Colapso en el norte de Europa por la invasión musulmana silenciosa
El incremento de la población musulmana en Suecia hasta la cifra de un 39% de la población es preocupante. Suecia está lejos de España y, sin embargo, podríamos compartir el mismo destino. Algunas voces como la de la periodista Ingrid Carlqvist denuncian que por esta razón ha aumentado la criminalidad. En otro artículo que publicamos en Ahora Información ya anunciamos que en 61 zonas de Suecia ya no rige la ley sueca sino la ley islámica. Por otra parte, en países como Alemania la ablación femenina, práctica musulmana contra la ley natural, ha aumentado con mucha fuerza por causa del aumento de inmigrantes islámicos. En Reino Unido ya casi un tercio de sus habitantes han nacido de mujer extranjera. Europa ha quedado a expensas de una inmigración que no se integra en la cultura y en las raíces cristianas de su entorno, precisamente por el reinado de relativismo que se ha extendido por medio de la democracia liberal.
En Suecia, un país ya al límite por la inmigración, sigue condenando a los que critican a la población musulmana por islamofobia. Pero la sociedad ignora las condena. Algunos hablan de guerra civil y de intervención militar extranjera. Los hombres hacen ya prácticas de tiro para defender sus casas. Las mujeres van con spray anti-agresión por las calles.
¿Qué se puede hacer cuando nos hemos dedicado a controlar la natalidad por medio de los anticonceptivos? ¿Que podemos hacer cuando la política de control de fronteras ha sido laxa en nombre de la tolerancia y el respeto? ¿La causa del desmoronamiento de Europa quien la tiene? ¿El islam por sus creencias anticristianas o la democracia liberal por su laicismo relativista?