Una trampa más que sospechosa ante los separatistas
Llevamos más de un mes ante un golpe de Estado. Fue avisado antes pero empezó el 6 y 8 (de madrugada) de septiembre cuando se aprobaron las leyes de desconexión y ruptura constitucional y estatutaria por iniciativa de los separatistas de los Puigdemont. Nadie cree el valor la votación del 1-O.
Rajoy y Sánchez están sobrepasados por la criatura que la partitocracia ha creado, pues, desde hace muchos años, en la política partitocrática ha prevalecido la utilidad de los políticos a la Ley y el Derecho. Los errores de supuestas soberanías, Constituciones y estatutos, han dejado siempre insatisfechos a los que estarían más que satisfechos con el régimen tradicional, los Fueros del principado, salvo en el caso de la contaminación nacionalista.
La sociedad española está cayendo ahora en la frustración. La partitocracia apoyó la reacción espontánea del pueblo español en Barcelona los días 8 y 12 de Octubre pero para dirigirla.
Nos preocupa muchísimo que el Gobierno, con la aprobación de Sánchez y Rivera, esté dispuesto a frenar la puesta en marcha del artículo 155 de la Constitución. Y que lo haga si Puigdemont convoca elecciones en Cataluña. Pero ESTO ES UNA TRAMPA.
¿Es que no ha existido un golpe de Estado, una ruptura antijurídica de la convivencia etc.?
¿Se va a perdonar al golpista, cuando a otros se les habría pasado rápidamente por la piedra?
¿Y si en las nuevas elecciones se mantiene el actual Parlamento? ¿Se legalizará entonces lo realizado?
Sí, una trampa más que sospechosa.