La persecución a dos pasteleros supuestamente homófobos les destroza su negocio familiar
El totalitarismo de género se ha cobrado dos víctimas de la sociedad estadounidense. Aarón y Melissa Klein eran pasteleros y panaderos en Gresham, y tenían un pequeño negocio llamado Sweet Cakes by Melissa. Se negaron a realizar una tarta nupcial para dos lesbianas. Consideraban que solo puede haber matrimonio entre un hombre y una mujer y no querían participar de lo que juzgaron como una actitud contraria a la ley natural. Por sus opiniones, la pareja de lesbianas se quejaron al Departamento de Trabajo e Industria de Oregón y dicha institución realizó un informe en el que juzgaba ilegal negar la tarta nupcial a las chicas, en virtud de la ley contra la discriminación del estado. Un juez les condenó a una multa de 135.000 dólares por ejercer en su trabajo sus propias creencias cristianas. Por otra parte, el lobby gay les boicoteo con una campaña que les obligó a cerrar. También, la pareja de homosexuales que han iniciado una cruzada contra ellos, acusaron al matrimonio de causarles 178 síntomas contra su salud física y mental entre los que se encontraban “aumento de la presión arterial”, “migrañas” o “vuelta al hábito de fumar”. Un despropósito.
Tenemos que estar alerta, porque este tipo de legislación ya se está aprobando y ejecutando en nuestras calles: de momento solo a nivel autonómico, pero con una clara vocación de instalarse a nivel estatal.
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