LEPANTO PREVALECE EN LA SEMANA SANTA CATALANA
El Reino de las Españas se hallaba en pleno siglo de Oro y con un gran proyecto en común. Después de haber defendido el catolicismo en Europa al repeler la invasión islámica en el suroeste, con la reconquista, así como las herejías surgidas en el norte, con el protestantismo; después de haber expandido el catolicismo por el mundo a través de su vasto imperio, especialmente en las américas, en octubre de 1571 volvió a renovar sus votos con la santa religión al defenderla, una vez más, ante una nueva amenaza de invasión islámica por el sureste, en el mar jónico.
Liderada por Juan de Austria y sus consejeros catalanes Joan de Cardona i Luis de Requesens, entre otros, la Liga Santa convocada por el canonizado papa Pío V partió de Barcelona y se presentó en combate naval ante los turcos, con una muy significativa inferioridad numérica. La audacia militar y el rezo del santo rosario solicitado universalmente por el mismo papa consiguieron una clara victoria, de la cual fue testigo en primera línea el mismo Miguel de Cervantes.
Cuenta la tradición que al frente de la nave capitana de la armada cristiana presidía un Cristo que súbitamente inclinó su cuerpo para esquivar un proyectil. Alternativamente se cuenta que, estando en la bodega de la nave, lo hizo para tapar un agujero que habría hecho naufragar la embarcación. Ese Cristo se trasladó después a la Catedral de Barcelona, donde se guarda en la capilla del Santísimo, justo encima del sepulcro del incorrupto obispo san Olegario.
Diversas manifestaciones religiosas durante la Semana Santa en la Cataluña de 2019 volvieron a rememorar al Cristo de Lepanto. Destacamos en esta ocasión, las que se vivieron el Viernes Santo en dos ciudades catalanas como Barcelona y Valls (Tarragona).

En Barcelona se expuso el Cristo que históricamente protagonizó el milagro que sucedió en la batalla de Lepanto.
El Cristo de Lepanto permaneció expuesto en el interior del claustro de la catedral durante toda la mañana para veneración popular, y salió a las 15h para presidir el sermón de las siete palabras de la Pasión, que tradicionalmente se predica para las gentes en la plaza exterior.
Un numeroso cuerpo de portantes del Cristo de Lepanto de la Catedral de Barcelona, después de acompañar y custodiar al Cristo, a las 18h sacó otro gran crucifijo para el seguimiento del Viacrucis en la misma plaza de la catedral. Más tarde, a las 21h, hizo lo mismo en la Basílica de la Sagrada Familia.
En la ciudad de Valls, el Cristo de Lepanto salió en procesión a las 22h desde la reconocida plaza del Blat (por su tradición castellera) en la cual, por cierto, se produjo un recibimiento de las fuerzas carlistas victoriosas a principios del s. XIX.

El cristo de Lepanto salió, un año más, como Cristo en procesión con portantes y también como paso con costaleros, acompañado y custodiado por una nutrida comitiva de cofrades y de percusión de banda, pertenecientes a la hermandad del Cristo.
Recorrió las calles del centro de la ciudad, junto con otros pasos y cofradías, en una procesión emblemática por su buen gusto artístico y el ambiente de un público observante con un estricto silencio respetuoso.
El Cristo de Lepanto evoca en nuestra mente el pensamiento de una España unida, audaz y fiel, con una especial vocación en pro del Evangelio y de la Santa Tradición en el mundo ¡Que así pueda volver a ser, como lo fue históricamente!