“España se dejó la vida por la Iglesia católica”. Entrevista a María Elvira Roca Barea
Entrevista a la historiadora María Elvira Roca Barea publicada en Diario de Sevilla
-Su libro concluye que los españoles creemos que Europa nos golea. ¿Somos unos acomplejados?
-Sí, por un proceso histórico muy largo. España sufrió el acoso propagandístico y, al dejar de ser imperio, quedó en Europa un paisaje dibujado, que sigue hoy y no nos hemos cuestionado por la credulidad, que es el defecto nacional, en contra de
-Defiende el mestizaje tras la conquista de América.
-No es que lo defienda, es lo que había.
-Minimiza lo que muchos tachan de atrocidades.
-Las atrocidades duran cinco minutos; después uno no aguanta más en el territorio. Es lastimoso que uno de los pocos másteres de Historia de América sea Conquista y resistencia indígena, en vez de Construcción de ciudades y gobiernos de los indígenas, que fue una realidad y duró más que la violencia.
-Von Bismarck veía a España indestructible pese a los españoles. ¿Se romperá?
-Aunque los procesos posimperiales son conflictivos, no lo vamos a lograr. España consolidó un imperio enorme que colapsó igual que todos. Los imperios no se destruyen, se pudren. El milagro es que existan y la tontería sublime es no estudiar cómo lo consiguieron. Hay miles de libros sobre la caída de Roma, cuando la madre del cordero es su levantamiento. ¿Cómo terminó el imperio español? El asunto es cómo se mantuvo tres siglos y medio casi sin guerras en 20 millones de kilómetros cuadrados, conviviendo etnias, lenguas, religiones, un océano por medio…
-¿Y por qué no se hace?
-Tenemos una aversión irracional, incluso cuando el imperio nos beneficia. A todos les molesta el primero de la clase. Es lo que despierta Estados Unidos. Muchos se alegran de que les vaya mal, pero luego hay una guerra y los llamamos para que nos saquen las castañas del fuego.
-Igual que fue España.
-Claro. Europa tuvo el peligro de la expansión del Imperio Otomano y a quien le tocó afrontarlo fue a España, el imperio de entonces. La hegemonía conlleva responsabilidad o, si no la asumes, la pierdes en cinco minutos. Estudiar la historia de este país como un fracaso es un disparate; es un éxito espectacular por el que se pagó un precio.
-¿La corrupción corre por nuestras venas o forma parte de la leyenda negra?
-Corre por las venas de las democracias occidentales, ahora podridas y, como consecuencia, nos están creciendo los enanos: populismos, desintegración democrática… Y nadie hace un análisis de las causas, fáciles de investigar.
-¿Puigdemont está ganando la batalla de la propaganda como en su día Lutero?
-Puede ganar una batalla pero pierde la guerra.
-Pero está costando dinero, disgustos…
-Los españoles tienen la mala costumbre de ganar perdiendo. Te endemonias, pero España tiene una estructura muy sólida. Crees que se hará añicos y no ocurre; se tambalea y no cae.
-¿Cómo se hace frente al nacionalismo?
-El nacionalismo es una enfermedad perversa. Excita lo peor del ser humano. Eso es rentable y muy fácil. Que usted se crea superior a otro y diga que va a salvarlo es para cerebros que no tienen más de cinco años, pero la mayoría de los adultos no sobrepasan esa edad.
-Como profesora, ¿qué puntuación le daría a Rajoy?
-No progresa adecuadamente. Está haciendo un papel muy triste y se lo está haciendo pasar peor al país por incomparecencia.
-¿Y por tibieza?
-Cobardía. Si no va a ganar las elecciones y encima se le va a destrozar el partido, pues échele narices a esto.
-¿El himno de España debería tener letra?
-Debería. Aunque el Que viva España de Manolo Escobar está haciendo las veces con mucha dignidad.
-“Los ateos y los agnósticos tendremos que limpiar el nombre de la Iglesia por su incomprensible pasividad”. Vaya cosas le suelta al párroco de su barrio.
-No soy religiosa, pero sí de cultura católica y me indigna que 500 años después de la Reforma la Iglesia de Roma organice funerales a Lutero y dé por bueno lo que se dijo, los grabados atroces contra los católicos. Me indigna porque a este país le ha afectado mucho. La Iglesia católica sería hoy una nota a pie de página en la historia de Europa si España no se hubiera dejado la sangre, la vida y el dinero por ella.
-¿La asignatura de Religión debe enseñar cada credo y no ser catequesis católica?
-“Dígame si hay religión y le digo si hay siglo siguiente”, dijo Malraux. Los pueblos sin religión se vienen abajo en tres generaciones.
-Si los españoles nos vemos inferiores a los europeos, ¿los andaluces sentimos lo mismo con España?
-Los andaluces no se han sentido inferiores jamás. Colonizan silenciosamente.
-¿Es Twitter la Inquisición del siglo XXI?
-Es un fenómeno de lo efímero por la infantilización de la sociedad. La adolescencia llega hoy a los treintaitantos; los hay que van a transitar toda su existencia sin salir de ese estado mental de tener vida sexual sin madurar socialmente.
-Criticó la serie La Peste por sus errores históricos, pero el cine y la televisión se permiten licencias que no se ciñen al relato exacto.
-Si es ficción, que hagan La guerra de las galaxias. Los disparates son antológicos, desde el mismo lenguaje. Y que no la sitúen en Sevilla, sino en Patatín, que inventen los nombres de los continentes, que no hablen de la Biblia del Oso que ubican en un año determinado. Bueno, lo del auto de fe… España produjo 12 muertos, que lo comprueben en los martirologios protestantes. ¿Sabe cuántos muertos provocó Calvino? Pues tiene un monumento de cinco metros en el centro de Ginebra donde reza: “La ciudad a su reformador”.
Docente sin pelos en la lengua
Cerca de 60.000 ejemplares de Imperiofobia y leyenda negra (Ed. Siruela). El éxito del ensayo de María Elvira Roca Barea (El Borge, Málaga, 1966) ha desbordado a esta profesora galardonada con la Medalla de Andalucía. Ha levantado con su obra el espíritu patrio por la propaganda contra España por su condición de imperio. Sin pelos en la lengua, ningunea a Fray Bartolomé de las Casas por su “sarta de disparates” y eleva al granadino Antonio de Mendoza, primer virrey de México y figura esencial en la organización e integración de América. En mayo publica un libro de relatos sobre Europa y España. También dará que hablar.