La solución chapucera del PP para las pensiones: poner a los pensionistas a trabajar

Dato interesante que ha pasado desapercibido para muchos: ayer, lunes 5 de febrero, Gerardo Camps, portavoz del PP para el Pacto de Toledo, propuso el envejecimiento activo para enmendar el negro futuro de la Seguridad Social por los fallos estructurales del sistema. Ellos están conduciendo a la quiebra al Estado de Bienestar. Camps habló de caminar hacia un modelo de envejecimiento activo, que en realidad es un eufemismo para describir el que un pensionista pueda percibir el 100% de su prestación y a la vez continuar trabajando y pagar cotizaciones sociales. Lenguaje de políticos.
Para los que no lo recuerden, el Pacto de Toledo es un documento aprobado por la partitocracia en 1995 con la sombra del Banco Mundial en su redacción por sus recomendaciones al Gobierno de Felipe González. Las conclusiones de este pacto son harto conocidas: España envejece sin parar y eso conlleva que la población activa, cada vez menor, que tendrá que sostener más y más pensiones. ¿La soluciones según la partitocracia? Poner a trabajar a los pensionistas; traer más extranjeros para que ocupen los trabajos que los españoles no queremos ocupar (refugiados everywhere); subir los impuestos. Sin duda no es una mala medida que los jubilados puedan percibir su pensión y a la vez trabajar, sobre todo teniendo en cuenta que la media de las pensiones no es mayor al Salario Mínimo Interprofesional en una gran mayoría de los casos. Pero no es la solución. O más bien es una solución chapucera propia del Nuevo Orden Mundial. La solución es potenciar la natalidad en un plan nacional de choque (ya vamos tarde para medidas tímidas) y mejorar la educación, que permitiría la estabilidad a medio plazo de las políticas sociales y el crecimiento económico del país. Pero para eso hay que destruir la cultura de la muerte, que Rajoy ha comprado por dos peniques a Soros y amigos.
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