(Ahorainformacion.es) – En los últimos días, como les hemos venido contando, se ha producido en todo el mundo una campaña manipulada por intereses de los políticos globalistas que han utilizado como excusa un caso de brutalidad policial para incendiar las calles y tratar de debilitar al presidente Trump. En España, colonizada desde hace mucho tiempo por la cultura y los poderes estadounidenses también se han producido algunas manifestaciones llamativas como la que ayer reunió a varios cientos de personas delante de la embajada norteamericana en Madrid. No deja de ser llamativo que la muerte de un ciudadano de Mineapolis haya sido aparentemente más llorada y provoque más protestas en España que la de 48.000 españoles. En esto consiste el poder que tiene la industria audiovisual estadounidense.
Por otra parte exageran quienes, por miedo los innegables avances revolucionarios, ven en Trump poco menos que el salvador de la Fe y la moral. Es cierto que el presidente Trump es un verso suelto, incómodo para los poderes masónicos globalistas, que se está enfrentando con valentía a las corrientes progres conocidas como “estado profundo“. Pero no deja de ser un nacionalista liberal conservador. Un defensor por tanto, del sistema político y cultural que nos ha traído hasta aquí. Es posible que Trump no sea en este momento nuestro adversario, pero los católicos deberían profundizar en las raíces de nuestra propia cultura cristiana en vez de limitarse a ser comparsa de la parte derechista del conflicto. Y los hispanistas muy especialmente, haríamos bien en aprovechar el momento para fortalecer los movimientos de reunificación hispana allí donde surjan.