Los carlistas, a la manifestación de hoy en Pamplona, 2 de junio.
LOS CARLISTAS del viejo Reino de Navarra nos sumamos a la manifestación de hoy, 2 de junio, en defensa de las libertades de todos los navarros frente a la imposición planteada por los políticos nacional/separatistas y sus comparsas, de utilizar el vascuence/euskera para discriminar y menospreciar a unos, y para la construcción del Euskadi imperialista respecto a Navarra, de una forma excluyente y opresora para los navarros.
Los carlistas estamos en contra de la manipulación del vascuence/euskera, que se le sobrevalore muy por encima de la realidad social, y de cómo se intenta llevar esto a cabo. Nos oponemos a que se creen desigualdades totalmente injustas y a que vulneren las libertades de los navarros.
Lo que está detrás de ellos es el rencor -o peor- hacia España y los españoles, y, en nosotros, el amor a nuestro derecho, lenguas y cultura, a las libertades y a España.
Es asocial no valorar debidamente la profesionalidad, a la que nuestros jóvenes preparados tienen más que derecho. También es asocial primar el uso del vascuence sobre la preparación para el servicio al bien común ante personas que además conocen perfectamente el castellano o español
Esto avergonzaría a los éuskaros navarros hacia 1900, respetuosos con todos y que tanto hicieron para salvar la cultura y lengua vasca, situándose entre ellos personas tan variadas como carlistas o tradicionalistas, liberales, integristas, republicanos, y algún incipiente nacionalista… No consentimos que los nacional/separatistas -no pocos de ellos advenedizos- pretendan darnos lecciones de navarridad o de vasquismo, y es lo que hacen con sus intentos draconianos que asuntan al más pinta, y con su pretensión de ser superiores a esa gran síntesis y concordia que es Navarra y los navarros.
Hoy, Geroa Bai -a modo de sucursal del PNV-, los pro etarras etc. utilizan ideológicamente la lengua vasca, ignorando que ésta y la cultura son una creación en libertad y variedad, y que sobre todo reside en un ámbito familiar y el entorno civil y religioso inmediato.
Hoy, los nacional/separatistas – aburguesados o marxianos- pretenden suprimir de un plumazo la pluralidad ya de la lengua ya del uso de la lengua en nuestro solar navarro, al estilo estatista de los liberales de las Cortes de Cádiz que suprimieron de un plumazo los gremios que existían con fuerza y vigor.
Sepan que la lengua es para hablar y entenderse, y no para fastidiar y provocar conflictos, máxime si es con el prurito de creerse superiores ante la diferencia, o bien de su pretensión de conquistar Navarra.
Debieran entender de Fueros y de las cosas de la tierra, porque si el primer Fuero es el derecho a la vida de aún no nacido -tan vulnerado hoy por el liberalismo-, no le va excesivamente a la zaga la libertad en el uso de la lengua. Esas gentes no entienden de Fueros que es algo jurídico, sino que utilizan los Estatutos de autonomía que es un poder político que hoy puede ser injustamente omnímodo muy propio de un estatismo contrario a las libertades.
Por eso, los carlistas o tradicionalistas de Navarra nos sumamos con decisión al llamamiento realizado por los convocantes, que dice así:
“no estamos dispuestos a aceptar que en una sociedad mayoritariamente castellanoparlante, abierta y democrática, el euskera se convierta en un permiso de trabajo o en un requisito obligatorio para poder acceder a ayudas públicas en igualdad de condiciones.
Por eso, hacemos un llamamiento a la sociedad navarra para manifestarse a favor de la concordia, el respeto, la igualdad de derechos y la no discriminación entre todas las personas, tanto castellanoparlantes como vascoparlantes”.
El carlista Navarro Villoslada transmitió con belleza lo que todos pensaban por entonces, y lo que la gran mayoría de los navarros piensa hoy más allá de la partitocracia, y es que las lenguas deben ser un puente que une y no barreras que separan.
Estoy seguro que aita y aitaborce, que tan bien sabía el vascuence salacenco y el castellano o español, se avergonzarían del actual espectáculo de dominio del hombre por el hombre, de cinismo y de opresión que estamos viviendo. Los frutos podridos pudrirán al que los recoge.
Cuando todo parece que llega a su fin con iniciativas como la de los jefes del cuatripartito, recordamos el “Amaya da asiera”, de modo que lo que parece el fin, puede convertirse en principio, como quien pasa de la opresión a las libertades de nuestras gentes y tierras.
Aquí está en juego Navarra, tierra de libertades, y la misma España -tradicional y foral, la que perdura-, máxime con los recientes sucesos que prueban el entreguismo -a ambos lados de la política- del llamado poder central.
Pamplona/Iruña, 2 de junio de 2018
José Fermín Garralda