Reunir y poner en valor: una misión urgente para el Carlismo actual
(Por Javier Urcelay) –
Durante algo más de tres décadas, me he dedicado a reunir recuerdos de las guerras carlistas, que he ido adquiriendo en anticuarios, rastrillos, casas de subastas o comprando a particulares. Al principio los conservaba guardados, cada uno por su cuenta. Un día decidí que debían mostrarse juntos, y unos servir para dar sentido a los otros. Resultado de ello ha sido la creación del Museo Carlista de Madrid, donde todos esos objetos se han puesto en valor, proporcionándoles el contexto adecuado y haciéndolos parte de la historia del Carlismo.
El resultado ha convertido a todas aquellas piezas, irrelevantes por separado, en un extraordinario instrumento al servicio de la Causa. Por el Museo han pasado más de dos centenares de personas, que al calor de esos recuerdos y de la explicación del ser y quehacer del Carlismo a lo largo de sus casi dos siglos de historia, han visto reavivarse en algunos la llama que apenas ya solo humeaba, reafirmarse en otros en sus más íntimas convicciones, o sentir un vivo interés, en los más. por algo que apenas conocían o de lo que tenían una visión deformada.
Reunir y poner en valor, lo que disperso y aislado no tenía utilidad alguna, ha sido la clave que ha hecho posible dar un salto de lo cuantitativo a lo cualitativo. Del uno más uno no ha surgido una simple suma, sino una realidad nueva con potencialidades inéditas.
Esta experiencia que los dos años del Museo Carlista me ha deparado, tiene un trasunto cuando en vez de aplicarse a objetos lo aplicamos a personas. Hay en la actualidad todavía y a pesar de todo, un grupo significativo de buenos y honrados españoles, hombres y mujeres que creen en un orden moral -una ley divina y natural- y que aman a su patria. Personas que deploran el actual estado de cosas, que ven con preocupación el futuro y desearían un cambio de rumbo. Se sienten solos, aislados y carentes de referentes. Se sienten impotentes, y todo parece invitarles a la resignación o el acomodo. Diríamos que les falta contexto y que no encuentran su lugar en el guion de los acontecimientos.
La primera misión hoy del Carlismo debe ser la de reunir a esas personas aisladas, atraerlas a integrarse en una red de relaciones, formar con ellas núcleos de convivencia, conocimiento mutuo y colaboración. Sostenerlas y fortalecerlas en la fe, con generosa actitud de acogida y sin exigir más pedigrí que la hombría -y “mujería”- de bien . Es lo que Rod Dreher recomendaba en su famoso libro “La opción benedictina” como fórmula para la supervivencia de la civilización frente a la nueva barbarie. Crear Comunión.
La segunda labor será la de poner en valor esas redes de relación, incrementando su presencia en la vida social y llevando a cabo tareas que no eran alcanzables para los individuos aislados. Convertirse, en una palabra, en fermento de la masa, foco de vivificación e instrumento de restauración social a través de iniciativas diversas, por modestas que puedan parecer. Vivir la Comunión.
Reunir a individuos en redes de relación y poner en valor la comunidad de personas creada permite a la pura agregación cuantitativa un salto cualitativo, como la experiencia del Museo Carlista de Madrid demuestra con las piezas inertes que constituyen su colección.
Mucho más lo permitirá el dinamismo de las personas, con sus talentos y su capacidad de transformación.
Esa debe ser la principal misión del Carlismo y de cada carlista en los momentos actuales.
Y si así lo hiciéramos, los resultados no dejarían de sorprendernos.
2 comentarios en “Reunir y poner en valor: una misión urgente para el Carlismo actual”
Luís B. de PortoCavallo
¡Absolutamente de acuerdo!
El pasado 8 de julio, la Redacción publicó en el blog Ahora Opinión, un artículo titulado:
“LA TAREA, EL DEBER INEXCUSABLE”
https://www.ahorainformacion.es/blog/la-tarea-el-deber-inexcusable/
, en parte, en ese mismo sentido.
No hay que esperar “a que vengan”, sino salir al encuentro, “a buscar”.
Parece ser que “algo”, que pueda hacer que nos movamos, va despertando conciencias:
En hacer Comunión.
María José
Muy de acuerdo con su articulo, pues el vivir en soledad muchas veces sin sentirte comunión es duro y pesado, las redes sociales no pueden sustituir el contacto personal de personas que tienen ideas que les unen, como puede ser la religión, el amor a la patria y la identidad historica. Solo la unidad y la comunión, pude dar fuerza a estos ideales. Una persona sola nunca podra hacer nada