Sobre el “trabajo” de los diputados
Se está aireando últimamente un informe que pone al descubierto las ausencias de los diputados en el Congreso y que establece un escalafón para diferenciar a los diputados “vagos” de los “trabajadores”. Algunos medios están poniendo el grito en el cielo porque dicen que los diputados que dejan de acudir cometen fraude a los electores y no cumplen con su “trabajo”. Sin embargo, tal como están las cosas en las cámaras legislativas me pregunto: ¿y no sería mejor que no trabajaran tanto?
Por otra parte es una perversión que llamemos trabajo a lo que debería ser el servicio y el honor de ser representante de la gente en las Cortes. A los diputados del sistema partitocrático, igual que a los obreros de las cadenas de montaje, les gusta que les cataloguen por su productividad. Tantos tornillos… tantas leyes…. Al fin y al cabo los parlamentarios son eso, no representantes sino simples trabajadores en el sentido de que son empleados, asalariados de lujo, de los comités de los partidos que lo único que les exigen es disciplina de voto y no revolver.
Si hubiera un carlista en el Congreso sería señalado probablemente como el más “vago” de todos. Pero yo creo que sería el más útil.