Seguir el blog (Follow.it)El Estado anula a la Sociedad (incluidos los colegios de médicos)
(Por Carlos Ibáñez)-
Nos llega la noticia de que el Colegio de Médico de Madrid h publicado un código ético en el que se incluye el juramento hipocrático que prohibía a los galenos la práctica del aborto.
No sabemos qué valor práctico tendrá dicho documento en las circunstancias políticas actuales. En un ordenamiento político respetuoso con la vida de la sociedad sería algo fundamental que dirigiría la práctica de la medicina. Pero en el actual estado liberal, en el que el Estado usurpa todas las funciones de la Sociedad, nos tememos que no va a servir para nada. Rectificamos; porque para algo ya ha servido: para hacer patente el absurdo que encierra el sistema político actual.
Nunca nos cansaremos de repetir, por la enseñanza que encierra, lo ocurrido el Guipúzcoa cuando los ayuntamientos de dicha provincia se dirigieron al Rey Don Carlos VII pidiéndole instrucciones para su actuación. La contestación del Monarca fue clara y aleccionadora para todos: ¿Qué queréis que os diga, si las necesidades de vuestros pueblos las conocéis vosotros mejor que yo?
Lo mismo habría contestado si le hubiera preguntado sobre una hipotética legalización del aborto. Les habría dicho a los médicos que lo relacionado con la gestación de nuevos seres son ellos quienes mejor la conocen. Y se habría limitado a dar sanción legal a un código ético formulado por el colegio profesional correspondiente.
Pero ahora no es así. Una caterva de ignorantes elegidos por un electorado manipulado de considera depositaria del supremo saber y poder. Y, llevados por la tentación satánica de “ser como dioses”, han declarado ser un derecho lo que no es más que un asesinato. Todo ello en contra de lo que afirma la ciencia. Y sin pararse a considerar que los médicos conocen mejor que ellos la cuestión.
Es el Estado que oprime a la sociedad. ¡Y lo hace en nombre de la libertad! Claro que se trata de la libertad abstracta que sólo existe en el papel. Y que pisotea las libertades concretas que exige la vida social.