Cruz de Borgoña: Los vendeanos, los mártires franceses
Gabriel De Carlos Muller, el joven pelayo guipuzcoano, cumplió 12 años el pasado 2 de abril. A pesar de su corta edad, nos sigue obsequiando con sus artículos, siempre con tono de admiración hacia nuestra historia, hacia los héroes de la patria y a los Santos de Dios. Su estilo de redacción mejora, sus reflexiones son más profundas, y se nota, al leerle, que aspira a imitar a los protagonistas de sus relatos.
También puede detectar el lector, que no es simplemente un texto anecdótico sobre las maravillas del ejemplo de vida de los mártires, sino que también plantea un análisis muy bueno de aquellos aspectos que han marcado el movimiento revolucionario hasta nuestros días, con distintas formas de violencia y atentados contra el orden natural. Todo fruto de horas de lectura e investigación guiada por sus padres, que tan solo responden a la sed de saber, a la curiosidad de Gabriel.
Hoy, este joven de Cruz de Borgoña nos trae “Los vendeanos, los mártires franceses”. Disfrútenlo.
(Artículo dedicado a mis amigos carlistas de navarra, por la acción contra la campaña del ministerio de igualdad en las marquesinas del bus en Navarra).
Al grito de «libertad, igualdad y fraternidad » los revolucionarios franceses masacraron a centenares de miles de personas únicamente por ser católicos y contrarrevolucionarios.
La Revolución Francesa es responsable del primer genocidio moderno.
Al frente de todo el pueblo vendeano unos líderes naturales de leyenda, empujados por su gente a ir al frente, dieron una lección de valentía y santidad.
Fue una verdadera fábrica de héroes y mártires, de gigantes como los llamará Napoleón.
Con la revolución :
- El poder real pasó de manos del rey a los burgueses.
- Para evitar futuras restauraciones se ejecutó en “ nombre de la libertad” al Rey y a su familia.
- Se introdujo el matrimonio civil.
- Se facilitó el divorcio.
- Se equiparon los hijos legítimos a los naturales.
- Se logró la subvención de las prostitutas para mantener a la plebe ocupada.
- Se procedió al asesinato de todos los detenidos por “sospecha” contra la República.
- Se ejecutaron miles de sacerdotes, religiosos y religiosas por solo el hecho de profesar la Fe y se profanaron las tumbas y los lugares sagrados.
Entonces la Vendée se alzó en armas para defender a Dios y al Rey.(Dieu et le Roy)
Hay anécdotas increíbles de algunos héroes.
Una de ellas es la de Henri de la Rochejacquelein nacido el 30 de agosto de 1772 en una antigua familia cuyos orígenes se remontaban a la época caballeresca.
En cuanto la guarnición republicana instalada en Cholet se enteró de que “el jefe bandido” y los suyos andaban refugiados en el bosque de Nas ordenó la quema inmediata del lugar.
Atrapado ya entre las llamas el generalísimo a caballo fue sorprendido en una emboscada y dio la señal de retirada, cuando unos soldados vendeanos se disponían a disparar a dos republicanos que estaban huyendo armados; ” Deteneos -dijo a los suyos-, yo los perdono”.
Y en el momento en que el nombre de La Rochejaquelein fue pronunciado, uno de los soldados agraciados lo apuntó diciéndole:
“ Mi gobierno dice que te mate.”
Y él le respondió:
“Mi Religión dice que te perdone.”
Finalmente el republicano lo disparó con su fusil a pocos metros y lo mató .
Era el 28 de enero de 1794. Murió como un santo vendeano.
Otra anécdota es la última de Charles Bochamps, nacido en una familia noble de las más antiguas de la región de Anjou que se gloriaba de remontar sus orígenes hasta Carlomagno…
Después del desastre de Cholet, las fuerzas realistas arrastraban consigo a 5.000 soldados prisioneros. Los encerraron en la iglesia abacial de Saint-Florent. Los soldados necesitaban fusilar a los prisioneros para poder moverse con agilidad. No querían liberarlos. Sabían que de hacerlo inmediatamente volverían a luchar contra ellos. Ya no podían fiarse de la palabra de esos soldados perjuros mil veces perdonados.
Cholet se negaba. Quería liberarlos.
Entonces hubo una batalla en la que los republicanos hirieron mortalmente a Bochamps.
Los vendeanos estaban tristes al verle con una herida que lo podía matar y él les dio calma y les consolaba. A su subordinado le dijo “ Amigo, indudablemente es la última orden que les daré, asegúrame que será ejecutada.”
Y Bochamps gritó : ‘¡Perdón!’ ,’ ¡Perdón!’ ,
‘ ¡ Liberar a los prisioneros ! ‘.
Y los republicanos presos fueron salvados.
Finalmente murió con 33 años, la misma de Cristo al morir en la Cruz.
Sin duda este era un desafío a toda lógica militar, un verdadero reto frente a la barbarie que los rodeaba.
Los vendeanos sabían amar y perdonar a sus enemigos que eran anticatólicos y que asesinaban a todos los que eran contrarrevolucionarios o tradicionales. Hay que tomar ejemplo de unos hombres que perdonan a sus enemigos aunque estos destrocen sus casas, maten a sus familias y saqueen sus cosechas.
José Antonio Primo de Rivera, cuya tumba va a ser profanada el lunes 24 de abril (día de su cumpleaños) dijo:
‘Cuándo España encuentre una empresa colectiva que supere todas estas diferencias, España volverá a ser grande como en sus mejores tiempos”.
Esa empresa colectiva ya la encontramos los carlistas hace tiempo, “no tenemos otra“: La lucha por el reinado social de Jesucristo. La Cristiandad.
¡ Viva Cristo Rey !
¡ Viva la Vendée !
Un comentario en “Cruz de Borgoña: Los vendeanos, los mártires franceses”
José Fermín
Felicidades, Pelayo… Gracias por lo escrito, es un mensaje muy requetebueno. Aúpa. Y las imágenes, preciosas.