El desastre de las autopistas en quiebra y de las obras públicas inútiles
El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ha confirmado hoy la quiebra de varias autopistas radiales en toda España anunciando que se “rescatarán” con el dinero de todos. La cuantía de dicho rescate está asegurada por la Responsabilidad Patrimonial de la Administración (RPA), una cláusula por la cual la concesión de la autopista será liquidada para que pueda hacerse cargo el Estado.
La ejecución de esta cláusula, sin embargo, lleva ya cuatro años de camino y todavía le queda un presumible largo recorrido. De la Serna ha explicado a los medios antes de su intervención en la Comisión de Fomento del Congreso de los Diputados que es difícil de calcular en estos momentos sin que haya terminado el proceso. Las concesionarias comenzaron a solicitar un preconcurso de acreedores en 2012 y el Ministerio de Fomento y el Ministerio de Hacienda, durante el Gobierno de Mariano Rajoy, han retardado el proceso en la medida de lo posible. Hasta hoy se ha negado que el rescate fuera a costar algo a los contribuyentes. Sin embargo, la patronal de constructores y los acreedores de las empresas en quiebra sostienen lo contrario: a los españoles las autopistas nos costarían 5.500 millones de euros. O sea, 120 euros por persona, o mucho más si miramos lo que toca a cada contribuyente.
Con el Gobierno de Aznar y con el apoyo de Esperanza Aguirre, a principios de la pasada década se diseñaron estas infraestructuras para dar salida al tráfico de Madrid en tramos donde se preveían muchos atascos. No obstante, los estudios de viabilidad fueron elaborados con la previsión de absorber diariamente un tráfico de 70.000 vehículos diarios. Bajo estas previsiones se elaboraron las cuatro radiales (R-2, R-3, R-4 y R-5) y, sin embargo, el tráfico real es 4 veces inferior. Dentro del mismo plan se construyeron un eje de conexión entre la capital y el aeropuerto de Barajas, la AP-41, la AP-36 y la AP-7. Todas ellas son inviables económicamente y las empresas que las explotan están en concurso de acreedores. Cualquiera diría que los estudios de viabilidad fueron hechos para justificar la construcción.
La historia de las radiales está marcada por Esperanza Aguirre y José María Aznar
José María Aznar y Esperanza Aguirre se hicieron una foto con motivo de la inauguración de dos radiales madrileñas (R-1 y R-5) y tal y como dijo el entonces presidente del Gobierno hubo “un antes y un después”… pero para las arcas públicas. En esas inauguraciones y en las anteriores reuniones posaban muy optimistas los alcaldes del Partido Popular. Era el milagro de la España del Superávit: las autopistas no le costarían nada al ciudadano. La construcción y sus costes recaían en empresas privadas y también los prestamos que se pedían a las entidades de crédito. A cambio recibían la concesión y la posibilidad de hacer peaje en esas autopistas durante 25 ó 30 años.
La R-2 estaba participada por Abertis y ACS, la R-3 y la R-5, propiedad de Abertis, Sacyr, ACS y Caja Madrid, mientras que la R-4 quedó en manos de Ferrovial, Sacyr y Caja Castilla-La Mancha. Todas fueron a la quiebra por un dimensionamiento erróneo del tráfico y la llegada de la crisis económica.
Otras obras públicas que han sido un pozo para España
La burbuja inmobiliaria previa a la crisis económica se está todavía cobrando el precio debido en las arcas públicas. Actuaciones poco éticas o directamente corruptas han supuesto un pozo financiero para los españoles. El sueño de la obra pública, la publicidad que los políticos daban a dichas construcciones con fotografías e inauguraciones, han terminado como una pesadilla no solo a la hora de hacer frente a los pagos, sino también a la hora de gestionar y sacar algún rendimiento a los edificios.
He aquí 5 edificios que llamarán vuestra atención. Algunos por ser absurdos, otro por la increible falta de previsión de los políticos y todos porque han terminado siendo inútiles.
1. La Torre de Miramar está en Valencia. Una obra pública que solo ha estado en funcionamiento durante 3 meses (2009) y que ha costado 24 millones de euros (y sólo estaba presupuestado la mitad). Es un mirador en una zona sin vistas.
2. Un edificio de cristal y acero en Cuenca que fue inaugurado en 2010 con un coste de 7,7 millones de euros para una población de 55000 habitantes. Durante años no se ha usado para nada prácticamente. Estaba pensado como un espacio para incrementar la oferta cultural y de ocio de Cuenca capital.
3. La pasarela de Fórmula 1 de Valencia estuvo abierta al público durante 15 días. Costó 2 millones de euros a los contribuyentes a pesar de que la pasarela se utilizaría en realidad sólo 3 días del año. Además, ni el Ayuntamiento de Valencia ni el Consell quieren hacerse cargo de esta obra pública.
4. El Parque de la Historia y el Mar de San Fernando (Cádiz) no ha abierto sus puertas puesto que ninguna empresa se ha hecho cargo de su gestión. No obstante, costó 10 millones de euros en una población de 96.000 habitantes y con una extensión de 27.000 metros cuadrados. De nuevo las previsiones fueron desacertadas: 200.000 visitas al año, eso es lo que decían que habría.
5. El aeropuerto de Castellón estuvo durante 4 años vacío y sin aviones. Ahora ha renacido gracias a que el litoral se revaloriza por fuerza del turismo. Sin embargo, ha supuesto por ahora una pérdida de 150 millones de euros. Finalmente, SNC-Lavalin, holding canadiense, lo explotará los próximos 20 años.
3 comentarios en “El desastre de las autopistas en quiebra y de las obras públicas inútiles”
Gonzalo García Yangüela
La clave del artículo está en esta frase: “Cualquiera diría que los estudios de viabilidad fueron hechos para justificar la construcción”.
La administración y la obra pública, en definitiva nuestro dinero, utilizado como billetes del monopoly mientras se condena a nuestros bisnietos a galeras con una deuda impagable.
Juan Antonio Gimenez Sevilla
¡Amén Gonzalo!
Anarco Carlista
Muy interesante artículo. PERO la clave es el error de que el ESTADO se meta a sustituir a la iniciativa privada y social . EFECTIVAMENTE el estado juega a inversor con NUESTRO dinero y luego nos comemos todos el riesgo.
Por supuesto que los estudios de viabilidad pueden buscarse muchos hasta que justifiquen si lo que se quiere es sacar adelante un proyecto. El problema es que si lo hago yo o lo hace la CTC con Ahora Informacion y se invierte un dinero que luego no se recupera por hacer mal el plan de negocio y los estudios de viabilidad será un error de quien arriesga su dinero .
Más subsidiariedad y menos estado