Gil Ibáñez: «Despreciando a España se desprecian a sí mismos»
Por su interés, compartimos esta entrevista de Josep María Francás (publicada en No Entiendo Nada) con Alberto Gil Ibáñez, escritor y ensayista, doctor en Derecho y en Ciencias de las Religiones. Autor de: “La Conjura silenciada contra España” (2016), ya agotado, y “La leyenda negra: historia del odio a España”.
JM: ¿Quién odia a España?
AGI: No es ningún complejo o exageración. P.W. Powell, probablemente uno de los mejores hispanistas, escribió en 1971 «The Tree of Hate», donde, haciendo una autocrítica que le honra, describía el menosprecio injustificado que había recibido en los Estados Unidos el Imperio español y la cultura que lo sustentaba que podemos llamar hispanidad. A partir del siglo XVI se puso de moda meterse con España, una hispanofobia que le ha salido a menudo gratis a nuestros adversarios. Así llegamos al día de hoy donde el español es el ciudadano que peor concepto tiene de sí mismo. El auto-odio, el colmo de la ingenuidad.
JM: Eres muy benévolo, ingenuidad… ¿No será algo más rastrero?
AGI: Por parte de nuestros adversarios externos y competidores, sin duda. Era puro interés egoísta de favorecer sus intereses nacionales y ocultar sus propias leyendas negras mucho más graves y reales que la nuestra. Pero por parte de nuestros compatriotas, que todavía hoy presumen de odiar a todo lo que suene español, es pura ingenuidad porque no se dan cuenta que despreciando a España se desprecian a sí mismos. Eso sí, también hemos tenido agentes a sueldo de gobiernos extranjeros que han servido a esta campaña.
JM: ¿Estamos hablando de la ‘leyenda negra’? ¿Históricamente no está superada?
AGI: Creer que está superada forma parte de nuestra ingenuidad. Si Puigdemont hubiera sido corso hace tiempo que estaría en la prisión de París. Obama hizo hace unos años referencia a la Inquisición como uno de los mayores males de la Historia (ni palabra de bombas nucleares lanzadas sobre población civil) y todo el separatismo no hace más que vivir y revivir sobre los rescoldos de una imagen cruel y atrasada del español. La leyenda negra sigue viva y eso que España es uno de los 25 mejores países de la tierra para vivir, tomemos el indicador que queramos.
JM: Es este sentido decía superada, hay unanimidad en los historiadores ¿o no?
AGI: Yo no hablaría de unanimidad, ni mucho menos. Empiezan a aparecer «algunos» autores españoles y extranjeros que cada vez con más datos comienzan a poner en cuestión partes de esa leyenda. Por ejemplo, H. Kamen y otros han demostrado que las víctima de de la Inquisición española en toda su historia fueron como máximo unos 3.000, el 10% solo de las brujas ejecutadas en Alemania. Sin embargo, basta leer cualquier diario actual para encontrar el mismo tipo de epítetos de antaño como si los nuevos datos no sirvieran para alterar el «relato» que interesa. Y en Hispanoamérica son todavía mayoría los que buscan excusas en su pasado español para justificar su crisis actual, dos siglos después de la independencia. Por no hablar de los estereotipos que persiguen todavía nuestra historia: matamoros, machistas, intransigentes… La leyenda negra es tan amplia y ha durado tanto que incluso estando unidos tardaríamos tiempo en borrarla del todo.
JM: Gracias Alberto, un abrazo.
AGI: Gracias a ti por la oportunidad que me has brindado de explicar algunos aspectos de nuestra historia común.
La entrevista completa está en: http://www.noentiendonada.es/alberto-gil-ibanez-a-nuestros-adversarios-y-competidores-no-les-ha-interesado-nunca-una-espana-fuerte-y-unida/
Un comentario en “Gil Ibáñez: «Despreciando a España se desprecian a sí mismos»”
Antonio Montero
Soy originario de una comunidad de lengua castellana. Viví varios años en Cataluña, cuyo idioma aprendí, a tal punto que al irme tenía los títulos de profesor, traductor e intérprete de catalán. Recuerdo que unos días antes de las elecciones del 12 M del 2.000, en el diario “Avui”, portavoz de CiU, la escritora Isabel Clara Simó escribía lo siguiente: “ España es un grano que le ha salido en el culo a Cataluña, un grano que hay que rascarse el 12 M”. Unos meses después escribía “Queremos la independencia porque somos una nación rica en un estado pobre”.
Al irme de Cataluña tiré por la taza del retrete los mencionados títulos, después de haberme limpiado el culo con ellos. Y es que, ya puestos a insultar, que no me gusta, en la aldea global en que vivimos, no quiero hacer rica una lengua que no es pobre: ES MISERABLE.