La Hispanidad
(Por Vicente Castro) –
Todos nosotros tenemos la necesidad de sentirnos parte de una comunidad de personas que nos trascienden. Por ello el Señor nos entregó la familia, el municipio, la patria y, en el caso de los pueblos hispánicos, algo de lo que algunos de nuestros líderes solo recuerdan cada 12 de octubre, la Hispanidad.
Esa patria común que comprende lo que tradicionalmente se denominaron las Españas, es la casa de común de todos aquellos pueblos que compartimos una misma madre y que comprende en América, desde el río Bravo hasta la Patagonia; en África, Guinea Ecuatorial; en Europa, España; y en Asia, Filipinas. Sin embargo, todas las familias poseen ese sello que las hace particulares. En el caso de la nuestra es la fe católica, junto con una lengua española y un mestizaje, que hizo de la epopeya de la conquista y evangelización del Nuevo Mundo una empresa sin parangón en la historia de la Humanidad.
A pesar del empeño que ponen nuestros políticos en destruir esos lazos que nos unen, cada vez Nuestra Madre nos muestra por qué los vínculos entre los pueblos hispanos son indisolubles. Antaño, fue España, madre de pueblos, la que envió misioneros, pobladores, profesores, exploradores…Hogaño, recibimos de nuestras patrias hermanas sacerdotes que nos devuelven el favor hecho tiempo atrás y paisanos americanos que cruzan el charco en auxilio de aquella madre que necesita de ellas.
En ese sueño, que manifiesta quien escribe estas líneas, tendente a la creación de una mancomunidad política, cultural y económica, no caben la concepción liberal de nación ni la tendencia a dejarse fascinar por el vecino anglosajón. Frente a ello nos queda la idea de patria diversa e impregnada de esa foralidad que tan bien ha sabido custodiar y defender el carlismo, poniendo en valor el germen de nuestra unidad, la fe en el Dios único y verdadero y una cultura común, así como también las peculiaridades de cada territorio.
El día que aquella mezcolanza y simbiosis que se da en nuestras ciudades entre españoles de ambos hemisferios se eleve al ámbito de la política se conseguirá aquello que los enemigos ancestrales de nuestra Monarquía Católica largamente persiguieron, la comunidad de pueblos hispanos.
¡Viva la Hispanidad!