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1 de agosto de 2024 0 / / / / / / / / / / / / / / /

La palabra carlista es un filtro, y un hace aflorar un espíritu o ímpetu determinado.

Es curiosa la fuerza de la palabra: carlista

Para ser carlista, hay que ser católico. La entrada a la iglesia es: un bautismo de conversión. Ergo no se puede ser, con todo el ser: católico; si uno se obceca en el mal. Se obceca en lo que sabe de fondo que no es católico. Entonces esa persona que dice ser católica, no lo es, porque adora a otro Dios, prioriza otros principios, se ha inventado otra religión, con o sin otro nombre. Pero es seguidor de esa otra cosa, no de la religión que pauta Cristo, realmente no se puede decir que con todo su ser esa persona sea cristiana, seguidora de Cristo. A lo mejor fue cristiano de bautismo, pero no de práctica. Y lo que nos condena es la mala práctica, no el sólo hecho de habernos bautizado nos salva.

A quienes suele acercar la palabra carlista

  • Resumen: a los pecadores arrepentidos que buscan salir del pecado. 
  • A los píos.
  • A los que aspiran a SER Cristo.
  • A los que aman a España.
  • A los que buscan a Dios.
  • A los que arriesgan por Dios.
  • A los que sufren por el aborto y el asesinato de niños.
  • A los que suplican a Dios por permanecer fieles en la dificultad.
  • A los que buscan pareja estable y saben que está solo se puede encontrar en la fe católica.
  • A los generosos en la concepción.
  • A los que saben ceder y obedecer en lo bueno, para seguir así a Cristo.
  • A los que sabes desobedecer cuando algo no es conforme a Dios.
  • A los que buscan la confesión y no quieren vivir en pecado mortal.
  • A los que cuentan con la gracia que otorga Dios en la confesión.
  • A los que se fijan en lo malo que hacen, para no caer en soberbia y tener de que confesarse.
  • A los que confían en la providencia de Dios.
  • A los que rechazan trabajos que promueven el mal o que no son acordes a la ley de Dios.
  • A los españoles aguerridos.
  • A los que saben algo de historia.
  • A los que no les gusta ni el comunismo, ni el socialismo, ni el PP, ni el PSOE, ni el liberalismo, ni el buenismo.

La importancia de declarar a Cristo: 

  • Uno acaba pensando en función de lo que dice o de lo que no dice. Conozco una organización que dijo somos esto. Y a pesar de que no lo quería ser. Lo terminó siendo. Porque el nombre que se le pone a las cosas afecta. Lo mismo con las palabras que se usan. Si tu por no mencionar a Cristo le dices a la gente: yo soy ñameroticu, pero no soy cristiano. Se generarán conversaciones que te alejarán de la fe. Y al final vivirás como ñameroticu, y se te acercarán ñameroticus, y promoverás el ñameroticuismo. No el cristianismo. A más grites que eres ñameroticu, más ñameroticus se te acercarán a reforzarte. Lo mismo con el cristianismo.

La importancia de aquellos de los que uno se rodea: 

  • No es lo mismo rodear a tus hijos y tu mujer… de rojos que de gente pia, ni de profesores modernistas que de tradicionales, ni de LGBTIs que de gente normal, ni de drogadictos que de gente que hace deporte, ni de liberales que de carlistas. Así de simple. Yo no le deseo una novia liberal a mis hijos. ¿Qué podrá ocurrir? Divorcios, cuernos, abandonos, orgías, desconfianza, feminismo, traición, afectos desordenados por el ocio, malas compañías, excesivo afecto por el dinero, separación, impudor al vestir; y el fin de la descendencia. Yo no hablo de no comer con pecadores. Pero una cosa es comer de paseo por la calle de pasada x días y otra cosa casarte con ellos, elegirles de sacerdotes, de monarcas o gobernantes o de maridos o esposas. 

A quienes suele alejar la palabra: carlista

  • Resumen: a los pecadores obstinados, que no quieren cambiar.
  • A los cobardes: los que no arriesgan por Cristo.
  • A los ateos: los que niegan a Dios.
  • A los agnósticos: los que pasan de Dios.
  • A los liberales: los que niegan a Cristo en la política o en la plaza, o lo callan.
  • A los impíos: los que no viven con Dios.
  • A los herejes: los que se inventan a Dios.
  • A los materialistas: los que confían más en el dinero y las cosas que en Dios.
  • A los capitalistas: los que buscan más el dinero que a Dios.
  • A los comunistas: los que mienten al pobre para quitárselo todo.
  • A los del PSOE, militantes: los que odian a Dios y quieren quitárselo a los demás.
  • A los del PSOE, votantes: por 10 € de aumento de pensión, les da igual que se asesine a bebés con el aborto.
  • A los del PP: van de decentes, pero no en la práctica y quieren que pienses que son los buenos.
  • A los adúlteros: víctimas de la lujuria, no han pensado suficiente.
  • A los fornicarios: hijos del socialismo y el liberalismo.
  • A los LGBTI, trans, etc. 
  • A los que no son ni fríos ni calientes y por eso Dios, vomitará de su boca.
  • A los que por desgracia viven sólo con la enseñanza histórica de colegios comunistas o academias liberales.

 

El peso de la historia.

Detrás de esta palabra hay miles de personas, toda una historia. Imborrable, porque existe, existió y existirá su verdad, aunque tanto se lo propongan los liberales. No digo que no puedan hacer daño tergiversando la realidad. Pero mientras se le pueda sacar rédito a esta palabra será bueno usarla.

No es lo mismo preguntarle a alguien. ¿Por qué no eres carlista? a… ¿Por qué no eres tradicional?

Surgen otras conversaciones. No se porque… pero el término ha atesorado una riqueza específica sobre:

  • La involucración necesaria del católico en la política.
  • La palabra devenga un propio semblante y carácter aguerrido. 
  • Devenga una explicación de los fueros y de como deben ser las relaciones entre gobernantes y gobernados.
  • Devenga una explicación de la patria católica.
  • Devenga una explicación de la monarquía. Y una reflexión sobre la jerarquía.
  • Devenga una explicación de lo que es el liberalismo y de la importancia de la confesionalidad católica a los malos gobernantes.
  • Devenga una mayor riqueza que sólo preguntarle a alguien si es o no católico. Por desgracia. Realmente preguntar a alguien si es católico debería llevar todas estas implicaciones de ¿Participas en política católica? Pero el término católico, evoca otro tipo de preguntas.
  • El término carlista aporta una valentía con más ímpetu, frente a sólo preguntar si alguien es tradicional.

Tras preguntarle a alguien si es tradicional… puede que no salga hablar de cobardía o valentía. O no se aleje directamente el cobarde. Al hablar de tradicionalismo puede que salgan a relucir las tradiciones de las Españas, cuestión no poca importante. El término carlista, junta otro tipo de gente. 

Los carlistas juntándose, los verdaderos carlistas, dan a lugar a otro tipo de conversaciones, unas conversaciones especiales. E ahí la fuerza del término.

Hace poco una chica entró a la web. Dijo, quiero ayudar. Se afilió. A los pocos días estaba organizando una manifestación. Ella por herencia de su abuelo, que era carlista, tenía una tradición, un espíritu, una forma de ser inconformista con el mal establecido en la sociedad. Le bastó firmar en un papel querer afiliarse. Y que se lo confirmáramos, para, cataplaf. En unos días, manifestación. Este es el espíritu carlista. Me anodada, me sorprende, me deja perplejo la fuerza del término. Increible, maravilloso, apoteósico. ¡ESTO LO HA PROVOCADO EL TÉRMINO, GRACIAS A DIOS, POR SUPUESTO! Pasos sencillos: conocer el carlismo, sentirse carlista (opcional), confirmarse o que te confirmen como carlista

Infiltraciones:

  • Es cierto que o bien porque no somos ninguno perfecto, solo Dios, o porque hay gente confundida, a veces se puede colar alguno malo. Yo confío en que a un infiltrado entre 3 carlistas, se le cace por callado o al hablar. O por lo menos que si no hay certeza, no se le de autoridad. Por que el término carlista trata de eso: de una sociedad de Dios, organizada según Dios. ¿Y si no conoces a Dios? ¿Cómo vas a organizar una sociedad de Dios? Y ya lo dice Dios… quien dice que me conoce, y no cumple mis mandamientos: es un mentiroso. (Ref. 1)

Cómo saber quienes no son de fiar:

  • Preguntando. Si al preguntar preguntar conflictivas, no te responden contundentemente a favor de Dios: malo. Ya sabes que esa persona con cierta probabilidad por donde van a ir los tiros… La contundencia en las declaraciones es un buen factor para medir por donde van a ir los tiros en una persona. 

En conclusión dejo unas preguntas.

  • ¿Qué beneficio puede existir poner la palabra CARLISTA a los títulos de los eventos que hago u organizo? 
  • ¿Qué beneficio puede ser tener un negocio y ponerle la palabra carlista?
  • ¿Qué beneficio puede ser organizar unas partidas de mus carlistas?
  • ¿Qué beneficio puede ser organizar una excursión carlista?
  • ¿Qué beneficio puede ser organizar cineforums carlistas?
  • ¿Qué beneficio puede ser tener una asociación que tenga en el título la palabra carlistas?
  • ¿Qué beneficio puede tener usar en el día a día la palabra carlista?

Imaginemos una vida en clave carlista.

Imaginemos que no vas a tomar una cerveza. Sino que vas al círculo carlista. Imaginemos que no vas a una charla. Sino que vas a una conferencia carlista. Imaginemos que no vas a un concierto, sino que vas a misa a celebrar la conmemoración de la conquista de Granada con tus amigos carlistas. Imaginemos que no estás sólo en un grupo de WhatsApp, sino que estás en un grupo de WhatsApp carlista. Imaginemos que no sólo has organizado quedadas con tus amigos, sino que organizas eventos carlistas con tus amigos. Imaginemos que no luchas por ser popular o LGBT, sino que luchas por ser carlista. Imaginemos que no vas al orgullo gay, sino que vas a una manifestación, excursión o peregrinación carlista. Imaginemos que no vas a una comida, sino que vas a una comida carlista. Imaginemos que no vas a un campamento, sino que vas a un campamento carlista. Imaginemos que no vas solo a un rosario, sino que vas a un rosario carlista. Imaginemos que no eres un político cobarde, mentiroso, vendido y liberal que lucha por el dinero para las causas satánicas, sino que eres un católico carlista, respaldado por la fuerza de Dios, más silencioso, mucho más fuerte que satanás. Imaginemos que no solo cantas canciones, sino que cantas canciones carlistas.

 

Confiar en Dios, es confiar muchas veces en lo que no se ve. Pero se sabe que es de Dios.

¿Te apuntas a tener fe en la fuerza del término? ¿O tirarás la toalla seducido por la popularidad de la depravada Sodoma y Gomorra liberal?

Y así fuimos 1, 2, 3, 10, 100… ¿Qué tipo de España quieres a futuro? ¿Qué te dirá Dios en función del camino fácil o difícil que escogiste?

 

REFERENCIAS.

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