El gobierno de Hungría se enfrenta de nuevo a la política suicida de la Unión Europea
Las guerras y la inestabilidad social que se están produciendo en Oriente Próximo y Medio son fatales y hay muchos damnificados. Sin embargo, desde Alemania, Francia y también desde las instituciones europeas, se está imponiendo una cuota de refugiados a países de la UE que no consideran que la solución sea la inmigración. Sobre todo después de la oleada de atentados que se ha producido en los últimos años en los países de nuestra geografía continental.
Hungría ha sido uno de los países, junto a República Checa y Polonia, que no ha aceptado este sistema de reparto mal llamado solidario. Según el Gobierno húngaro, la reubicación de refugiados entre los países de la UE es contraria a la soberanía que los países tienen sobre su propio territorio. La Comisión Europea ha denunciado a los húngaros, polacos y checos, siendo sin embargo “el sistema de cuotas contrario a las leyes de la Unión Europea y el tema de inmigración una competencia nacional”, según el ministro de Exteriores húngaro, Péter Szijjártó. Por otra parte, el ministro también ha declarado que “es una violación de la soberanía que otros quieran decidir con quiénes hemos de convivir”. Tambien ha dicho que este sistema “es inaplicable porque no se puede obligar a nadie a quedarse en los países donde los reubican” sin ejercer coacción.