Diego Fierro analiza los aspectos más interesantes del juicio a los políticos separatistas
Diego Fierro es licenciado en Derecho por la Universidad de Málaga y colaborador de diversos medios de comunicación. Fue colaborador del diario Sierra Norte Digital y sigue colaborando con El Correo de Madrid, analizando cuestiones de actualidad desde un punto de vista jurídico con los matices políticos que corresponden en cada caso. En esta entrevista analiza como está transcurriendo el juicio contra los políticos separatistas catalanes.
¿Cuál es el balance que haría del juicio hasta ahora?
En líneas generales, el juicio se está desarrollando de una manera mucho más tranquila de la que se podía esperar hace un año. Las vistas han seguido hasta ahora el curso normal de las actuaciones, sin incidentes llamativos, aunque si están quedando muchas anécdotas por disputas y pequeños conflictos entre las partes que, ciertamente, eran previsibles dado el objeto del proceso y lo que hay en juego.
En particular, me gusta destacar la delicadeza que el tribunal está mostrando con las garantías procesales, que no está obstaculizando la firmeza de Manuel Marchena en los momentos en los que debe limitar las preguntas y determinadas actuaciones de los abogados que están resultando excesivas en algunos momentos.
¿Cómo valora que haya sido grabado en vídeo y seguido por la gente?
Aunque al principio planteaba inconvenientes por la utilidad e importancia que tenía para los líderes independentistas la difusión de las vistas a los efectos de difundir su mensaje, como ya se pudo comprobar con las declaraciones de Oriol Junqueras, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, hay que valorar positivamente la divulgación de las sesiones del juicio por muchas razones.
Por un lado, en lo que se refiere al juicio por los independentistas en particular, hay que destacar que la posibilidad de ver a través de Youtube los trámites probatorios que se están desarrollando está ayudando a evitar que los acusados puedan construir un discurso basado en abusos y en violaciones de derechos fundamentales en el proceso con el que desacreditar directamente a Manuel Marchena y a los demás magistrados que forman parte del tribunal que está presenciando la práctica de las pruebas.
Por otro lado, en general, se puede decir que el material que se está recopilando con los vídeos resultará muy útil para la formación de los estudiantes de Derecho en lo que respecta al proceso penal, que se rige principalmente por la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que es de 1882 y que resulta de complicada asimilación.
El juicio es un gran escaparate de cara a Europa…para bien y para mal.
Si, tanto para el Estado como para los independentistas catalanes. El problema es que por ese mismo juicio se han descubierto grandes errores, tanto en acciones como en omisiones, del Gobierno de Mariano Rajoy, que podría haber hecho mucho más para evitar que se tuviera que llegar a un juicio contra líderes independentistas por actos que se podrían haber evitado obrando con más firmeza.
¿Qué trato se le está dando por parte de la prensa?
Considero que el trato de los medios de comunicación está siendo bastante prudente, aunque es cierto que las posiciones que se fueron observando antes del inicio del proceso se están reproduciendo por motivos editoriales y políticos con motivo del juicio. Diarios como El Mundo y El País están difundiendo las noticias sobre el juicio de una manera algo más crítica con los independentistas catalanes que otros medios como eldiario.es, que están, por medio de sus columnistas, apoyando a los acusados de manera evidente.
¿Cómo valora las tácticas de defensa de los acusados?
Con el paso de las semanas, las actitudes, que han resultado diversas, han ido cambiando, pero hay algunos abogados de las defensas que han atraído mi atención por desarrollar su actividad con señas de identidad que han perdurado. Por un lado, por su carácter y su fiereza, Andreu Van den Eynde, que está demostrando ser un gran orador al que le falta precisión en el manejo de los hechos que forman el objeto de la controversia y que ha buscado en demasiadas ocasiones el enfrentamiento con Manuel Marchena, y Jordi Pina, que ha estado actuando, en líneas generales, de un modo adecuado y certero, pero también le cogió el gusto a buscar el choque con Marchena por actuar de forma desproporcionada en algunos interrogatorios. Por otro lado, por su profesionalidad y serenidad, Javier Melero y Marina Roig, que están obrando de un modo que me resulta atractivo porque están impartiendo lecciones de cómo hay que trabajar en un proceso penal, delimitando adecuadamente los hechos que deben entenderse como probados y buscando los puntos débiles de los testigos hostiles para desacreditarles ante el tribunal.
En realidad se les ve menos gallitos y más cobardes…
Sí, tras las declaraciones de los miembros de la Policía Nacional y de los guardias civiles, por la crudeza de sus relatos y la fiabilidad que, en la mayoría de los casos, han mostrado, los abogados de los acusados que estaban buscando más choques han tenido que ir alterando algunos aspectos de sus respectivas estrategias, pero algunos sacan a relucir de vez en cuando sus ganas de buscar el enfrentamiento con los testigos hostiles.
En general han bajado el tono y se muestran más correctos…
Sí, porque han comprendido finalmente que Manuel Marchena no va a picar en los anzuelos que han estado intentando poner para conseguir discusiones o reproches por parte del magistrado que les puedan servir para impugnar una eventual sentencia condenatoria alegando falta de imparcialidad del Tribunal Supremo ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
De todos modos, seguirá habiendo ocasiones en las que algunos de los abogados volverán a elevar el tono, pues sus clientes se juegan la libertad y el letrado que tiene una forma de ser en el estrado no puede inhibirse permanentemente estando durante un largo periodo de tiempo bajo una gran presión.
Muchos de ellos como Junqueras incluso llegaron a decir que aman a España…
Si amaran a España de verdad no habrían buscado sembrar el conflicto en la sociedad catalana manipulando la educación, marginando a los castellanohablantes y dividiendo a la población de Cataluña para enfrentar a sus ciudadanos.
¿Hasta que punto puede colar ese discurso de que lo hacían en nombre de la democracia y el sentir de un pueblo?
Es pura demagogia para lograr fines propios justificando, con los intereses generales, conductas absolutamente irracionales. En los últimos procesos electorales que se han celebrado a nivel autonómico en Cataluña, los partidos políticos independentistas no han logrado alcanzar el 50% de los votos, y, si efectivamente hubiera un apoyo mayoritario a la independencia catalana en ese territorio, ya se habría iniciado hace tiempo una reforma constitucional para permitir la secesión de Cataluña.
Es desconocimiento de la ley (suponiendo que lo hubiera) no exime de su cumplimiento…
Ciertamente, en el Derecho Penal no rige esa regla del artículo 6 del Código Civil en toda su amplitud debido a la previsión del artículo 14.3 del Código Penal, pero es difícil imaginar que obraron pensando que su conducta era lícita, pues los acusados conocían perfectamente el marco constitucional y recibieron notificaciones de resoluciones del Tribunal Constitucional y numerosos mensajes con referencias a la normativa.
¿Hasta que punto sabían que era grave lo que hicieron?
Tenían que saberlo con bastante precisión, pero confiaban, seguramente, en la pasividad del Gobierno y en su propia capacidad para construir un relato mediático que, fundamentalmente en el plano internacional, ha servido para conseguir muchos simpatizantes del secesionismo catalán que se han creído la falsa idea de que España “roba” a los catalanes y les oprime obstaculizando el ejercicio de derechos fundamentales y de libertades públicas.
Destacaron mucho las declaraciones de Trapero que acusó directamente de irresponsabilidad a Forn y a Puigdemont….
Esas declaraciones son muy relevantes porque ayudan a verificar que Forn y Pugidemont conocían las consecuencias de sus decisiones en relación con la votación del día 1 de octubre de 2017, pero no van a ser totalmente concluyentes debido a la complejidad de la causa.
¿Qué otras declaraciones de los testigos destacaría?
La de Iñigo Urkullu, que aportó mucha luz sobre la parte política del caso, las de Molinero y Ferran, que avalaron las afirmaciones de Trapero, y las de los guardias civiles y agentes de la Policía Nacional que narraron con total precisión los hechos relativos a varios momentos producidos en la etapa más activa de la promoción del secesionismo catalán.
¿Cómo valora la actuación de la acusación particular de Vox?
En algunos tramos de las primeras sesiones no me pareció nada desacertada, pero, con posterioridad, ha habido momentos en los que me ha resultado un poco decepcionante. Puedo hablar del interrogatorio a Trapero, en el que a los abogados de Vox se les olvidó preguntar al testigo sobre el contenido de las reuniones y las manifestaciones que él realizó ante Carles Puigdemont, pero también se han visto otros descuidos.
Al final más que los testigos, lo que es determinante son las pruebas….
Si, así es. El problema va a estar principalmente en la prueba documental y en la reproducción de los archivos de imagen, vídeo y sonido, pues, aunque de las declaraciones de los testigos se puede deducir que hay motivos suficientes para condenar por rebelión, los abogados de los acusados han descubierto buenas opciones para la defensa con algunas grabaciones que han intentado enseñar, sin éxito, a los testigos hostiles.
¿Usted cree que acabará en rebelión, sedición o desobediencia?
Teniendo en cuenta las pruebas practicadas hasta ahora y las diferencias que puede haber en el tribunal, lo más probable ahora mismo es que, en el caso de acreditarse todos los hechos, se imponga una condena por el delito de sedición. La violencia que constituye un elemento esencial del delito de rebelión es de difícil verificación en este proceso y, como probablemente se buscará por Manuel Marchena una sentencia de consenso con la que se eviten los votos particulares que puedan facilitar una condena a España por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, la opción más viable, en el caso en el que proceda determinar una pena, es la del castigo por sedición, que sería menor que una pena por rebelión, pero mayor que una pena por conspiración para la rebelión.
¿Se atreverá Sánchez a indultarlos?
Si él lo necesita y llega a tener la ocasión, lo hará. Ya ha demostrado durante los últimos meses que no le importa ceder ante los independentistas catalanes a cambio de los apoyos políticos que pueda necesitar.
Espero que no influya quién gane. Todo tribunal debe ser absolutamente imparcial y alejarse de las vicisitudes políticas, pues los jueces y magistrados forman parte de un poder del Estado con funciones que tienen que ejercer pensando, únicamente, en lo acaecido a lo largo del proceso.
Javier Navascués Pérez