Un topo del Estado Islámico en los servicios secretos alemanes
Un topo en los servicios secretos alemanes
La Oficina Federal para la Protección de la Constitución de alemania (BfV) son los servicios secretos alemanes. La pasada semana se tuvo conocimiento de que había sido descubierto en sus filas un infiltrado islamista que quería pasar información al Estado Islámico (ISIS). Su nombre es Roque M. y es de origen hispano-alemán. Padre de familia, casado y con cuatro hijos, se había convertido al Islam hace ya 2 años sin que la familia tuviera ningún conocimiento de ello.

El espía quería atentar en Alemania e incluso hacerlo contra la sede de los servicios secretos del país, situada en Colonia, donde había sido contratado en abril de este mismo año. El semanario Der Spiegel reveló de hecho que había sido contratado precisamente para vigilar a los círculos islamistas salafistas. Lo sorprendente es que era un hombre presumiblemente desequilibrado que no hizo saltar las alarmas de los encargados de seleccionarle para el puesto, ni durante su entrenamiento. Según medios alemanes como el Bild el sujeto en cuestión fue banquero durante 20 años y posteriormente actor de pornografía homosexual. No saber detectar una doble vida no conocida por su propia familia es algo que debería preocupar a los ciudadanos alemanes por la ineficacia de los servicios de seguridad del país.
La Europol advierte de más atentados en Europa
Hoy ha advertido la Europol que decenas de miembros del grupo islamista están en el continente y que posiblemente llegarán más por las derrotas militares que está sufriendo en Siria e Irak el Estado Islámico. Se llevarán a cabo más ataques en nuestra zona, tal y como advirtió la agencia de seguridad intercomunitaria. Las formas de ataque elegidas podrían ser tiroteos contra la población, suicidios con bomba o ataques de precisión contra objetivos sensibles llevados a cabo por solitarios adoctrinados por el movimiento. También podrían aflorar los secuestros, los coches-bomba y otras tácticas que hasta ahora se han limitado a los territorios en conflicto que ahora están siendo recuperados por Rusia y la coalición occidental. El Estado Islámico probablemente se infiltrará, según la Europol, entre las comunidades de refugiados sirios en Europa en un esfuerzo por alimentar la hostilidad hacia los inmigrantes que ha sacudido a muchos países en la UE.
Ángela Rodicio, periodista de TVE experta en islamismo ha declarado para Malaga Hoy que:
“No puedes bombardear los cerebros lavados de esta gente. Muchos plantean que cuando caigan Mosul y Raqa se va a acabar el problema. Y no es así. Se va a agravar. Es como si tuvieras una colmena y la bombardeas. Las abejas se van a esparcir. Lo que dicen los expertos es que va a haber muchos más ataques indiscriminados. Un alto mando afirma que hay 65.000 jóvenes en Europa occidental sospechosos o proclives a convertirse en células dormidas y dispuestos a atacar con armas nunca usadas. Es incontrolable, a no ser que conviertas el Estado de Derecho en policial”
Irresponsabilidad de los gobiernos e indefensión moral de los ciudadanos

Con todo este panorama de la lucha antiyihadista, hay varias preocupaciones latentes:
- La incompetencia de los servicios secretos ante una amenaza creciente de una ideología pseudorreligiosa cuya presencia radical es muy fuerte en toda Europa y con fuerza para provocar atentados terroristas.
- Que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (aunque compuesta por gobiernos tiránicos) no garantice junto con Rusia la seguridad del territorio con algo más que ataques aéreos y acciones clandestinas.
- Que no se impida la entrada de refugiados en la zona por medio de un control estricto de fronteras y del envío masivo de ayuda humanitaria eficaz que permita consolidar la paz en el Irak y Siria. No todos los musulmanes son terroristas ni todos los habitantes de Oriente Medio son musulmanes. Sin embargo no se puede ignorar que históricamente el Islam ha sido proclive a toda clase de radicalismos.
Sin embargo, por encima de estas preocupaciones, está la falta de convicciones propias en Occidente. Unas naciones, una cultura, una forma de vida sin asidero ideológico, emocional o espiritual… que es capaz de albergar jóvenes que se entregan a la radicalidad del mundo salafista para atacar precisamente sus propias comunidades: esta es la nueva arma del Estado Islámico. Un continente entero que ha perdido sus creencias y el compromiso con su comunidad es muy vulnerable en un guerra, pues la movilización para la defensa del país se sustituye por un relativismo egoísta e insolidario. Posiblemente esto sea consecuencia de un “estado de bienestar”, insostenible económicamente; y de la socialdemocracia y del liberalismo, que han impedido desarrollar una moral pública conforme a los mandatos de la ley natural y las tradiciones de los pueblos cristianos. Hay que replantearse Europa.