Reflexiones en torno al Día europeo de las Víctimas del terrorismo (2): “LA AMBIGÜEDAD DE LAS CONDENAS ”
“Reflexiones en torno al Día europeo de las Víctimas del terrorismo”
Javier Barraycoa
Conferencia dictada el 11 de marzo de 2019 en Barcelona, durante el acto organizado por Convivencia Cívica Catalana en la Ciudad Condal
PARTE 1 – INTRODUCCIÓN: “LA BANALIDAD DEL MAL”
PARTE 2 – “LA AMBIGÜEDAD DE LAS CONDENAS ”
La banalidad del mal del terrorismo, al no poder ser defendida explícitamente, se esconde bajo los recovecos de un lenguaje ambiguo, indescifrable muchas veces, críptico por no decir hipócrita. Los ejemplos, desgraciadamente son demasiados. En el caso concreto de España y más en específicamente respecto al terrorismo etarra, todos hemos sido testigos doloridos de las resistencias del mundo abertzale para condenar el terrorismo o el retorcimiento del lenguaje para justificarlo. En la Instrucción Pastoral de la Conferencia episcopal, de noviembre de 2002, y titulada “Valoración moral del terrorismo en España, de sus causas y de sus consecuencias“, se lee: “A pesar de las reiteradas condenas que la inmensa mayoría de personas y grupos sociales hacen de la violencia terrorista, a veces se observan ambigüedades que ocultan el coherente enjuiciamiento moral de la asociación terrorista” (pto. 3). Los ejemplos que ilustran esta afirmación son trágicamente demasiados. Pero analicemos algunos ejemplos.
En las teóricas jornadas del dudoso final de ETA, la banda terrorista emitía en abril de 2018 un comunicado que reproducimos a pie de página[1], y del que entresacamos unas muestras de ese lenguaje: “ETA, organización socialista revolucionaria vasca de liberación nacional, quiere reconocer mediante esta declaración el daño que ha causado en el transcurso de su trayectoria armada, así como mostrar su compromiso con la superación definitiva de las consecuencias del conflicto y con la no repetición … En estas décadas se ha padecido mucho en nuestro pueblo: muertos, heridos, torturados, secuestrados o personas que se han visto obligadas a huir al extranjero. Un sufrimiento desmedido. ETA reconoce la responsabilidad directa que ha adquirido en ese dolor, y desea manifestar que nada de todo ello debió producirse jamás o que no debió prolongarse tanto en el tiempo, pues hace ya mucho que este conflicto político e histórico debía contar con una solución democrática justa. De hecho, el sufrimiento imperaba antes de que naciera ETA, y ha continuado después de que ETA haya abandonado la lucha armada … Queremos mostrar respeto a los muertos, los heridos y las víctimas que han causado las acciones de ETA, en la medida que han resultado damnificados por el conflicto. Lo sentimos de veras … Entendemos que muchos consideren y expresen que nuestra actuación ha sido inaceptable e injusta, y lo respetamos, pues a nadie se le puede forzar a decir lo que no piensa o siente. Para otros muchos también han sido totalmente injustas, pese a utilizar el disfraz de la ley, las acciones de las fuerzas del Estado y de las fuerzas autonomistas que han actuado conjuntamente, y tampoco esos ciudadanos y ciudadanas merecen ser humillados …”.
para ETA, hay dos tipos de víctimas que ella misma ha provocado: los responsables o representantes del “mal estructural del Estado“
Este texto es suficientemente elocuente como para descifrar algunas claves del concepto de terrorismo usado por los propios terroristas y los presupuestos filosóficos que implican. Por resumir y ser breves: 1) ETA deja asentada su identidad en cuanto que “organización socialista revolucionaria vasca de liberación nacional” (ello tendrá importancia en el transcurso de esta exposición); el dolor el sufrimiento y la injusticia, se reparte por igual en ambos lados del mal denominado “conflicto”; el dolor y sufrimiento de las víctimas de ETA es accidental (“pasaban por ahí”) y fruto del azar. Por el contrario el mundo abertzale ha sufrido un terrorismo intencionado y estructural por parte del Estado; por último: para ETA, hay dos tipos de víctimas que ella misma ha provocado: los responsables o representantes del “mal estructural del Estado“(militares, policías, políticos,…) y las víctimas fruto del azar de las que moralmente no puede responsabilizarse. Unas se justifican y otras se lamentan.
Poco después de este comunicado, la organización terrorista ETA, emitía otro escenificando su “disolución”. Veía la luz el 16 de abril de 2018. Entresacamos nuevamentes algunas frases imbuidas de connotaciones perversas, pero que nos señalan el itinerario de reflexión. Igualmente, a pie de página exponemos el comunicado completo[2]:
“ … ETA ha disuelto completamente todas sus estructuras y ha dado por terminada su iniciativa política. De este modo, como consecuencia del cambio estratégico de toda la izquierda abertzale, ETA ha llevado a término el proceso iniciado en 2010 … Así, cumplió los compromisos tomados hasta entonces y adquirió nuevos compromisos. En su acción más significativa, ETA le dio al pueblo sus armas y dejó en manos de la sociedad civil la responsabilidad de su desarme. El pueblo es también el receptor fundamental de esta última decisión: Porque ETA se formó del pueblo y al pueblo vuelve. Porque se fundamenta en la confianza en la fuerza del pueblo. Y, sobre todo, porque quiere hacer una aportación en el camino hacia la consecución de la paz y la libertad en Euskal Herria … A lo largo de los años, se han hecho numerosos esfuerzos para encauzar por vías racionales el conflicto político … No hemos sido capaces de llegar a acuerdos, ni entre ETA y el gobierno, ni entre los agentes vascos. Es una responsabilidad compartida y ETA asume la parte que le corresponde … Años de confrontación han dejado heridas profundas y hay que darles la cura adecuada”.
Este lenguaje y discursos no son accidentales sino que corresponden a una ontología o cosmovisión revolucionaria con la que es totalmente coherente.
Nuevamente este texto de ETA nos deja una pistas: 1) El abandono de la violencia es estratégico; 2) queda justificada la violencia, así como su retirada, bajo la teoría contractualista de Rousseau, esto es de la voluntad del pueblo y 3) todas los agentes de la violencia, los ejecutores y los que la sufrieron, son identificados en el mismo plano moral.
Este lenguaje y discursos no son accidentales sino que corresponden a una ontología o cosmovisión revolucionaria con la que es totalmente coherente. Se cumple perfectamente lo que denunciaba el anteriormente citado documento de la Conferencia episcopal: “El terrorismo no niega que sus actividades sean violentas y que están cargadas de consecuencias lamentables, pero las justifica como necesarias en virtud de la supuesta grandeza del fin perseguido. Es una explicación ideológica de la violencia criminal en el peor sentido de la palabra “ideológica”, es decir, encubridora de algo injustificable” (pto. 9)
Los que -posiblemente de forma inconscientemente- han aceptado esta ontología de la violencia, aún cuando aparentemente quieren condenar la violencia etarra, no pueden menos que someterse a su discurso de justificación. Un ejemplo, entre miles, es el del Lehendakari Urkullu, cuando el 10 de marzo de 2018 en un acto en colaboración con asociaciones de víctimas del terrorismo, cuyo lema era “Fue injusto. Gizartea eta biktimak, elkarrekin oraina eta etorkizuna eraikiz” (“Sociedad y víctimas, construyendo juntas el presente y el futuro”)[3], afirmaba que “el sufrimiento padecido por las víctimas del terrorismo fue injusto” y abogando por que víctimas y sociedad caminasen juntas y unidas en la construcción de la convivencia”. Entre las víctimas se encontraban 50, fruto de las acciones de ETA, el GAL y el Batallón Vasco Español.
el uso performativo del lenguaje por parte del mundo abertzale ha contagiado incluso a los antinacionalistas,
El lehendakari hizo uso de un lenguaje que ya ha capturado a muchos de los que incluso dicen estar contra la violencia: “Afirmamos -decía aquel día- que fue injusto y que ahora caminaremos juntos. No hay dos partes, las víctimas por un lado y la sociedad por otro … Lograrlo es demostrar que, a pesar de todo, la voluntad de convivir democrática y pacíficamente es más fuerte que la violencia y el terror … No sabemos si alguna vez ETA y el resto de organizaciones terroristas llegarán a hacer una lectura autocrítica sobre lo que hicieron (pero) deberían hacerlo (y la sociedad y las instituciones vascas) sí podemos hacerlo”. A continuación, distinguió tipos de víctimas al referirse a las provocadas por los GAL, Batallón Vasco Español y organizaciones terroristas similares: “decir fue injusto significa recordar que su violencia provocó víctimas mortales y gravísimos sufrimientos que no siempre fueron reconocidos y, en algunos casos, ni siquiera investigados … la impunidad no puede ser la última palabra … el Estado tiene una responsabilidad”.
De este excurso entresacamos nuevamente unas ideas clave: 1) En este caso Urkullu, aparentemente al lado de las víctimas, asumía la semántica etarra; 2) La víctimas causadas por eta son injustas pero no requieren hacer justicia sobre sus ejecutores sino perdonarlos; las víctimas causadas por el GAL exigen que el estado haga justicia respecto hacia sus verdugos; 3) Víctimas u sociedad quedan identificadas en un peligroso supuesto panteísta, donde las víctimas son la inevitable consecución de un conflicto inherente a la sociedad vasca; 4) por último, y muy importante, es el distingo que establece entre la convivencia pacífica y la violencia y terror como si fueran incompatibles. Posteriormente intentaremos demostrar como las ideologías modernas han defendido la tesis de una clara relación entre violencia y terror como causa de modernización y democracia.
Las aparentes buenas intenciones del discurso de Urkullu se evidenciaron contradictorias con su praxis política al intentar implementar, a modo de prueba piloto, unas unidades didácticas en el sistema educativo vasco que intentaban explicar la historia de ETA, desde el relato creado por el mismo mundo abertzale que justificaba a ETA[4]. Ello provocó las protestas de las asociaciones de víctimas del terrorismo y algunos partidos pues consideraban que se trataba de un intento de “blanquear” a la banda terrorista[5]. Lo más sorprendente es que entre los elaboradores de estas unidades se encontraban el historiador Juan Pablo Fusi (al que luego reservaremos una reflexión)[6].
Ante este ejemplo del uso performativo del lenguaje por parte del mundo abertzale y que ha contagiado incluso a los antinacionalistas, se hace inevitable una pregunta: Está la sociedad actual, y su intelectualidad o clase política, capacitada para pensar el terrorismo fuera de las categorías creadas por los propios agentes del terrorismo. Por desgracia debemos anticipar que creemos sinceramente que la respuesta es: no.
@JBarraycoa
NOTAS
[1] Comunicado de ETA de 8 de abril de 2018: “ETA, organización socialista revolucionaria vasca de liberación nacional, quiere reconocer mediante esta declaración el daño que ha causado en el transcurso de su trayectoria armada, así como mostrar su compromiso con la superación definitiva de las consecuencias del conflicto y con la no repetición.
En estas décadas se ha padecido mucho en nuestro pueblo: muertos, heridos, torturados, secuestrados o personas que se han visto obligadas a huir al extranjero. Un sufrimiento desmedido. ETA reconoce la responsabilidad directa que ha adquirido en ese dolor, y desea manifestar que nada de todo ello debió producirse jamás o que no debió prolongarse tanto en el tiempo, pues hace ya mucho que este conflicto político e histórico debía contar con una solución democrática justa.
De hecho, el sufrimiento imperaba antes de que naciera ETA, y ha continuado después de que ETA haya abandonado la lucha armada. Las generaciones posteriores al bombardeo de Gernika heredamos aquella violencia y aquel lamento, y nos corresponde a nosotros y nosotras que las generaciones venideras recojan otro futuro.
Somos conscientes de que en este largo periodo de lucha armada hemos provocado mucho dolor, incluidos muchos daños que no tienen solución. Queremos mostrar respeto a los muertos, los heridos y las víctimas que han causado las acciones de ETA, en la medida que han resultado damnificados por el conflicto. Lo sentimos de veras.
A consecuencia de errores o de decisiones erróneas, ETA ha provocado también víctimas que no tenían una participación directa en el conflicto, tanto en Euskal Herria como fuera de ella. Sabemos que, obligados por las necesidades de todo tipo de la lucha armada, nuestra actuación ha perjudicado a ciudadanos y ciudadanas sin responsabilidad alguna. También hemos provocado graves daños que no tienen vuelta atrás. A estas personas y a sus familiares les pedimos perdón. Estas palabras no solucionarán lo sucedido, ni mitigarán tanto dolor. Lo decimos con respeto, sin querer provocar de nuevo aflicción alguna.
Entendemos que muchos consideren y expresen que nuestra actuación ha sido inaceptable e injusta, y lo respetamos, pues a nadie se le puede forzar a decir lo que no piensa o siente. Para otros muchos también han sido totalmente injustas, pese a utilizar el disfraz de la ley, las acciones de las fuerzas del Estado y de las fuerzas autonomistas que han actuado conjuntamente, y tampoco esos ciudadanos y ciudadanas merecen ser humillados. De lo contrario, deberíamos interpretar que ha existido un daño justo que merece aplauso. ETA, en cambio, tiene otra posición: ojalá nada de eso hubiese ocurrido, ojalá la libertad y la paz hubiesen echado raíces en Euskal Herria hace mucho tiempo.
Nadie puede cambiar el pasado, pero una de las cosas más perjudiciales que se podría hacer ahora sería intentar desfigurarlo o ocultar determinados episodios. Reconozcamos todos la responsabilidad contraída y el daño causado. Pese a no tener ni el mismo punto de vista ni los mismos sentimientos, todos deberíamos reconocer, con respeto, el sufrimiento padecido por los demás. Eso es lo que quiere expresar ETA.
Precisamente de cara al futuro, la reconciliación es una de las tareas a llevar a cabo en Euskal Herria, algo que en su medida se está produciendo con honestidad entre la ciudadanía. Es un ejercicio necesario para conocer la verdad de modo constructivo, cerrar heridas y construir garantías para que ese sufrimiento no vuelva a suceder. Dando una solución democrática al conflicto político se podrá construir la paz y lograr la libertad en Euskal Herria. Para apagar definitivamente las llamas de Gernika. Euskal Herria, 8 de abril de 2018″.
[2] Comunicado de disolución de ETA, 16 de abril de 2018: “Por medio de esta comunicación os queremos dar a conocer la decisión que Euskadi Ta Askatasuna acaba de tomar. ETA ha decido dar por terminados su ciclo histórico y su función, dando fin a su recorrido. Por tanto, ETA ha disuelto completamente todas sus estructuras y ha dado por terminada su iniciativa política.
De este modo, como consecuencia del cambio estratégico de toda la izquierda abertzale, ETA ha llevado a término el proceso iniciado en 2010, con la intención de abrir un nuevo ciclo político en Euskal Herria.
En ese proceso las referencias fundamentales han sido la Conferencia de Aiete y el fin de la violencia armada que ETA anunció tres días después. Fue un esfuerzo por conseguir dar a la época de confrontación armada un final ordenado, racional y constructivo. La mayoría de vosotros fuisteis testigos directos de aquella oportunidad y, muchos de vosotros, también fuisteis firmes impulsores. Por desgracia, la Declaración de Aiete no pudo recorrer su camino, a pesar de coincidir con la voluntad de la mayoría de ciudadanos vascos, los estados francés y español lo hicieron imposible desde su mismo inicio.
Sin embargo, ETA decidió seguir adelante. Más allá de la Declaración de Aiete y de un hipotético proceso de negociación, Euskal Herria fue el punto de partida y el objetivo de toda su actividad. Así, cumplió los compromisos tomados hasta entonces y adquirió nuevos compromisos. En su acción más significativa, ETA le dio al pueblo sus armas y dejó en manos de la sociedad civil la responsabilidad de su desarme.
El pueblo es también el receptor fundamental de esta última decisión: Porque ETA se formó del pueblo y al pueblo vuelve. Porque se fundamenta en la confianza en la fuerza del pueblo. Y, sobre todo, porque quiere hacer una aportación en el camino hacia la consecución de la paz y la libertad en Euskal Herria.
En efecto, ETA con las decisiones de estos últimos años ha apostado, con valentía y responsabilidad, por sacudir la situación de las últimas décadas y por la construcción del futuro desde un punto de partida nuevo.
Esta decisión cierra el ciclo histórico de 60 años de ETA. No supera, en cambio, el conflicto que Euskal Herria mantiene con España y con Francia. El conflicto no comenzó con ETA y no termina con el final del recorrido de ETA.
A lo largo de los años, se han hecho numerosos esfuerzos para encauzar por vías racionales el conflicto político. Se han puesto en marcha sesiones formales de negociación, se han llevado a cabo conversaciones secretas y se han presentado innumerables propuestas. No hemos sido capaces de llegar a acuerdos, ni entre ETA y el gobierno, ni entre los agentes vascos. Es una responsabilidad compartida y ETA asume la parte que le corresponde.
La falta de voluntad para solucionar el conflicto, y las oportunidades perdidas, entre otras, ha provocado el alargamiento del conflicto y ha multiplicado el sufrimiento de las diferentes partes. Comoquiera que sea, ETA reconoce el sufrimiento provocado como consecuencia de su lucha.
Euskal Herria está ahora ante una nueva oportunidad para cerrar definitivamente el ciclo de conflicto y construir su futuro entre todos. No repitamos los errores, no dejemos que los problemas se pudran. Eso no sería más que fuente de nuevos problemas.
Años de confrontación han dejado heridas profundas y hay que darles la cura adecuada. Algunas todavía están sangrando, porque el sufrimiento no es cosa del pasado.
Por medio de esta carta, y con toda humildad, ETA os quiere hacer llegar una última opinión. En su opinión, la solución del conflicto y la construcción de Euskal Herria os necesita a todos vosotros, porque el futuro es responsabilidad de todos.
Los que hemos sido militantes de ETA, por nuestra parte, queremos confirmar nuestro compromiso en embarcarnos totalmente en esa tarea, cada cual desde el lugar que considere más oportuno, con la responsabilidad y honestidad de siempre.
Euskadi Ta Askatasuna – E.T.A
[3] EH Bildu no asistió disconforme con el lema del homenaje.
[4] Para ver contenidos unidades didácticas, cf. https://www.elmundo.es/pais-vasco/2018/10/19/5bc8ead546163f08858b4655.html
[5] https://www.europapress.es/euskadi/noticia-victimas-terrorismo-exigen-urkullu-retirada-inmediata-unidad-didactica-blanquea-eta-20181018175114.html
[6] Las unidades didácticas se dirigían a alumnos de cuarto curso de la ESO y segundo de Bachiller impulsada por la Secretaría de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación, en colaboración con el Departamento de Educación, el historiador Juan Pablo Fusi, la exconsejera de Cultura Mari Carmen Garmendia y el periodista Mariano Ferrer.