Humberto Pérez Tomé reflexiona sobre su labor como editor de Sekotia
(Una entrevista de Javier Navascués)
Humberto Pérez-Tomé es editor, empresario, escritor y periodista, con varios años de experiencia y buen hacer. En esta ocasión le entrevistamos sobre su labor como editor en la editorial Sekotia y aprovechamos para reflexionar con él sobre la responsabilidad de los editores en general. Humberto tiene muy claro que un libro promueve ideas, trasciende en las personas que lo leen y por lo tanto orienta de alguna forma a la sociedad. La responsabilidad del editor está en la dirección del sentido que decide tomar.
¿Cómo nace la idea de ser editor?
Ser editor es una vocación que se inicia desde mucho antes de enterarte de que lo eres. Hay pasos previos, como la lectura e incluso la escritura personal. Es una llamada que surge dentro de uno mismo a raíz del amor por la lectura, que te lleva a amar al libro y a querer hacer lo mismo que han hecho otros antes para que tú leyeras libros.
La labor es inmensa, apasionante, con una carga emocional por lo que publicas y afectiva por el producto final. Siempre digo que el autor es el “padre de la criatura” pero el editor es el “padrino” necesario.
¿Cómo se fue gestando la editorial Sekotia?
Sekotia en 2002 se fundó como editorial. Más bien como un proyecto personal y un fin concreto: publicar obras que a nuestro juicio eran necesarias y de las que se echaban en falta en las librerías. Publicar libros donde la dignidad del ser humano fuese especialmente el eje principal. Pero desde hace dos años estamos felizmente integrados en Almuzara Libros, un gran proyecto editorial dirigido magistralmente por Manuel Pimentel, que goza en estos momentos de pleno crecimiento y expansión.
¿Cuál es el balance que hace de estos años?
El balance es desigual, sobre todo si tenemos en cuenta las dos crisis económicas por las que hemos pasado. Pero si hablamos de balance como editor y dejamos a parte los resultados económicos, puedo decir que es muy bueno. De un sello que nace con un nombre raro y sin ningún tipo de apoyo institucional, ni financiero, la labor que hicimos hasta el año 2020 fue impresionante. Colocamos libros buenos en contenidos, que el mercado en parte rechazaba por no ser políticamente correctos, y por lo tanto con el prurito de ser un sello que publicaba cosas “demasiado a las claras”, como decían algunos bien pensantes que, sin embargo, admiraban nuestra labor.
Desde 2020, etapa en la que Sekotia se integra plenamente en Almuzara Libros, es una etapa de expansión comercial por la gran labor profesional que realizan los distribuidores y, por otra parte, de giro de imagen y calidad en la edición, gracias a un equipo humano que trabaja internamente en la editorial a la que solo se puede calificar de excelente.
Si tuviese que destacar algunos de los libros más importantes, ¿Cuáles serían?
Esa pregunta es difícil para un editor que busca un objetivo de concienciación: dar un contenido veraz y constructivo a la sociedad. Quiero decir con esto, que no hubiera editado ningún libro que no coincidiera con estos parámetros de actuación. Dicho esto, puedo decir que hay libros que me han movido más por dentro que otros, ya sea un ensayo histórico o social, o una novela. De hecho, quizá hay libros de autores menos conocidos que sin embargo son más potentes en términos generales que los de otro más reconocido o con una carrera como escritor. No todo lo nuevo es peor que lo que ya estaba desde antes.
¿Cuál es la responsabilidad de un editor a la hora de publicar libros?
Creo que un editor debe asumir una responsabilidad moral que no tienen otros fabricantes, si consideramos que un editor lo es, que en realidad lo es ya que el libro también es en sí un producto industrial.
La diferencia importante entre un editor y otro empresario, es que el editor pone al servicio de la sociedad productos ideológicos. Una lata de conservas es buena o no, gusta más o no, pero no compromete las ideas del vendedor ni del comprador. Un libro sí. Un libro promueve ideas, trasciende en las personas que lo leen y por lo tanto orienta de alguna forma a la sociedad. La responsabilidad del editor está en la dirección del sentido que decide tomar.
¿Por qué uno de los pilares de la editorial es la Hispanidad?
La Hispanidad no solo es una palabra, es nuestra esencia. Mucha gente se deja llevar por la ignorancia y en ocasiones suma el sectarismo ideológico. Piensan que es algo propio de fachas o ultra católicos, y no es cierto. La Hispanidad es aquello que nos conforma culturalmente como individuos en el colectivo social. España, Portugal e Iberoamérica no se comprende sin este sentido de ver y vivir la vida.
Me preguntas por qué es importante y te respondo sin ningún género de dudas: porque el mundo está en una guerra que se combate en lo cultural: la Hispanidad y el anglosajonismo, que son dos cosmovisiones antagónicas de la vida y que combaten en la sociedad, con los medios de comunicación y la política, para ganar la guerra final.
La Hispanidad es la esencia de la vida, abierta a los demás, universal –por lo tanto católica-, con una concepción religiosa de la vida que nos lleva a percibir a los demás como al prójimo. La Hispanidad es integradora y por eso España en el Nuevo Mundo hizo la labor que hizo y que a pesar de sus sombras están sus luces como el mestizaje, la lengua unificadora y la caridad.
La naturaleza anglosajona es individualista, racista y tolerante porque no puede nada más que aceptar lo que se encuentra o destruirlo, como ha sucedido con los indios americanos o los aborígenes australianos… Es colonizadora y depredadora, explota los recursos y las personas y se va sin dejar nada a cambio. Solo hay que ver el rastro que ha dejado el Imperio Británico allá donde estuvo como la India, Sudáfrica o Australia. Mira solo por el éxito personal, que se vale de los demás para alcanzarlo.
¿Por qué es importante reivindicar la Hispanidad y refutar la leyenda negra?
Por lo que decía anteriormente, porque a pesar de que las evidencias históricas están a la luz de todo el mundo, desgraciadamente hay cientos de miles de personas que siguen creyendo que los españoles son el verdadero destructor, que los ingleses y sus derivados son los grandes hacedores del mundo. Todo forma parte de la leyenda negra y mentirosa que sigue viva haciendo mucho daño en España e Iberoamérica. Una leyenda que los políticos españoles, que actúan servilmente en este caso, y que no saben por ignorancia o por maldad defender a España, a su historia, al maravilloso poder que es un idioma distribuido por el mundo como ningún otro y un empuje que puede, como lo ha hecho ya en otras ocasiones, con todo lo que se ponga por delante. La política española es lacaya del anglosajonismo aparentemente dominante, por medio del globalismo estadounidense y dominante.
¿Por qué es importante defender la dignidad humana y la ley natural?
Hay personas que esto lo consideran que es un problema de la Iglesia, los curas o los católicos, y es un grave error, porque se desfigura la vida marginándola solo a un aspecto, el religioso. Se trata de un problema de justicia natural. Sencillamente, es una aberración que el ser humano mate a otros seres humanos por el hecho de serlo y, además, a través de un supuesto derecho de las mujeres, si nos referimos al aborto.
Han roto la familia y han anulado al hombre como individuo copartícipe de la reproducción humana. Al final, dejan sola a la mujer tomando decisiones que van en su contra. Lo considero un tremendo fracaso social y político, que la solución de los problemas pase por matar al no nacido, al enfermo o al anciano desvalido.
Es importante defenderla y difundir el valor humano de las personas desde su concepción hasta la muerte natural, por dignidad humana. Pero también porque cada paso que se da en esa dirección, es un paso que va en nuestra contra aunque pienses que el aborto de la otra o que la eutanasia del otro no nos afecta personalmente. Es un error gravísimo, porque esa indiferencia es la autopista que nos llevará tarde o temprano, a los tuyos o a ti mismo.
¿Qué valor añadido aporta su editorial?
El valor añadido de rellenar un hueco casi vacío. El valor que da la valentía de estar solo, pero estar. Y personalmente, la maravilla de que cuando descubren que eres tú el editor de Sekotia te felicitan, te animan. Descubres que tu trabajo llega a mucha gente por eso, porque aportas valor añadido.
¿Qué futuros libros tienen en proyecto?
Tenemos en el plan de edición varios libros. Entre otros, por ejemplo, uno de historia sobre las guerras de religión, que mucha gente desconoce el por qué y qué sucedió; otro sobre la mal llamada Reforma de Lutero y la labor de la Iglesia, especialmente con el concilio de Trento. En narrativa, una preciosa historia de un hospital de campamento que organizó un médico polaco al terminar la Segunda Guerra Mundial y que salvó a miles de soldados, refugiados y ex internos de los campos de concentración, basado en un hecho real. También tenemos un ensayo social interesantísimo sobre el nuevo perfil social que ha desplazado a los denominados “progres”, con un autor muy potente. Y tenemos mucho más para este año, que promete ser verdaderamente interesante e iremos dando a conocer.
¡En fin, como ves tenemos mucho que dar!