Gloria Lago: «Desde las aulas se cercena la capacidad de crítica del alumnado»
Desde Ahora Información, se publica esta entrevista, cortesía de Gloria Lago, presidenta de la asociación Hablamos Español (también de la antigua Galicia Bilingüe), profesora de Educación Secundaria y filóloga.
Durante la misma, hemos abordado varias cuestiones relacionada con las amenazas a las libertades de los hispanohablantes en territorio nacional.
Pregunta 1: ¿Tienen pensado presentar alguna nueva iniciativa legislativa popular para que se garantice la libertad de lengua de los hispanohablantes?
Pocos días antes de la declaración del estado de alarma, tanto la Mesa del Congreso de los Diputados, como la de las Cortes Valencianas, nos comunicaron que se iniciaba el plazo para la recogida de firmas a favor de dos ILP pro libertad de elección de lengua que habíamos presentado un mes antes. No pudimos ni comenzar la campaña de apoyo debido a la situación sanitaria. Cuando esta pesadilla termine, esperamos poder reiniciar el procedimiento.
¿Podríamos cuantificar la intensidad del totalitarismo lingüístico en Galicia? Su mandatario es un homólogo peneuvista que estaría importando muchas de las políticas de imposición y discriminación de Cataluña y Vascongadas.
En Galicia la exclusión del español del ámbito oficial es incluso más grave que en Cataluña. En cuanto a la enseñanza está prohibido enseñar en español las asignaturas con más peso lingüístico, solo Física y Química, Tecnología y Matemáticas son obligatorias en español. Pero el PPdG no necesita importar ideas de otros nacionalismos, ya se les ocurren a ellos solos las maldades.
¿Puede ser la co-oficialidad del bable una punta de lanza para desarrollar un movimiento nacional-separatista asturiano?
La experiencia nos dice que allí donde existe una lengua cooficial, encontramos también movimientos de corte separatista. No debería ser así, pero se utiliza el idioma para generar un sentimiento de diferencia y esto sirve de caldo de cultivo para alentar ese tipo de ideología. En Asturias ya existen grupos de ese tenor y son bastante belicosos y algo brutos, bastante parecidos en su forma de actuar y comunicar a los que hay en Galicia.
El actual y vigente texto constitucional reconoce que todos los españoles tienen el derecho y el deber de conocer el español. Ahora bien, ¿por qué el Tribunal Constitucional no ha invalidado aún ningún movimiento contrario a este derecho implícito al ejercicio de la libertad?
Da la impresión de que el Tribunal Constitucional va amoldándose a los gustos de quien gobierna. El deber de conocer el español va perdiendo importancia en favor de la mención al fomento de las otras lenguas de España, que parece una expresión de goma que se estira sin que veamos donde tiene el límite. Nunca debió incluirse esa mención en la Constitución, porque existiendo en España nacionalistas y partidos que les hacen el juego, ese fomento se convierte en mutilación de libertades para quienes prefieren usar y ser atendidos en español.
¿Qué sentido podría encontrarse a la interesada y no práctica pretensión de modificar la toponimia a fin de impedir que esté en castellano?
Los nacionalistas han estado siempre obsesionados con la eliminación de los topónimos en español. No imaginan ustedes hasta qué punto tejen y presionan en ese sentido. No quieren que existan palabras en español fuertemente ligadas al lugar. Tengamos en cuenta que no son exónimos sino nombres de lugar que forman parte de la toponimia y existen en la lengua que ellos quieren que se considere foránea. Todos los partidos hasta ahora han contribuido a la eliminación de nuestros nombres de lugares, nombres ampliamente documentados y algunos con una historia de siglos. Hemos visto cómo se han caído de los rótulos palabras tan españolas como Ibiza, La Coruña, Vizcaya o Gerona. Es algo digno de estudio; somos un caso único en el mundo. Declaramos oficial una lengua, pero mutilamos su léxico y, en ocasiones, incluso lo sustituimos por palabras inventadas anteayer. La argumentación más rocambolesca de nuestros detractores la he visto en la defensa de esta aberración. Nosotros incluimos en nuestra proposición de libertad de elección de lengua la restitución de la toponimia oficial en español, sin perjuicio. En este momento estamos intentando salvar Villajoyosa, hemos organizado una movilización allí recientemente.
¿No cree que si el Estado no tuviese competencias en educación, oficialidad lingüística y comunicación de prensa sería mucho más complicado este proceso de ingeniería social?
Es indudable que desde las aulas se manipula a los jóvenes con un discurso hispanófobo en las comunidades con cooficialidad. Eso no solo es dañino e inmoral, sino que cercena su capacidad de crítica. Es un discurso dogmático.