Doble abdicación: ¿Ha sido don Juan Carlos obligado a abdicar? ¿Ha puesto, sin querer, las bases para que tras el reinado de Felipe VI advenga la III República?
Por Javier Barraycoa
Este es un libro que abarca desde la reflexión histórica a la prospectiva política. El autor acomete la difícil tarea de desprenderse de las “narratividades” clásicas en torno a la monarquía española, y adentrarse en su sentido, lógico desarrollo y posible final.
Para ello el lector encontrará un repaso de la vida de Don Juan Carlos de Borbón, sin concesiones a la edulcoración o a la corrección política. Don Juan Carlos vino de donde vino, y su legitimidad procedía del 18 de Julio, no por su pertenencia a la dinastía borbónica. El carácter de Don Juan Carlos, su educación y difícil relación con su padre, le llevaron a configurar una extraña personalidad entre superviviente nato y conspirador de su entorno. Su imagen campechana no se corresponde con su genio real ni con su forma de ser.
En el reinado de D. Juan Carlos se sucedieron hechos cruciales que hasta ahora, la mayoría de periodistas e historiadores no han querido abordar: la muerte de su hermano, su participación en el golpe de Estado del 23-F o en la defenestración de Suárez. Don Juan Carlos ha sido siempre una extraña mezcla de gafe y afortunado. El 23-F que podía haber significado su tumba política, paradójicamente le otorgó una nueva legitimidad: la de la opinión pública. Pero esta es incierta y moldeable. Sólo un pacto de silencio y la connivencia de la izquierda (especialmente del PSOE de González) permitieron que el reinado de D. Juan Carlos fuera relativamente tranquilo. Así se pudo dedicar a sus dos grandes aficiones: el divertimento y el ganar dinero a través de testaferros que fue dejando caer por el camino.
Don Juan Carlos ha abdicado, pero se trata de una doble abdicación: la suya persona, y la de la propia Corona. Si bien, aunque su legitimidad procedía del franquismo, Juan Carlos siempre intentó mantener una dignidad de la Corona, sus descendientes pueden arruinar su proyecto de continuidad dinástica. Unos matrimonios morganáticos desaconsejados y desequilibrantes, ponen en jaque a la Corona. La propia debilidad física del antiguo monarca, el equilibrio internacional que imponen los altos poderes globalizantes, y la ruptura definitiva del bipartidismo, ponen a España en una situación muy delicada. ¿Ha sido don Juan Carlos obligado a abdicar? ¿Ha puesto, sin querer, las bases para que tras el reinado de Felipe VI advenga la III República?
En este libro encontrará respuesta a muchas de estas preguntas y quizá también le surgirán nuevas cuestiones pendientes de resolver. El caso es que tras su lectura, podrá entender mejor una parte fundamental de la reciente historia de España y podrá prever los posibles escenarios hacia los que nos encaminamos. También, con sorpresa, descubrirá que el pueblo no es tan “soberano” como nos hacen creer y que su destino depende de poderes demasiado alejados y fuertes como para controlarlos sin una clase política fuerte y decidida.