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27 de enero de 2023 1

Carta abierta a Patxi López

(Por Francisco Segarra) –

Usted ha convivido muy a menudo con la muerte en el país vasco. No quiero pensar que le haya cogido cariño a la parca, aunque en cuestión de gustos, ya sabe. La realidad es que usted se alía con criminales, los de Bildu, que son la ETA, y los del aborto. Ambos matan. Matan seres humanos: de unas pocas semanas o meses, y de 10 a 80 años los gudaris de la CIA. Esta fijación criminal de usted y de su partido merecería un profundo estudio psiquiátrico, estudio que le recomiendo porque ganaría usted mucha paz interior.

Sin embargo, señor López, usted no cree en Dios. Es su elección. Imagino que ha elegido no creer en nada, ni en Dios ni en la vida ni en la libertad. Es lógico y natural. Si usted, que no se dio la vida a si mismo y que morirá sin ser consultado, cree que su origen procede de una sopa azarosa de partículas que, en casual combinación, producen tanto al señor López como el “Guernica” de Picasso, es coherente que no crea en Dios ni en la libertad. Dios queda excluido de su mente y la libertad queda liquidada por la tiranía del azar y de las partículas. No es extraño que la juventud se suicide en masa en España. Acuso, también, a usted y a su partido posmoprogre, hijo de Harvard, de ser culpable de esas muertes. Usted es consciente de que el adoctrinamiento LGTBI conduce a la desesperanza, a la duda infinita -sí, un sustituto de Dios del mundo moderno- y a la indecencia moral y política. Sí, es usted un indecente. Su presidente de usted, el señor Sánchez, también es un indecente. Lo dejo ahí porque ir más lejos me parecería injusto: no conozco las profundas heridas que la vida haya podido grabar en su corazón.

Y no, ni el hombre ni la mujer somos “soberanos”. Somos mucho más que eso. Somos hijos de Dios, y, por el Bautismo, sacerdotes, profetas y reyes. Acertó usted, López, un poco en la soberanía, pero quiso decir en realidad “autonomía”. El ser humano no es autónomo, es una criatura elevada a la máxima dignidad por su filiación divina. No es autónomo, y dejo la teología, porque -según usted, López- depende del azaroso bullir de trillones de partículas subatómicas que van y vienen como las olas del mar. Y no tengo que explicarle cómo condiciona la libertad vivir en el mar, pregunte a los pescadores  vascos. Por consiguiente, el cuerpo de la mujer, que es único, tampoco es autónomo. La mujer puede disponer a su antojo de su cuerpo, naturalmente. Pero no puede disponer del cuerpo del hijo que lleva en las entrañas. No conozco mujeres con cuatro ojos, dos narices, dos bocas, cuatro riñones o dos hígados; ¿y usted? Oh, no me hable del transhumanismo: estamos en un estadio anterior al robot quirúrgico Da Vinci, ya me entiende.

No sé, López, como decimos en Cataluña, “hágaselo mirar”. Por mi parte, como católico, apostólico, romano y carlista rezaré por usted.

Ya conoce aquello de amar a los enemigos. Cosa que, por lo demás, nunca he oído decir a una sopa de partículas primigenias.

Si repite conmigo ¡viva España! le envío un atento saludo.

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Un comentario en “Carta abierta a Patxi López

  1. Muchas gracias por esta Carta abierta.

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