El comunismo de 2018 busca resarcirse de su derrota en 1939
Si la llamada memoria histórica que imponen hoy es selectiva, el conocimiento histórico cuenta la verdad de las 4.335 familias con muertos en el frente a las que la Diputación Foral de Navarra les entregó una medalla conmemorativa en 1961, la verdad de los 4.699 muertos en combate (archivo HCVC; 4.704 Salas Larrazábal), y la de los 42.937 combatientes de una población de hecho de 345.883 (Salas). Asombroso.
Con mala memoria, quieren olvidar el reguero de sangre de ETA, otros golpismos, y preparar planes de futuro, con muchas víctimas ninguneadas por interés partidista.
El comunismo no es una fuerza española ni democrática. Aprovechó las divisiones internas y fomenta el separatismo con el contento burgués del PNV etc. Para dividir y enfrentar, utiliza la mentira, útil como arma revolucionaria, en lo se le unen los separatistas. Sí, “los pueblos tradicionales, cuando son infectados por ideologías modernas sustitutorias de su fe, se revuelven furiosos” (de Prada).
La guerra civil española es la única guerra que el comunismo perdió en el siglo XX. La empezó en 1934 -la Revolución en Cataluña y Asturias- y en 1936 preparaba otra revolución que los sublevados atajaron. Las dos veces perdió. De ahí su odio a todo lo que les recuerde su derrota que jamás han perdonado. Se escudan en la democracia pero no son demócratas. Se esconden en la República burguesa pero la hicieron saltar por los aires, conquistándola desde dentro. Masacraron al POUM trostkista y a los anarquistas. Se esconden en represiones de retaguardia que manipulan en sus estudios, y callan lo que por su parte hicieron los revolucionarios.
Los españoles han olvidado todo esto por su edad, por los libros de Secundaria y Bachillerato, por los medios de comunicación, por el intrusismo que ha sufrido la ciencia historia desde profesores de ciencia política, sociología e investigadores que ni siquiera hicieron la carrera de Historia. Sobre todo porque quienes debieran contar la verdad no lo han hecho.
El monumento de Navarra nada tiene que ver con la represión, pues el espíritu de los bravos combatientes se expresa en estas dos cartas (archivo HCVC).
La primera. Francisco Ramia Hiraldo, Cabo de la Guardia Civil de fronteras, escribía a Don Blas Goñi, canónigo de la Catedral de Pamplona, desde Urdués (Huesca), el 23 julio 1942. La carta transcrita dice así:
“+/ IHS/ D.P.R./ Urdués (Huesca) 23 julio 1942 / Muy Ilustre Señor/ Doctor Don Blas Goñi / Canónigo de la Santa Iglesia / Catedral de/ Pamplona/ Ilustrísimo Señor; Despues de mi saludo cariñoso hacia V. S. y esa Tierra Santa de Navarra y hermanado con ella y la verdadera Causa de Cristo Jesús, haré mi presentación y seguidamente la petición por la que a V. S. me dirijo. Mi bisabuelo luchó bajo la “Sacrosanta bandera” de la Tradición y mi casa ha sido un hogar en donde mis antepasados han venerado y defendido hasta la muerte la doctrina y principios de nuestros llorados Reyes muertos en el destierro. El 9 de julio del 36 a las 2 de la madrugada porque el clarin de la Tradición mandaba salir a morir por el triunfo de nuestro Ideal; sali yo de mi hogar con mis 22 años a morir con la misma prenda que mis antepasados llevaron. Terminó la lucha y hoy de Cabo de la Guardia Civil de fronteras; aquí estoy en este pueblecito de Urdués en la provincia de (Huesca); mirando nuestro “Pensamiento Navarro”, vi cuando se creó la “Hermandad de Caballeros de la Cruz”, quise escribir entonces para ver si me admitian como hermano ya que yo el 1er dia salí de mi casa por el triunfo de Dios y de mi Rey Alfonso Carlos I, pero no sabiendo a quien dirigirme no lo hice. Hoy me atrevo a dirigirme a V. S. como Padre espiritual y porque paréceme siente mis misma Ideas para que vea a ver lo que necesito para pertenecer a esa Hermandad, comunicándomelo para llenar todos los requisitos e ingresar en ella para asi mejor poder defender a Cristo Jesus. / Aprovecho gustoso esta ocasión para reiterarme de Vd. affmo. S.s. y rogando por el reinado de Cristo en España, firmes en nuestros principios que son los salvadores se despide de V.S. hasta la suya quien se encomienda a sus oraciones / Francisco Ramia (firma y rúbrica)/ Francisco Ramia Hiraldo / Cabo de la G. C. de fronteras” (manuscrita, 166 x 226 mm.)
En otra ocasión, el abogado y notario Fernando Fernández Savater junto a José Luis (San Sebastián 14-III-1940) solicitaban el ingreso en la Hermandad, los Estatutos, y una Misa de sufragio por su otro hermano y mártir Carlos Luis, “que admiró sintió como nadie la España católica, caballeresca y tradicional” (165 x 23o mm.).
La segunda. Veinte años después, el 20-IX-1962, el prior de la HCVC, a la sazón don José María Echarri Loidi, escribía una significativa carta a Salvador Nadal sobre lo que luego hemos visto que ha ido ocurriendo. La carta dice así:
“Pamplona 20 de septiembre e 1962 / Sr. D. Salvador Nadal / Algeciras (Cadiz) / Mi querido amigo y hermano en Fé y armas: Recibí el giro postal de treinta ptas. y tu cariñosa carta del o de los corrientes, adjuntando los correspondiente recibo./ No sabes con cuánto interés he leido todo lo que se refiere a lo que teneis que sufrir por ahí, por el mero hecho de ser católicos por encima de todo y carlistas. Los que antes eran rojos, lo siguen siendo casi todos, soñando que vuelvan aquellos tiempos ominosos de persecución religiosa y de persecución de las personas de orden que sufrimos durante la nefasta república de 1931, hasta que un 18 de Julio de 1936, cansados de tanto atropello y todo lo divino y humano, empuñamos las armas en legítima defensa de los ideales religiosos y de nuestra querida España para que no fuera hollada por la bota del comunismo ateo y materialista. Y como el enemigo no perdona el que fuera vencido, al amparo de la paz que nosotros ganamos para todos los españoles y a la sombra de la magnanimidad de los que deseamos que los que fueron un día nuestros enemigos reconozcan sus equivocaciones y vuelvan al buen camino, trabajan sin desmayo animados hasta por los que fueron perseguidos por éllos, como se vió palpablemente en la traidora reunión de Munich, en la que un despechado -Gil Robles- y otros que sueñan con la democracia del pueblo, se dieron la mano para derribar todo lo existente, diciéndose católicos. Farsantes!!! / Sigamos sosteniendo nuestros ideales que son santos porque primero ponemos a Dios y luego lo demás: Patria y Rey, pero el legítimo (…)”.
¿No es todo esto clarividente? Tras varias consideraciones y al constatar que habían derribado, al parecer intencionadamente, la Cruz del Via Crucis de Montejurra que estaba sobre la roca, y el propósito de reconstruirla la próxima primavera, el prior Echarri Loidi añade: “Luego para que nos digan que debemos olvidar lo pasado. De ninguna manera. Perdonar si, lo hicimos hace mucho tiempo, pero olvidar, de ninguna manera. El enemigo vigila y nosotros no podemos dormirnos, sino combatir por todos los medios las ideas disolventes y sostener sin vacilación los santos ideales que defendimos con nuestra sangre en la Cruzada. Qué mas quisieran los enemigos de la religión católica y de España! Adelante, pues (…)” (mecanografiada, 155 x 215 mm.). (Se respeta la ortografía).
Publicado en el quincenal “Siempre P’alante”, nº 809 (1-VII-2018), pág. 14