Vázquez de Mella: la plaza que solo perdió la placa y poco más
Ayer, lunes día 16, el partido político VOX exigió en la Cámara Baja, a través de su portavoz en la misma, Iván Espinosa de los Monteros, la derogación de la Ley de Memoria Histórica: proyecto impulsado por el gobierno socialista de Rodríguez Zapatero, posteriormente asimilado y conservado por la “derecha” de Mariano Rajoy y compañía.
Espinosa de los Monteros no solo afirmó el claro viso guerracivilista y divisorio de este proyecto revisionista. Dirigió preguntas al poder ejecutivo, por medio de las cuales se quiere consultar si, en aplicación de la ley en cuestión, grupos terroristas como ETA y GRAPO han recibido alguna que otra ayuda económica a costa del contribuyente.
Pero no vamos a ello. Acertadamente, se recordó que no todas las calles y demás lugares públicos renombrados por el ansia de reescritura historicista y blanqueamiento frentepopulista hacen homenaje a personalidades del franquismo que no dejan de ser parte de la Historia.
Se puso como ejemplo a nuestro ilustre referente intelectual Juan Vázquez de Mella, que fue diputado en dos legislaturas (finales del siglo diecinueve y principios del vigésimo, prácticamente), falleciendo once años de la derrota del Frente Popular en la llamada “Guerra Civil”, con lo que llegó el régimen de Francisco Franco.
A escasos metros de la Gran Vía matritense, descendiendo por la Calle del Clavel, se puede llegar a una plaza con aparcamiento subterráneo y algunos establecimientos hoteleros y hosteleros, que hacía homenaje a uno de los principales promotores del sufragio femenino en España, destacando aparte sus férreas críticas al sistema partitocrático y al liberalismo decimonónico.
Empero, el gabinete comunista de Manuela Carmena consideró renombrar la plaza para ubicar una placa en homenaje al difunto Pedro Zerolo, un político socialista (del PSOE) que destacó por su hondo compromiso con la promoción de la modalidad homosexualista del totalitarismo de género (recuerden, ingeniería social).
Casualmente, el lugar en cuestión está en el céntrico barrio de Chueca, un ejemplo de aglomeración gentrificada homosexualista, que viene a ser un foco importante de consumismo aberrosexualista (sex shops, dark rooms… y otras clases de entornos donde existe un desenfreno de liberacionismo sexual y promiscuidad al máximo).
En cualquier caso, pese a los cambios cartográficos y materiales dictados por ley positiva (en contra nuestra, indudablemente), para muchos madrileños y conocedores del lugar, no necesariamente carlistas, esa plaza madrileña (independientemente de que cierto busto persista por fortuna) seguirá siendo conocida y recordada como la de Vázquez de Mella.
Un comentario en “Vázquez de Mella: la plaza que solo perdió la placa y poco más”
Antonio Jesús Sanabria Santiago
Un partido que dice “que los obispos se ocupen de las cosas de Dios, que de las de la tierra ya se encargan ellos”, olvidando que Dios es Señor de cielos y tierra, no tiene que ver nada conmigo. VOX son filoanglicanos, calvinistas o, peor, aún, filosatánicos.
El derecho a la vida incluye DESDE la concepción, HASTA la muerte natural. Es decir: la alimentación y asistencia necesaria para cumplir las funciones de los seres vivos que son, (además de como los inanimados de servir de sustento material a los demás seres), conservarse y reproducirse.
Que pretenda imponer muros a los que huyen del hambre, es una infamia similar a la venta de órganos de presos que lleva a cabo el Partido comunista chino a los capitalistas anglosajones, ejecutándolos con el cliente en la clínica para recibir el órgano frequito (1.800.000 del año 2000 al 2016).
Unas diez mil personas mueren de hambre en el mundo cada hora, muchos más que de abortos o eutanasias.