Navarra, vendida a ETA (a plazos)
Hagamos un paralelismo entre la incorporación de Austria al IIIer Reich y la pretendida anexión de Navarra a Euzcadi.
Leemos en la prensa (Diario de Navarra, 10-VI-2019): “Zapatero aceptó que se considerara a los navarros como “vascos”. Un anexo secreto de la negociación con ETA aclara que bajo el término “sociedad vasca” se incluía a los navarros. Otro anexo secreto trata de los “mecanismos de negociación” con “los partidos y agentes sociales vascos”.
La historia es maestra de la vida. Alguien dijo que afirmar esta maestría era algo exagerado, porque sobre todo y siempre todos somos seres libres. (Esa radicalidad no se la creen ni los mal llamados liberales). Pero: ¿no somos muy iguales, o al menos muy parecidos entre nosotros?
Y si somos libres, que lo somos por tener libre albedrío, ¿no lo somos también para corregir las malas tendencias?. Más: ¿somos libres cuando mentimos o bien somos libres cuando somos verdaderos por vivir en verdad y verdades?
Compruebe Vd. el parecido entre el anschluss hitleriano -una historia recurrente- y el anschluss “vasco” -qué pretencioso suena-.
Repasemos lo que se escribió y exponíamos hace poco:
Recordemos que para el nacionalismo del s. XIX y XX, toda nación debe ser un Estado. Y que no caben dos Estados distintos con la misma nación.
La confusión de lo cultural con lo jurídico ha conllevado guerras sin cuento, conllevará el hundimiento de la actual Bélgica, Reino Unido y muchos países más, la partición de Francia, la incorporación de Hispanoamérica a la España peninsular (o al revés), la remodelación de la actual Europa y el fin de la actual Unión Europea. Total, nada… pelillos al mar.
Si mal está -por su contenido y las formas- lo que Hitler hizo con Austria, mucho peor está lo que los separatistas -malos vascos- están haciendo sobre Navarra. El PNV vecino está presionando para que Navarra Suma no gobierne Navarra, a pesar de ser –con mucho- la lista más votada en 2019. El PNV parece un crío, entrometido y caprichoso, desde luego poco o nada democrático, y actúa de una forma baja e innoble.
Además, aclaremos a los nacionalistas vascos-antivascos que el caso de Navarra no tiene ni color con el de Austria, porque en Austria la población era alemana de raza y lengua, pero, en Navarra, ¿quiénes, cuántos y por qué hablamos vasco? Somos muy pocos lo que lo hablamos, aunque todos ahora respeten -hasta que se se imponga en el BON o de facto, que ya vendrá el cabreo– la lengua los padres y abuelos de parte de nosotros.
Navarra es tierra de diversidad y es una síntesis, lo que es lo más olvidado según recordó El Pensamiento Navarro hacia 1980. Navarra ni es vasca ni deja de serlo, aunque hubiese sido la cuna de lo vasco hace pero que muchos siglos, y aunque haya dialectos vascos en Navarra laminados hoy por el experimento batúa. Navarra es antiquísima -con una etnología y etnografía por otra parte común a la montaña pirenaica y cantábrica- y también vive en el año 2019. Navarra es Navarra -valga la tautología- lo que dice más de lo que se expresa.
Basta de manipulaciones, voluntarismos, forzar la realidad y engaños
colectivos. El nacionalismo es revolucionario y anti tradicional, ya sea liberal (PNV) ya sea utilizado a lo “marxista” por la izquierda. Se ha dicho que las imposiciones ad intra y ad extra del nacionalismo o separatismo hunden aquello que quiere construir.
Oíganme: estamos asistiendo en Navarra a algo muy deleznable. Yo creía que eran los tiempos de la IIª República, pero estamos nada menos que en el año 2019.
Ahí los tenemos:
- Parecidos al afán de Hitler sobre Austria son ETA y Bildu, y aquellos majos que comen kokotxas y agitan el nogal para recoger las nueces (PNV, Geroa Bai).
- Los gobernantes más parecidos a los de Austria son, por ahora y en este tema, el PSOE de ZP-Sánchez desde Madrid y el PSN de la Sra. Chivite que quiere gobernar Navarra con 11 de 50 parlamentarios -Navarra Suma tiene 20-.
Todo esto que contamos es de “juzgado de guardia”. Ojalá actúe la Justicia española sobre ZP, aunque creo que no lo hará, aquí, en la España de hoy. En la España del hampa, donde él tiene muchos amigos. En la sufrida Navarra, que no es la suma mecánica de culturas sino una síntesis de ellas. Entre los malos vascos que hay en Euzcadi -también los hay muy buenos y muchísimas personas que no son vascas- que actúan contra los buenos vascos originarios que hay en parte de los valles pirenaicos de Navarra.
Sin más por hoy.