¡Recuerda! (Que alguien haga algo, nº38)
No temas ser inoportuno. Que la verdad saldrá en tu defensa, siempre. Cuenta, canta, repite, explica en alta voz todo aquello verdadero de lo que tengas certeza. No te fíes tan solo de tu memoria, esfuérzate por recordar los textos, las autoridades, las historias de los buenos historiadores. Documenta tus propios recuerdos, conserva las buenas fotografías, copia los textos más decisivos. Prepárate para resistir recordando, para que nunca se olvide que si las cosas son como son, no siempre fueron como ahora. Para que los jóvenes sean capaces de abrir mentes y corazones, de romper las apreturas asfixiantes de eso que llamamos lo políticamente correcto.
La mentira es como la oscuridad, se rompe con una pequeña linterna. Acabar con ella no requiere necesariamente que se entablen luchas gigantescas. La manipulación histórica se esfumará y quedarán en evidencia los manipuladores tan solo con que dos o tres se conjuren para contar la verdad.
Recordar es revivir, actualizar sentimientos y afanes de lucha juveniles que han sido afinados por la experiencia. Supone darse una una nueva oportunidad en las luchas eternas. ¡Cuántos segundos o terceros capítulos han sido protagonizados por recordadores del primero así como por jóvenes que supieron recoger el testimonio de los recuerdos ajenos!
Y recuerda que no hay recuerdo pequeño. Que a veces una simple imagen, atesorada en la memoria de unos pocos, es la semilla que puede llegar un día a requebrajar los pies de barro de los gigantes del engaño dirigido por cualquier ideología.
Recuerda en cuerpo y alma. Y transmite tus recuerdos, que eso también es tradición.
(Publicado en AHORA INFORMACION NUMERO 153)