Encuentro de Familias Tradicionalistas y clausura del Campamento Cruz de Borgoña 2019

Late la Tradición en Gredos

Coincidiendo con la clausura del Campamento Cruz de Borgoña en la Sierra de Gredos, se convocó el II Encuentro de Familias Tradicionalistas los días 13, 14 y 15 de agosto.

Las jornadas transcurrieron en un ambiente de amistad y amor por la tradición y durante las mismas se pudo compartir oración, conferencias, ideas de futuro, coloquios, conciertos entre los asistentes llegados de diversos puntos de España –o por mejor decir, de Las Españas- y para unir y afianzar todo eso, convivencias y sobremesas que forman sólidos lazos.

Durante la tarde del 13 fueron encontrándose las primeras familias asistentes. Se rezó un Santo Rosario como inicio de las jornadas y a continuación se compartió cena y sobremesa.

En la mañana del 14 se programaron sendas conferencias: «El proceso histórico revolucionario y nuestras propuestas», a cargo de Javier Mª Pérez-Roldán, y «La memoria carlista», a cargo de José Fermín Garralda. Tras ambas conferencias hubo interesantes turnos de coloquio.

Por la tarde se celebró una charla sobre «ideas y propuestas para una Comunión más eficaz», moderada por Javier Garisoain, en la que varios asistentes intercambiaron puntos de vista sobre lo que debe ser nuestra lucha contrarrevolucionaria.

Tras la misma, nos trasladamos al Campamento Cruz de Borgoña, a su tradicional Velada, en la que tras dos semanas de intenso campamento los niños celebran una fiesta con concurso de canciones. En ellas, las guías en las que los niños se encuadran cantan a la tradición intercalando las anécdotas sucedidas. Algunos se reencontraban con sus padres después de 14 días, con la lógica emoción sobre todo en torno a los más pequeños.

Terminada la Velada y retirados los niños para arriar bandera, se volvió a compartir mesa y mantel entre los asistentes, y sobremesa que en algunos casos se alargó entre un emocionante ambiente de hermandad. De Comunión.

El domingo estaba previsto iniciarlo en la Santa Misa que cada año abre la jornada de clausura del Campamento, pero de manera natural surgió organizar un pequeño y rápido concierto de música barroca ofrecido por Guillermo Femenías, que ofreció un corto pero intenso y hermoso concierto barroco al que se sumaron otras voces y guitarras.

A las 11:30 daba comienzo la Santa Misa y ya eran muchos los padres que esperaban para ver a sus niños que uniformados y disciplinados formaban en sus puestos, dejando los emocionados encuentros familiares para después.

Tras estos, los más jóvenes habían preparado una representación teatral en la que nos contaban la devoción al Sagrado Corazón desde las revelaciones al beato Bernardo de Hoyos hasta nuestros días, pasando por la Consagración realizada por SMC D. Carlos VII en 1875.

Los pinos de Gredos dieron sombra a una multitudinaria comida de hermandad entre las familias asistentes, culminada por alegres momentos de cantos carlistas.

Tras ellos, se producía la tradicional entrega de premios del Campamento. Los monitores y directores reconocen allí a los mejores Pelayo y Margaritas, a los más aplicados en la formación en Religión y en Historia desarrollada durante el campamento, a las mejores guías, y premiando también las mejores canciones ofrecidas la tarde anterior.

Empieza a caer la tarde y el director general del campamento manda formar por última vez en 15 días.

Los 140 participantes del campamento asisten en posición de firmes a la oración y arriado de las banderas, que se realiza mientras entonan el Oriamendi. Se manda romper filas y 140 gargantas contestan con un ¡Viva Cristo Rey! que resuena en la Sierra.

Llega el momento de la despedida. Se suceden los abrazos, las risas y no pocos llantos. Hay emoción. Hay Comunión. Las familias asisten a una demostración de camaradería que pellizca algunas gargantas. Bajo las boinas blancas y rojas hay abrazos, manteos, cantos, risas y lágrimas.

Termina el campamento y los pelayos y magaritas marchan junto a sus familias a todos los rincones de España. Queda un año menos quince días para que vuelvan a llamar a formar. Pero en medio quedarán muchas cosas por hacer, muchas actividades por realizar y muchos encuentros en los que nuestros jóvenes y también nuestras familias seguirán cultivando el amor a Dios, la Patria, los Fueros y el Rey.

Que así sea. Contamos con vosotros para hacerlo posible.