Contradicciones del apoyo al golpe de Estado separatista
Cómo cambian las cosas.
Lo que no cambia es la lógica que hay cuando se pasa del continuo golpear a España y los españoles durante décadas al actual Golpe de Estado del 1 de Octubre. Éste último era su lógico, desgraciado y esperado final. En él, España y Cataluña han perdido mucho. El enfrentamiento civil provocado por un separatismo irresponsable, fruto del nacionalismo europeísta periférico importado en España a finales del s. XIX, va a ser muy difícil de reparar.
Con ocasión del apoyo que los separatistas vascos pero antivascos han dado a los separatistas catalanes pero anticatalanes, vayamos con las anunciadas contradicciones.
La ultra izquierda de la CAV, Navarra y el resto de España, que no quería votar y no dejaba votar durante décadas en la actual CAV y Navarra, apoya “a degüello democrático” a los que ahora quieren votar sin contar con todos los demás que somos muchos.
La ultra izquierda se hace la demócrata sin serlo, y ha apoyado la farsa de quienes sabían que todo estaba perdido pero han querido tensar la cuerda hasta llegar al final. Demócratas de un referéndum sin garantía alguna, con decenas de papeletas que se caen de una urna y mil cosas más. Si lo ocurrido en Cataluña no fuese dramático, sería un sainete.
La ultra izquierda, la CUP y los burguesitos separatistas querían una policía para Cataluña, pero han convertido a los Mossos en la policía partidaria, una policía del separatismo, toda vez que no han impedido las votaciones incumpliendo lo dispuesto por la Justicia. La actuación del Sr. Trapero, jefe de los Mossos, ha sido indigna.Incluso los Mossos hablan de 244 puntos de votación cerrados mientras el Ministerio de Interior dice que son 92.
La ultra izquierda que no tenía un duro (eso decía, pero siempre los tuvo más allá del impuesto revolucionario), ahora derrocha en propaganda. ¿La prueba? Pues esos enormes carteles comunistas/separatistas de papel couché, pesado y a todo color, un color intenso y brillante muy bonito, de 60 x 42 cm. (“Herriok Burujabe. Urriak 5 – Berriozar”, Askapena, con una gran estrella roja que tacha la bandera de la UE) y 65 x 48 cm. (“Erreferendumaren defentsan. Gora Herrria! Demokrazia-Independentzia. Sortu”). Para entenderse entre ellos y dar miedo a los demás.
Los organizadores pobres ayer, ahora son ricos. Las carteladas son abundantes en Pamplona. Sí, seguro que las hacen con el dinero público: subvenciones a los partidos y a los grupos amigos.
Los activistas de ultra izquierda esperan ahora, disciplinados, el “pistoletazo” de salida. Y luego todos a correr contra los otros esgrimiendo el argumento de la Democracia cubana, china etc. Como el ratón y el gato, que hasta en esto son individualistas, románticos y prerromanos. Desde luego, la crisis económica, el paro, la violencia machista, las contradicciones feministas etc. les importa un bledo. ¿Y era Marx quien hablaba del determinismo económico, y de la alienación económica como motor de la Historia?
La ultra izquierda que iba por libre “y a su bola”, ahora depende de lo que planteen, digan y hagan los catalanes anticatalanes, esos separatistas ibéricos del NE peninsular… Es esa singular solidaridad contra España, como en su día contra la hubo contra los sarracenos, que hoy tienen dentro de sus frontera, callados y pactados.
La ultra izquierda que madrugaba a deshora para trabajar la calle, ahora parece que duerme a pierna suelta. Mucho juevintxo, mucho sábado-noche, mucha zarandaja, pero lo suyo no es madrugar ni para trabajar, ni para hacer deporte, ni para n’a, pues el domingo por la mañana dejan las calles vacías, unas calles llenas de porquería que antes los del chirrión, luego los barrenderos y ahora los chorreteros, limpian con un potente chorro de agua a presión. Que para eso se les paga. Que para eso Asirón manda. Que para eso han fastidiado de raíz el tráfico del centro de Pamplona. ¿Será todo esto el pago al fin por ahora de los actos terroristas y de la kale borroka? Son los réditos y el “prestigio” de sembrar el miedo.
Los golpistas de ultra izquierda con sus aliados los burguesitos de hoy, no hacen sino hablar de la guerra de 1936, de la represión posterior, de la migración forzada, lo que por otra parte es comprensible tras una guerra perdida. Lean el “Diario de Noticias” de hoy (1-X-2017), que, quizás para justificar o despistar del Golpe de Estado que está llevando a cabo el nacionalismo separatista catalán, explaya en las páginas 4 y 5 sobre la instalación de un monolito en Francia a aquellos 400 navarros concentrados en ese lugar… por los franceses. Pensemos también qué hubiera pasado en España de haber ganado ellos. Si su retaguardia fue bastante más brutal que la del lado Nacional, imaginemos qué hubiera pasado de haberse instalado una península roja, comunista, con unos jefes (Negrín, Largo Caballeros, Besteiro, Prieto…) por otra parte totalmente enemigos del nacionalismo secesionista catalán anticatalán y vasco antivasco.
Los golpistas de ultra izquierda y burguesitos de derechas de toda la vida (Geroa Bai vs PNV), tienen en Navarra una manera muy miserable de ocupar el poder, de tener el poder, sin haberlo conseguido. He ahí el “cuatripartito” con el que Navarra a todas luces pierde y venga perder. Pero a ellos les importa un pepino, porque son ellos los que con esto ganan. Por eso, el Parlamento de Navarra, el Gobierno de Navarra, y el Ayuntamiento de Pamplona, se han asociado al Golpe de Estado, ellos precisamente que tanto han denostado a Mola y a Sanjurjo, quizás por envidia al haber sido secundados en su día por buena parte de la población española.
Los golpistas de ultra izquierda y burguesitos secesionistas han caído en el surrealismo nacionalista-separatista. Son segundones de Chavez y Maduro y aprendices de la actual república de Venezuela. ¿Qué dirán ahora cuando, a pesar de la manipulación colectiva, no ha existido referéndum ni apariencia de tal? ¿Qué dirá la CUP después de haberse cargado varios puntos que están en su propia Ley?
Con todas estas vueltas que da la vida, ojalá la partitocracia que vive de ocupar cargos públicos no enfríe a la ciudadanía libre de tutelas partidistas -como lo hizo tras el asesinato de Blanco-, porque está en juego la Patria y, en ella, el principado de Cataluña, el Señorío de Vizcaya, la Provincia (con mayúscula) de Guipúzcoa… el viejo Reino de Galicia y el resto de España entera.
Es preciso desenmascarar que los golpistas del nacionalismo separatista (esto es, “burgués” que ya no “proletario”) sirven al mundialismo. Le sirven quizás sin saberlo. Por algo los nacionalismos (PNV, CiU, ERC y otras varietés, los etarras etc.) han sido hasta hoy los niños mimados de los Gobiernos de España, intervenidos por el mundialismo al igual que otras instituciones. El Gobierno mundial no quiere pueblos fuertes como es España (sea una nación “moderna” y un Estado autonómico) y menos como la España de siempre (es decir, una nación en sentido antiguo, Fueros o derechos pre constitucionales, y una suprema potestas firme y eficiente), que es la única España posible: la cristiana, Foral… y monárquica.
No, lo ocurrido en Cataluña no es fruto del Antiguo Régimen, sea cual sea su perfil anterior a 1879. No lo es porque -respondo al Sr. Frances Carreras- el Régimen tradicional -ni liberal ni absolutista- había leyes y el rey y las restantes instituciones estaban obligados a ellas. Más todavía, lo claro es que el nacionalismo es fruto del Nuevo Régimen liberal, como lo es la soberanía popular o nacional como tal sin límites.