El golpismo de Puigdemont: Estado, nación, Fueros
Perfilemos lo ocurrido, que aúna el deseo final de los Puigdemont y la actual situación en la que ellos están y ofrecen al resto de España.
Ya están tratando los independentistas de poner en práctica su deseado Estado confederal (del que por otra parte se vanagloriaba Otegi el otro día para Euzcadi incluyendo en ella al viejo Reino de Navarra): Felipe (VI) y sólo Felipe que es una figura pública sin gran contenido aunque muy respetable, y la República catalana. Eso quizás por ahora, porque tal figura desaparecerá en la praxis y con el tiempo conforme a la ideología nacional-separatista.
Aquí hay dos grandes errores previos que han indo dando poco a poco origen al conflicto en España: atribuir la soberanía a la Nación española, y atribuir la soberanía a la Nación catalana. Hablo de la soberanía como concepto “moderno”, como el Dominado romano, que no el Principado. ¿Es la soberanía un YO colectivo ABSOLUTO? ¿Es una voluntad ABSOLUTA? (Más cosas diríamos). Este es el error previo de las dos partes, aunque el caso español en diferente ya que la gente o pueblo -no ya lo escrito en los papeles del Estado- entiende tal soberanía de otra manera al nacionalismo moderno, como diremos. Unidos en ese error, quien afirma como verdadera la soberanía en la propia parte, la niega rotundamente (no podía ser menos) en la otra.
Ello no quita para que defendamos que los Puigdemont han dado un GOLPE DE ESTADO: lo dieron y consumaron a comienzos de septiembre y lo terminaron de consumar ayer, basados desde luego en trampas y mentiras. Sí, terminaron de consumarlo ayer mismo declarándose independientes de España aunque para darle un perfil de “confederación” que hemos dicho. ¿Se negociará algo? (Dios quiera que no). Lo de suspender la declaración de independencia, una vez hecha, no es más que el deseo de crear dicha confederación de Estados, que a su vez expresa.
El error es el Liberalismo, la soberanía nacional entendida como hace el liberalismo desde la revolución francesa. Y antes, es el error de las monarquías verdaderamente absolutas (por ejemplo las luteranas).
Otra cosa es entender “soberanía” (yo pondría otra palabra como “jurisdicción”…) como la necesidad de tener en cuenta -y de verdad- los lazos indestructibles hacia el otro y del otro hacia uno mismo. Decimos indestructibles porque no dependen de la voluntad sino del Derecho, de las obligaciones hacia los predecesores y los conciudadanos, de la herencia de los padres, de la vida en común en el tiempo, y también ede los derechos adquiridos de diferente naturaleza (social, económica, de formas de vida, de paisaje humano y físico, de relación…). Por eso España es una nación, una unidad, una unidad en la variedad y una variedad en la unidad. Esto último no quieren entenderlo los nacionalistas en Cataluña y lo entiende cualquier español no nacionalista (aunque se digan constitucionalistas, porque en general tales no saben que la Constitución toma el término soberanía al estilo moderno revolucionario. Si no, ¿por qué la soberanía nacional acepta el aborto, que es asesinar a los propios hijos?… Ya dijo alguien que matar a los hijos es matar finalmente hasta la convivencia y la unidad.
Del ” mundo antiguo”, de la tradición catalana y española, los Puigdemont dirían que toman el PACTISMO, pero de hacerlo lo harían viciándolo con las ideas de soberanía moderna, del Estado absoluto, del voluntarismo y del racionalismo. Por eso el nacionalismo es antitradicional y el fascismo fue nacionalista y revolucionario.
Del “mundo antiguo”, de la tradición catalana y española, los Puigdemont dirían que toman el PACTO ENTRE IGUALES. Recordemos que Navarra, tiene Fueros como PACTO entre iguales: Navarra pacta con el resto de España, Navarra REINO POR SI se incorporó a la Corona de Castilla mediante pacto eqüe-principal con la nueva reina Juana y las Cortes de Castilla en 1513 y 1515. Lo malo es que los nacionalistas confunden el pacto tradicional con el realizado entre DOS ESTADOS modernos iguales y con soberanía moderna. Su planteamiento está viciado de raíz. Por eso el nacionalismo -en España los nacionalismos periféricos son muy coherentes y llevan todo a sus últimas consecuencias- es fascista y totalitario.
¿Probarán todos, unos y otros, con RECONOCER los Fueros? Los Fueros son derechos propios, históricos, pre constitucionales o para constitucionales, basados en el Fuero privado que funda el fuero público, en la costumbre hecha ley. Los Fueros no son un acto de voluntad fundante sino una transmisión y organización de vida en el tiempo, tienden a la unidad (no a la división) y están al margen del juego aleatorio de la partitocracia y oligarquías de poder.
Muy mal los Puigdemont. Muy bien los que le respondan desde la negación de la soberanía moderna de un YO colectivo y absoluito, pues no se puede estar por encima de las costumbres, de las instituciones sociales, de la historia, de la convivencia entre los diferentes, de las libertades sociales, de los cuerpos intermedios, de la representación orgánica y libre, de la subsidiariedad clásica, de los padres (patria procede de pater -como matria de madre-), del derecho natural y de la religión católica en sí misma y también por ser la de los españoles en general.
El GOLPE DE ESTADO realizado por los Puigdemont no puede permanecer en pie. Que Cataluña sea ella misma. Que no se negocie con los independentistas y golpistas, lo que no será necesario pensar si se retoma la verdadera tradición catalana. La bandera de España no puede ser utilizada por nadie, que es de todos. Como la bandera del principado de Cataluña.
Perdón por lo largo. Estaban avisados. Y gracias.