Iván Blanco nos explica el significado de la Cruz de Borgoña
Iván Blanco es economista, funcionario, divulgador y escritor. Como apasionado de la historia y amante de la Tradición nos habla del origen y significado de la Cruz de Borgoña. La Cruz o el Aspa representó a las Españas desde 1525 hasta 1843, 318 años frente a los 176 que lleva la rojigualda representando a España. Hoy es la bandera que nos une con nuestros hermanos de allende los mares, hacia poniente y hacia levante, hacia el pasado y esperemos y depende de nosotros, que hacia el futuro.
Vamos a hablar del origen de la cruz de San Andrés o Cruz de Borgoña ¿Porqué la cruz roja sobre fondo blanco?
Para entender cómo llega el Aspa de Borgoña o Cruz de Borgoña a ser la enseña de España debemos comentar un par de cosas antes. Las enseñas nacionales, no representaban territorios, sino dinastías. Eso es un dato capital que hemos de tener claro, pues con el historicismo posmoderno del que estamos siendo víctimas, se nos intenta hacer creer que las identidades políticas ya tenían representación efectiva en sus banderas. Nada más alejado de la realidad.
Para estudiar la vexilología europea, hemos de profundizar en la heráldica. Así pues el Aspa de Borgoña no representa a España en puridad, sino a la Monarquía Hispánica. En la cúal todo católico y súbdito del rey se sentía representado. El Rey era el elemento aglutinador de las diferentes realidades de las Españas de ambos hemisferios.
Yendo al meollo de la pregunta. La cruz de San Andrés tiene esta forma aspada por el martirio de San Andrés apóstol, del que se dice que evangelizó las tierras del Ducado de Borgoña, del cúal es patrón. Felipe el hermoso, hijo del emperador Maximiliano I, se casa con Juana I de Castilla, hija de los Reyes Católicos. La guardia personal de Felipe I lucía el Aspa de Borgoña.
A su muerte, su hijo Carlos I de España, quién fue coronado Emperador 4 años despúes de ser Rey de España, establecío el Aspa de Borgoña cómo emblema imperial. El color rojo del Aspa, representa el martirio de San Andrés. La pasión del mártir. Y de ese color deviene el elemento común en los ejércitos españoles, hasta hoy día en los fajínes de general. Por eso a España se la relaciona con el color rojo “la roja”.
El color blanco del fondo, es un elemento heráldico tipicamente usado por varias dinastías. Entre las cuales se encuentran los Habsburgo.
Era una bandera original de los Países Bajos que trae Carlos V.
Su Sacra Cesárea Majestad, utiliza por primera vez el Aspa de Borgoña como elemento característico de su reinado en la Batalla de Pavía, en 1525. Sin embargo esta primera bandera, únicamente lleva la cruz lisa sin los nudos característicos de la Cruz de San Andrés. Posteriormente se le incorporan al modo borgoñon, rememorando los troncos en los que se clavó al apóstol en su martirio.
Fue un emblema de los Tercios.
Al morir el César Carlos V, el título de emperador recayó en su hermano menor, y no en el infante Felipe. Sin embargo su felicísima Majestad heredó el Imperio, pero no el título de emperador. Así su nueva bandera que debía acompañar a los Tercios, diferenciados cada uno por su bandera capitana, debía ser de color amarillo, con el aspa en gules.
La elección del color amarillo, se debió a que en las banderas que representaban a sus bisabuelos los Reyes Católicos predominaban los fondos amarillos o dorados. Este color ha estado secularmente muy ligado a España.
Así pues los Tercios que tenían en sus banderas el Aspa de Borgona con sus caracterísicas vexilológicas, estaban acompañadas por el emblema de su Majestad Felipe II. Recordemos por ejemplo la bandera del Tercio de Spínola en la rendición de Breda inmortalizada por Velázquez, dónde la bandera capitana era ajedrezada en blanco y azul con el aspa en medio. Pero existe enorme variedad en los diseños, como el Tercio de Alburquerque, o el Tercio de Lombardía, etc…
Hoy están de moda los Tercios…
Como no podría ser de otra forma. Permíteme que me ponga trascendental, pero la pregunta lo merece. Desde la creación del estado moderno en Francia, que antecede al estado posmoderno, el alma española se ha visto asaltada por el liberalismo que intenta inocular un germen jacobino que nos es extraño y contra el que hemos luchado desde la Guerra de la Convención hasta hoy.
Sin embargo esta evolución natural al posmodernismo que empieza con Juan Jacobo Rousseau, que eclosiona en los años 70, y que aún no ha terminado, ataca al espíritu español en lo medular de dos grandes pilares que han conformado lo esencialmente español. La religión y la autoridad natural, representada en el Rey. ¿Alguien podría sostener que no se ha socavado el principio de autoridad natural y no sonrojarse por tal afirmación?
Bien, ante tal ataque a la esencia de lo español, el alma de unos cuántos se nos revuelve y buscamos la quinta esencia de nuestra nación. Y ¿qué mejor que los Tercios?
El soldado de los Tercios representa lo mejor de un español a lo largo de la historia. Recoge esa tradición de la Reconquista dónde un plebeyo podía convertise en señor si destacaba en el campo de batalla. El soldado de los Tercios podía ser un desahuciado de la vida, un perillán, o un noble, que no se le juzgaba por ello, sino por lo que hacía en el campo de batalla. Los mejores versos que definen ese carácter, los escribió Pedro Calderón de la Barca en su “Soldado español de los Tercios” del que extraigo lo siguiente: “…porqué aquí a la sangre excede, el lugar que uno se hace y sin mirar cómo nace se mira como procede”
Es por ese carácter heroico, tenaz, fiel, abnegado, y por qué no decirlo, religioso también, que creo que los españoles de hoy miramos hacia atrás para encontrar referencias arquetípicas de españolidad. Y los Tercios sin duda viven un buen momento de salud en este aspecto. Es por ello, que libros como el de José Javier Esparza o la obra de Hugo A. Cañete, entre otros, están teniendo tanto éxito. Y espero que siga así.
Años más tarde la recuperó el Carlismo.
Si bien es cierto, que hoy identificamos el Aspa de Borgoña con los carlistas, no siempre fue así. En 1785 Carlos III establece como nuevo pabellón naval la enseña nacional rojigualda para no haber confusión con el Aspa de Borgoña en alta mar, pues otras dinastías europeas utilizaban fondos blancos en sus banderas, (recordemos que las banderas aún eran heráldicas). Sin embargo Carlos III opta por ceder sus colores heráldicos por los colores típicos de las Españas, el oro y gules.
Isabel II la establece como bandera nacional en 1843, tres años después de la finalización de la primera guerra carlista (1833-1840). Durante la I Guerra carlista se usó el Aspa de Borgoña por ambas partes, pero los carlistas llevaban también el Estandarte Real o de la Generalísima, bordada por María de Braganza, esposa de Carlos María Isidro.
Cuando Isabel II cambió a la rojigualda, el carlismo tardío la recuperó para representar la Monarquía Hispánica tradicional, y hoy recordamos a los requetés de 1936 con el Aspa flamenado sobre sus cabezas, y gravadas en sus hevillas del cinturón.
El Aspa representó a las Españas desde 1525 hasta 1843, 318 años frente a los 176 que lleva la rojigualda representando a España. Hoy es la bandera que nos une con nuestros hermanos de allende los mares, hacia poniente y hacia levante, hacia el pasado y esperemos y depende de nosotros, que hacia el futuro.
Javier Navascués Pérez
2 comentarios en “Iván Blanco nos explica el significado de la Cruz de Borgoña”
Marcos Luis Blanco y Centurión
Desde allende los mares, también yo espero que sea la bandera que nos una hacia el futuro.
Juan
Los carlistas de la guerra de 1872-1876 usaban la rojigualda. En contra de lo que se suele presuponer, la cruz de Borgoña no fue un emblema especialmente carlista hasta 1935. Entre la adopción de la rojigualda en 1843 como bandera nacional y del ejército (y las rojigualdas del ejército llevaron una cruz de Borgoña en 1843-1931) y la adopción de la cruz de Borgoña como emblema carlista en 1935 pasó casi un siglo.
Por otra parte, a estas alturas todo el mundo debería saber que en 1785 el pabellón blanco de la Armada española no llevaba cruz de Borgoña. Otra cosa serían las enseñas mercantes y corsarias, pero la de la Armada era blanca con las armas reales ampliadas.