Una nueva esperanza
(Por José Font) –
Con la publicación de la entrevista al nuevo presidente de la Comunión Tradicionalista Carlista en el diario El Mundo, miles de españoles se asomaron al periódico en papel, a la edición digital y a las redes sociales para leer el reportaje, movidos por la curiosidad que suscitaba la figura de Telmo Aldaz de la Quadra-Salcedo, descubriendo así, que unos principios del siglo XIX tenían vigencia, viabilidad y defensa.
Algunos sostenían que el recién nombrado líder principal del carlismo político, parecía un personaje salido de un cómic. No iban mal encaminados, pues Telmo es un héroe al que pueden tomar como referencia muchos jóvenes carentes de caballeros reales, en esta sociedad decadente y sin rumbo. Este navarro de estirpe aventurera y noble linaje, va a erigirse sin duda, en adalid de la Tradición y las huestes del carlismo van a crecer de forma inminente, durante este despertar tradicionalista en pleno siglo XXI.
El doble camino que va a trazar Telmo, nos produce vértigo a los demás. Unir al carlismo y seducir o contagiar a los demás españoles de nuestra alma carlista, puede parecernos una obra titánica propia de los grandes protagonistas de las obras de la Antigua Grecia, por ello Dios, que todo lo sabe y todo lo puede, nos envía a hombres capaces de cualquier gesta en momentos de oscuridad, de mediocridad y de buenismo globalista para guiarnos. Esta es la gran oportunidad.
El carlismo es una forma de vida, una concepción del mundo y de la historia que merece llegar a todos y ser conocida por todos, porque la Tradición es la única manera de devolver a España la ilusión y el orgullo. Con Telmo Aldaz de la Quadra-Salcedo, es posible, como factible es ya, gracias a la trayectoria de nuestro presidente, el lazo con Hispanoamérica -nuestra vocación universal- que tiene en esta nueva etapa de la Comunión Tradicionalista Carlista, un nudo más seguro y más fuerte. Este es el camino.