El tráfico de esperanza: Mecanismo para dominar masas
Artículo de Eduardo José Flores
El tráfico de esperanza o engaño premeditado es la nueva tendencia de la izquierda para hacer de las suyas y mantener a las masas dominadas, es la manera en la que la “oposición” en Venezuela mantiene a la sociedad en un presente continuo olvidando el pasado sin poder tener aspiración futuras y sin ver más allá a lo que le proponen, lo mismo de siempre.
Esta nuevo modo operandi de la izquierda es como una especie de demagogia que perturba las emociones de las personas, aquí el político vende al pueblo lo que quiera escuchar, así sean mentiras, mentiras que debido al adoctrinamiento de una u otra manera terminan convencidos de su existencia y siendo reconfortantes para lo oídos de una sociedad que está al borden del colapso, vive del desespero y literalmente no tiene nada que perder. Esto no es más que promesas sin cumplir o si quiera ser factibles y aplicables a la realidad.
Este tráfico de esperanza es de manera constante y continuo, tanto así que en algún momento de nuestra historia, la legislación lo tipificara como un delito por ser considerado desde ya como un abuso psicológico de carácter masivo hacia al pueblo Venezolano en este caso; aquí se involucran, emociones, sentimientos y pensamientos, en donde la izquierda se aprovecha de las necesidades de los más vulnerables y juegan con su condición, en donde se aprovechan del dolor y desespero para conseguir lo que quieren y luego se lavan las manos diciendo que no funcionó o simplemente con su acción clásica del olvido, olvidar el pasado para inmiscuirnos en ese presente continuo que parece no tener fin y dar la ley de la ventaja al dictador, que en este caso vendría siendo maduro, dar tiempo al tiempo y alegar la agonía de la trágica situación de Venezuela.
Un claro ejemplo del tráfico de esperanza o engaño premeditado podrían ser los siguientes: El abrazar, convivir y aceptar al chavismo originario (“democrático”) en un presente sin fin que no permite de manera alguna recordar el pasado porque pareciera que el delito es ver el historial del chavismo originario y no son delincuentes quienes lo cometieron, sino quienes lo denuncian y bajo argumentos y razón indican que estos chavistas “democráticos” fueron los que originaron el problema. Entre estos casos tenemos el de la reciente Luisa Ortega Díaz quien se regocija con la “oposición” y quieren involucrarla en un posible gobierno de “transición”; ejemplos notorios y evidentes son los engaños de la hora cero, el plebiscito, la toma de caracas, el 350 YA, la asamblea nacional 2015, las miles de elecciones realizadas, la ayuda humanitaria entra si o si, el cese de usurpación, el “no volveremos a dialogar” y pare de contar.
Este mecanismo para dominar masas, en Venezuela ha sido efectivo y poco denunciado, pero es hora de dar a conocer que mediante un abuso psicológico se induce a darle lagar vida a la dictadura, mediante un abuso psicológico implantado por la “oposición” se le oxigena a la izquierda.