La UE se plantea gastar dinero de todos los europeos para rescatar los bancos en apuros
HISPANIDAD Y AHORA INFORMACION – Los ministros de Economía y Finanzas de la UE se preparan para la posibilidad de crear un banco malo europeo. Plantearán esa posibilidad este viernes 7 de abril con la oposición presumible de Alemania, que no quiere seguir cargando con la irresponsabilidad de las Administraciones insolventes. ¿Qué es un banco malo? Un banco malo es una entidad creada con dinero público que pretende dotar de liquidez a las entidades financieras por medio de la compra en masa de sus activos financieros tóxicos.
Los activos financieros tóxicos –los que ponen en un grave aprieto a los bancos por ser inmobiliarios, irrecuperables o de alto riesgo…– suponen un 5,4% del total de la cartera crediticia. También ascienden a más de un billón de euros (1.000.000.000.000 euros), es decir, a más del 7% del PIB de la Eurozona. Es una forma de expresar que casi el 7% de la riqueza de Europa está comprometida y que podría ser un fraude económico.
Alemania se opone a esto entre otras razones porque rechaza una propuesta que les supondría a ellos desembolsar mucho dinero público en solucionar problemas ajenos. Es comprensible, ya que han hecho bien sus propios deberes.
- ¿Pero para qué sirve un banco malo? Para forjar banqueros irresponsables.
- Sanear bancos no consiste en separar las manzanas sanas de las podridas. Eso lo hace cualquiera.
Un banco malo es separar los créditos malos del balance de un banco y transladarlo a una entidad diferente. El error en la gestión de una entidad financiera se convierte en un compromiso público sin exigencias por parte de los poderes gubernamentales. Así nació la SAREB española: una táctica para rescatar BANKIA de la bancarrota. Con lo cual el oficio de banquero se vuelve muy sencillo. Presta bien y triunfas, prestas mal y en lugar de despedirte trasladan tus vergüenzas a otro balance. Conjuro al canto y desaparecen los problemas. Mejor: emigran. Trasladar lo tóxico a un banco malo significa que se pierde el pulso para recuperar esos malos activos y que se incurre en la pereza lógica de quien presta con irresponsabilidad, sabedor de quien siempre habrá un banco malo detrás responsable de subsanar mis meteduras de pata. Buen banquero es aquel que presta dinero y se lo devuelven y aquel que si no se lo devuelven sabe luchar por recuperar lo recuperable.