer solidaridad es diferente de la idea de traerlos aquí para hacer solidaridad. Seguro que la mayoría de los españoles estaría de acuerdo con que sus impuestos, antes que ir al ministerio de igualdad, preferirían que fueran a ayudar a niños en desnutrición de África, donde están con sus padres. Ningún problema en mandarles ayuda médica, educativa, alimentaria. Absolutamente ninguno. Si bien, traer aquí a todos esos hombres, por cientos de miles y darles una subvención y seguirles enseñando el Corán aquí, es anticristiano porque no se van a adaptar en bloque todos ellos, que forman sus guetos, a la forma que tenemos de entender nosotros la vestimenta, la condenación del adulterio y la adoración de Dios. Ellos no adoran a Dios, Adoran, idolatran a otra cosa.
Partiendo de la base anterior. ¿Qué podríamos hacer nosotros? Hay gente con bastante destreza en sacar de sus bloques de edificios a musulmanes violentos que hacen que la gente tenga miedo. De momento no voy a explicitar esto. Si bien voy a intentar proponer medidas genéricas que podríamos llevar todos a cabo. Del nivel más básico al más elevado.
- Mandar cartas a obispos, detallando motivos
- Mandar cartas a sacerdotes.
- Ir a hablar con sacerdotes y mostrarles la realidad de lo que pasa.
- Comentar este tema con nuestros vecinos del barrio.
La finalidad de estas cartas es frenar a los que están promoviendo más la acogida sin tapujos, a puertas abiertas, en contra del sentido común. Cuando cada sacerdote tenga 20 opiniones de feligreses distintos frenándoles, a lo mejor para el carro un poco. Como somos menos de los necesarios los que tenemos certeza del problema, si cada vez que vamos a una iglesia distinta o vemos a un sacerdote, le sacamos el problema, y le damos los motivos para frenar esta entrada masiva, mejor que mejor.
- Si conocemos o tenemos al alcance gente influyente, alcaldes, prensa, etc. Pues mejor que mejor.
Alguno me dirá porque me centro tanto en este problema… y no más en el del aborto. El aborto para mi es una preocupación diaria, asesinan bebés. El islam, es una medida en arranque de violencia contra todos, bebés, niños, mujeres, ancianos, sacerdotes, etc. No se porque Dios me ha puesto tanta preocupación con este problema, pero la tengo.
Para lo anterior hay que tener elaborados discursos cortos. Lo mejor en mi opinión… es recurrir a un par de ideas, que pueden hacer frente a cualquier argumento. Porque la mayoría de las veces te van a salir con la tónica de… que hay musulmanes buenos.
Cuando te dicen: hay musulmanes buenos.
- Responde: puede que exista alguno. Pero cuando son 100.000 más ya te exigen otro tipo de vida no tan buena.
Cuando te dicen: adoran al mismo Dios.
- Responde: no es Dios lo suyo, ni es el mismo.
Cuando te dicen: hay que respetar su conciencia.
- Responde: Hay que convertir su conciencia, a la conciencia objetiva, la del Dios verdadero.
Cuando te dicen: ellos rezan mejor que nosotros.
- Responde: Hay que ver si le rezan a Dios o a satanás.
Cuando te dicen: ellos durarán más que nosotros, saben darle mejor trato a la familia.
- Responde: la familia verdadera es la católica, despreciar a una mujer si no puede dar hijos no es correcto. Ni la pedofilia, ni la poligamia.
Cuando te dicen: estoy pensando convertirme al islam.
- Responde: sería una gran equivocación. Mahoma no hizo milagros, Cristo si.
Cuando te dicen: necesitamos mano de obra para pagar las pensiones.
- Responde: muchísimos no cotizan a la seguridad social. Posiblemente la mayoría de ellos.
Cuando te responden: necesitamos mano de obra.
- Responde: más trabajar en políticas de conversión al catolicismo, que aboguen por la natalidad, y en contra de medidas aconfesionales, que traer musulmanes.
Cuando te dicen: hay que ser solidarios, como Cristo.
- Responde: la diferencia de ayudarles allí, y ayudarles aquí, es que si les ayudas en su lugar de origen también ayudas aquí al resto de la sociedad y no sólo a ellos. A las mujeres, a los niños, a los futuros sacerdotes que pudieran asesinar, a todos les ayudas, no sólo al “refugiado” (invasor).
Hay gente que pudiendo hablar no habla. Se dice a si mismo: no puedo solucionarlo yo todo. Haz una acción diaria. Y así no colapsas. Una conversación con un sacerdote al día, etc.
Hay gente cobarde por ahí, la que calla demasiado. Pero hay gente peor que cobarde, la que no sólo calla, sino que encima fomenta el mal. A esa gente hay que intentar frenarla.
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San Juan Bautista, ayúdanos.