Escuela pública y libertad
(Por Antonio Giménez Sevilla) –
Aprecio profundamente el ideal de la escuela pública. Sobre todo el dar a todos la posibilidad de tener una educación de calidad. Especialmente a aquellos más desfavorecidos. Y también aprecio que esa educación para todos ha de ser una educación de calidad.
Pero esa no es la escuela pública que parece que quiere el Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Parece que quieren obligar a toda la sociedad a tener una educación mediocre en una escuela estatal con costes sobredimensionados y con unos valores humanos estandarizados por los departamentos de educación autonómicos y por el Estado. Y esto parece ser así porque la nueva Ley Celaa de educación, discrimina a la educación concertada frente a la educación estatal de unas maneras muy difíciles de justificar.
Me gustaría preguntar a nuestros políticos, al margen de todas las ideologías, qué significa lo que se va oyendo en algunos colegios concertados españoles de que se va a reducir a la mitad o incluso a menos las plazas subvencionadas por el Estado en sus aulas. Yo creo que entre otros significados, tiene el de despedir a la mitad de profesores de estos colegios a golpe de una ley orgánica sin el consenso necesario con la otra mitad de los españoles, sean estos de ultraderecha o no lo sean. Para seguir, también significa discriminar a la clase media por no poder sus hijos acceder a una educación privada, cuando los poderosos, seguro que algún ministro socialista, lleva a sus hijos a las escuelas de sus élites. Incluso don Felipe, el jefe del estado, tiene ese privilegio. ¿No tenemos también los mileuristas el derecho de educar a nuestros hijos en un colegio de la élite? ¿No tiene mi hija derecho a estudiar en un colegio del Opus Dei, de Marianistas, de Teresianas o, si quieren, de cualquier asociación laicista, si es que quieren formar un colegio concertado? Al menos el mismo que ustedes mismos tienen, desde luego.
Les queda a los representantes del Gobierno preguntarse si lo que quieren es facilitar y garantizar el derecho a la educación, o quieren controlarlo, garantizarlo, fiscalizarlo, parametrizarlo, diseñarlo… en definitiva, si lo que quieren es una única sociedad sin diferencias, en los que, más que ayudar o promocionar al que no tiene, lo que se quiere es obligar a todos los que no tienen un sueldo según el nivel adquisitivo de los poderosos, a acudir a una escuela conforme a los deseos del Estado.