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19 de febrero de 2023 1 / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / /

Así se despiden los hijos de los tercios

Hecho por: Gabriel de Carlos Muller, joven pelayo guipuzcoano de 11 años.

El 2 de abril de 1982, en la llamada “Operación Rosario”, comenzó la Guerra de Malvinas; comandos anfibios y buzos tácticos de las Fuerzas Armadas Argentinas desembarcaron en las islas Malvinas para tratar de recuperarlas de manos de los ingleses. A pesar de la derrota final el ejemplo de algunos de aquellos soldados me ha impresionado mucho.

Quiero que conozcáis dos preciosas cartas de dos grandes héroes que entregaron su vida por Dios y por su Patria. Empiezo con una del mayor Juan Falconier a sus hijos:

 

A Nequi y Mononi:

Su padre no los abandona, simplemente dio su vida por los demás, por ustedes y vuestros hijos… y los que hereden mi PATRIA.

Les va a faltar mi compañía y mis consejos, pero les dejo la mejor compañía y el más sabio consejero, a Dios; aférrense a Él, sientan que lo aman hasta que les estalle el pecho de alegría y amen limpiamente; es la única forma de vivir la «buena vida». 

Y cada vez que luchen para no dejarse tentar, para no alejarse de «Él», para no aflojar, yo estaré junto a ustedes, codo a codo aferrando al amor.

Sean una «familia», respetando y amando a mamá, aunque le vean errores.  Sean siempre solo «uno», siempre unidos.

Les dejo el apellido «FALCONIER», para que lo lleven con orgullo y dignifiquen. No con dinero, ni bienes materiales, sino con cultura, con amor, con belleza de las almas limpias, siendo cada vez más hombre y menos animal.  Y por sobre todo, enfrentando a la vida con la VERDADAsumiendo responsabilidades aunque les «cueste» sufrir sin sabores o la vida misma.

Les dejó: muy poco en el orden material, un apellido: «FALCONIER» Y A DIOS (ante Quien todo lo demás no importa).

Papá

El 9 de mayo de 1982 un vuelo de reconocimiento sobre la isla Soledad en un Lear jet, fue alcanzado por un Sea Dart, misil superficie-aire, falleciendo todos los tripulantes, entre ellos el mayor Juan Falconier.

 

La segunda carta que quiero dar a conocer fue escrita por el Tte. Roberto Estevéz a su  padre, dándole gracias por lo que le enseñó y por lo que es, y también despidiéndose hasta su reencuentro o hasta reunirse en el cielo con él

Del Tte. Estévez a su padre:

Querido papá:

Cuando recibas esta carta yo ya estaré rindiendo cuentas de mis acciones a Dios Nuestro Señor.

Él que sabe lo que hace, así lo ha dispuesto: que muera en el cumplimiento de la misión. ¡Pero fijate vos qué misión! ¿No es cierto?  ¿Te acordás cuando era chico, hacía planes, diseñaba vehículos y armas todos destinados a recuperar las islas Malvinas y restaurar en ellas nuestra soberanía

Dios, que es un Padre generoso, ha querido que este su hijo, totalmente carente de méritos, viva esta experiencia única y deje su vida en ofrenda a Nuestra Patria.

Lo único que a todos quiero pedirles es que restauren una sincera unidad en la familia bajo la Cruz de Cristo, que me recuerden con alegría y no que mi evocación sea la apertura a la tristeza.  Y muy importante, que recen por mí.

Papá, hay cosas que en un día cualquiera no se dicen entre hombres pero hoy debo decírtelas: gracias por tenerte como modelo de bien nacido, gracias por creer en el honor, gracias por tener tu apellido, gracias por ser católico, argentino e hijo de sangre española.

Gracias por ser soldado, gracias a Dios por ser como soy que es el fruto de ese hogar donde vos sos el pilar. 

Hasta el reencuentro, si Dios lo permite.

Un fuerte abrazo.

¡Dios y Patria o muerte!

Roberto

 

El 28 de mayo en la batalla de Pradera de Ganso, Estévez fue herido de dos balazos, uno en el brazo y otro en la pierna izquierda. Sin preocuparse de sus propias heridas, seguía dando órdenes y disparando contra el enemigo. Viendo a uno de sus hombres sin casco, tomó uno de un soldado muerto y se lo colocó en la cabeza para protegerlo. En ese momento recibió un nuevo balazo en el rostro y falleció poco después.

Ellos estaban orgullosos de ser católicos, argentinos y de tener sangre de los tercios españoles.

Pero ahora, en vez de respetarles o enseñarnos su ejemplo en la escuela, los ocultan, les ridiculizan mientras hablamos del baile de Shakira y del casio de Piqué.

Pero nosotros no debemos permitir que su recuerdo desaparezca. Debemos ser valientes como ellos hasta entregar la vida si fuera necesario. Lo debemos a Dios y a nuestra gente. Aunque nos cueste creerlo somos la esperanza de España. Nuestra gente nos necesita

Debemos resistir con la ayuda de Dios hasta reinstaurar el reinado social de Cristo. Que Dios nos ayude y nos bendiga siempre.

¡Viva Cristo Rey!

¡Viva la Argentina católica!

¡Viva el mayor Juan Falconier!

¡Viva el Tte. Roberto Estévez!

¡Vivan los héroes de Argentina!

¡Y Malvinas volveremos !

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Un comentario en “Así se despiden los hijos de los tercios

  1. Pablo Lorenzo Garcia

    Que buenas cartas, muy bien Gabriel

    Responder

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