Rosalía y la tradición
Por “El Responsable”
(publicado en el blog: El Sosiego Acantilado).
Sí, en el Sosiego Acantilado también estamos flipados con Rosalía.
Si tuviéramos que poner música e imágenes a nuestro concepto de tradición, simplemente pondríamos el vídeo de Malamente (desde nuestro modesto punto de vista, una de las mejores películas de la historia del cine español).
En esa mezcla de flamenco, copla, trap y cuatrocientas mil influencias más (en sus entrevistas puedes oírle nombrar a Camarón y a Johnny Cash casi en la misma frase), puestas al servicio de uno de los eternos temas de la condición humana, Rosalía y todo el equipo creativo que la rodea han sacado la violencia de género de su contemporánea limitación ideológica y la han colocado a la altura de las mejores y más profundas reflexiones sobre el mal querer de un hombre hacia una mujer. En la mejor tradición de la copla española, del profundo sentir intrahistórico del pueblo español (poso popular de su milenaria fe cristiana), Rosalía ha creado algo nuevo; aún siendo consciente, como ella misma dice en sus entrevistas, de que ya está todo inventado.
Y sí, vemos verdad en lo que hace. En medio del eterno e irreal rollo del procés, esta catalana, que con su familia habla en catalán, nos muestra en un precioso castellano, la Cataluña real de polígonos charnegos que han alimentado de mano de obra la potente economía catalana desde hace casi un siglo.
En medio del desquiciado cáncer animalista, Rosalía se trae a los alumnos de una escuela de tauromaquia de Jaén para participar en su vídeo, y regalarnos esas miradas que, más que de niños, parecen propias de ancianos sabios a punto de dejar el mundo.
Y si alguien se siente molesto por esa mezcla de símbolos que supone presentar a un nazareno en monopatín, desde aquí le recordamos que el último gran héroe y mártir católico que ha dado este país fue un tal Ignacio Echeverría, que se enfrentó a terroristas musulmanes con el monopatín que adoraba usar.
En fin, que nos gusta mucho Rosalía y nos alegra sobremanera que le vaya bien