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29 de junio de 2019 2 / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / /

Consagración de España al Corazón de Jesús

En cursiva nuestros comentarios

El obispo de Getafe invita a los fieles a renovar el 30 de junio la Consagración de España al Corazón de Jesús

El actual obispo de Getafe y su obispo auxiliar, han escrito una carta pastoral en la que invitan a todos los fieles de su Diócesis y a los de toda España a unirse «con devoción profunda» a la renovación de la Consagración de España al Corazón de Jesús, que se celebrará el próximo 30 de junio en el Cerro de los Ángeles.

Así es como la Diócesis de Getafe conmemorará el centenario de la Consagración realizada en 1919 por Alfonso XIII.

«Sin ignorar las connotaciones sociopolíticas de la consagración de 1919, formulada por S.M. el Rey Alfonso XIII en nombre del pueblo español”, los pastores quieren desvincular el acto del próximo 30 de junio «de cualquier lectura política o de nostalgias de épocas pasadas», pues pretenden que sea una celebración para «rezar por el bien de todos cuantos formamos la realidad de España».

Nunca pensé que tal consagración tuviese connotaciones políticas. Se lo dice un carlista para quien Alfonso XIII era lisa y llanamente don Alfonso de Borbón. Lo realizado entonces por don Alfonso fue un acto político de política cristiana que debiera condicionar a los gobiernos de España.

No es ésta una política de la que haya que justificarse tratándose de un acto de semejante importancia. Lo que hizo don Alfonso estuvo muy bien. Y ello aunque la historia oficial, la que siguen los purpurados, omitan que fue Carlos VII quien ya en 1875 estuvo en la consagración al Corazón de Jesús en la villa de Orduña, en su nombre, de las instituciones y de sus Ejércitos.

El término “nostalgia” es poco acertado, porque sí es bueno tener nostalgia de lo bueno perdido, siempre que esté equilibrada con la reivindicación y la acción en el presente. En España ya se está teniendo nostalgia de la contención del laicismo radical hacia 1978.

entendemos la renovación de la consagración como un acto de piedad de los fieles católicos en España que desean responder a las exigencias evangelizadoras del momento presente”.

No nos cabe duda alguna. Además quisiéramos que fuesen las más altas autoridades de España las que estuviesen presentes, e incluso consagrasen España al Corazón de Jesús. Sin duda, pedirles esto último es pedirles demasiado, en un país donde se expulsó a Dios de la Constitución, y se ha legislado a favor del asesinato del más inocente como es el nasciturus. Desde entonces, la monarquía ha quedado gravísimamente herida y a la deriva. En este muladar de leyes que sufrimos los católicos españoles -¿y aún algún otro purpurado se pregunta por qué la gente cada vez va menos a la Santa Misa los domingos y fiestas de guardar?-, somos nosotros los que no permitiríamos que cumpliesen su deber de una consagración tal de carecer del exigido arrepentimiento

«la consagración no es un acto de reivindicación de una situación sociopolítica del pasado, sino un ejercicio de devoción mediante el cual confiamos la realidad de nuestra patria -sus miembros, familias, pueblos e instituciones- al Corazón de Jesús».

Es paradójico que tenga que decirse esto previniendo posibles malevolencias del laicismo más corrosivo instalado en los medios de comunicación, los políticos, y ciertos grupos de presión. A eso hemos llegado en esta España aconfesional, en la que nos decían que al final se había llegado a una imposible fórmula de equilibrio… entre Dios y Belial.

Para García Beltrán y Rico Pavés, la renovación de la Consagración de España supone «recibir el pasado con agradecimiento, custodiar el presente como el hoy de Dios y transmitir en el futuro la certeza cotidiana de que el Señor nos espera».

«El momento presente exige, quizás más que nunca, evangelizar desde el Corazón. Jesús es el Maestro que modela el corazón de los discípulos y nos invita a aprender de su Corazón manso y humilde (cf. Mt 11, 29). Necesitamos aprender del Corazón de Cristo la ‘lógica del corazón’».

Sin caer en el sentimentalismo y la emotividad, bien están las razones de corazón que la razón no comprende, lo que hoy nos debe llevar a investigar, estudiar, a la reflexión, y a la acción también en la política para una nueva evangelización. La separación entre política y moral comprometida ha sido un desastre en la vida católica, y ha provocado la necesidad de una nueva reevangelización .

Ginés y D. José consideran que «la renovación de la Consagración de España al Corazón de Jesús aparece así como oportunidad magnífica para impulsar una nueva etapa evangelizadora».

En un momento en el que «no faltan quienes pretenden desterrar de la sociedad y de las instituciones toda referencia a Cristo y a la Iglesia», el acto del 30 de junio será ideal para «proclamar a gritos a nuestros contemporáneos que sólo en Cristo está la salvación», aseguran los autores.

«Cuando las expresiones de odio, burla y desprecio a los creyentes parecen por momentos multiplicarse en un mundo que se obstina en plantearse como si Dios no existiera, la reacción de amor es especialmente urgente», concluyen los obispos de la Diócesis de Getafe.

Agradecido. Un cordial saludo, José Fermín Garralda

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2 comentarios en “Consagración de España al Corazón de Jesús

  1. Carlos Ibáñez Quintana

    José Fermín:
    Plenamente de acuerdo con este magnífico artículo.
    Pero Orduña es Ciudad; no Villa. La única del Señorío de Vizcaya.

    Responder
    1. identicon

      Jose Bustinza

      Vizcaya sólo tiene una ciudad. Al igual que la provincia de Madrid. ¿Cuál será?

      Responder

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