TRANSFORMAR CUERPO Y MENTE … ¿TE CONVIERTEN EN GATO? Ideología de género.
Dennis Avner, conocido como Catman el «hombre gato» (aunque él adoptó el nombre de Stalking Cat «gato acechante»), falleció a los 54 años en Las Vegas, el 5 de noviembre de 2012, por causas no aclaradas, ni divulgadas, aunque se presupone suicidio.
Avner realizó considerables cambios en su apariencia física hasta convertirse en uno de los «transformistas» más famosos por las modificaciones extremas a las que se sometió desde los 23 años, con numerosos implantes y operaciones para parecer un tigre.
Entre las modificaciones a las que sometió a su cuerpo estaban tatuajes faciales y corporales, piercings, implantes faciales subdérmicos, implantes dentales, silicona en varias zonas y al parecer hasta hormonas. Con ello quería asemejarse a un felino.
Tenía el récord mundial en transformaciones corporales, en su mayoría, realizadas por Steve Haworth y por Shannon Larratt, fundador y editor de la revista Body Modification e-Zine (BME).
Según el profesor doctor Kevin Gournay, miembro de la Sociedad Británica de Psicología, prof. emérito del Instituto de Psiquiatría del Kings College de Londres, miembro Honorario del Real Colegio de Psiquiatras y Académico de Ciencias Médicas, Avner podría haber padecido de trastorno dismórfico corporal (TDC).
No podemos dejar de cuestionarnos qué es lo que diferencia las «transformaciones» de Avner, del «hombre lagarto» (también muerto en extrañas circunstancias en Australia) o del «hombre leopardo», de otras cuyo recibimiento se ha convertido en «imposición ideológica por imperativo legal», quebrantando todo principio de conciencia a modo de férrea censura al pensamiento, porque la Naturaleza es lo que es:
«¿Están los vientos a servicio del Rey? Y la mar ¿está al servicio del Rey? Pues vana es la pretensión de que sean así declarados a su servicio por la ley de los hombres, ya que la ley natural no les debe obediencia».
Y violentarla en arbitrio de la voluntad comporta insensatas secuelas.
Si cupiese duda alguna, confróntese el reciente descubrimiento de la Naturaleza denominado ADN, al que no se le oculta simplemente con la sola simulación.