Rebelión contra la mentira, las trampas y la ikurriña
Imponer la ikurriña… y echarnos de España.
HACEN TRAMPAS. Los nacional-separatistas sobre todo quieren lograr sus fines y paranoias secesionistas. Nuestro vivir, la crisis y nuestros derechos, les importan un rábano. Ya llegaron al poder con cierta trampilla.
Quieren ocupar Navarra e irse de España, por lo mismo que ahorita Puigdemont -llamado por muchos mal y torpe catalán– se prepara para activar su vía unilateral de secesión respecto al resto de España.
Para ellos todo vale, hasta hacer el ridículo y mostrar su cara guerracivilista después de mostrar su cara talibán en el tema del monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada.
Ahora Geroa Bai (sucursal del PNV euzcadiano) reconoce desear que la ikurriña de la Comunidad Autónoma Vasca (es decir, la bandera de otra Comunidad cuyos líderes ambicionan conquistar Navarra a toda costa y luego separarse de España como el intento de Puigdemont) ondee en la fachada del Ayuntamiento pamplonés. Ya lo sabíamos. También quieren la bandera republicana por si acaso tienen que fundar una república federal para no arruinarse y sobre todo no para asustar al personal.
El hecho da vergüenza. Pero también dan vergüenza las TRAMPAS que hacen para ello. Si el tal Puigdemont quiere dar un golpe de Estado como en 1934, los malos vascos -los vasquitos del vocablo latino agur– no pueden ser menos. ¡Y mira que dar lecciones de vascos a nuestra sangre navarra y montañesa!
Recuerdo la enseñanza de Julián Marías:
“Hay que pedir a cada persona individual que pierda su pasividad, su servilismo, su tendencia a plegarse a las consignas” (ABC, “Rebelión contra la mentira”, 25-II-2000)
Siempre los carlistas o tradicionalistas hemos dicho esto. También hemos criticado al liberalismo que ha traído ésta pasividad social, fruto del todo vale, de la falta de convicciones y de juicio político, de la rotura con la tradición.
Y conste que aquí sólo tienen consignas los EUZCADIANOS. Vean su hoja de ruta, sus cambalaches, el acceso de los pro etarras al poder político, dejando los del PNV que caigan las nueces ellas solitas.
Pues miren: Ikurriña no. Trampas en el juego, tampoco. Y no queremos sus apuestas cobardes.
José Fermín Garralda
Pamplona, 29-V-2017