Madres que sentirían alivio por la muerte de sus hijos y antinatalistas que desean la extinción de la humanidad

Dos noticias muy interesantes para afrontar la cultura de la muerte. La primera es reciente y la segunda la rescatamos a propósito de la primera. En primer lugar, el periódico EL Mundo ha hecho una investigación a un grupo extendido mundialmente que se llaman a sí mismo antinatalistas. En segundo lugar, existe un libro que relata y exalta a las madres que se arrepienten de haberlo sido y que la muerte de sus hijos sería un alivio. Se titula “Madres Arrepentidas” y lo escribió Orna Donath.

Aquí algunas citas interesantes de ambos fenómenos sociales cogidos de testimonios y artículos. Las consecuencias de la cultura de la muerte en nuestra sociedad. Poco más se puede decir:

“¿Por un día de felicidad, por un instante de placer, tienes que sufrir tantos años? Y a veces el sufrimiento no tiene fin, encima. Ahí está, la sensación de sufrimiento interminable. Así pues, ¿qué tiene de bueno ser madre?” Erika (madre de cuatro hijos de entre 30 y 40 años y abuela).

“Aunque murieran, Dios no lo quiera, mis hijos seguirían estando conmigo en todo momento. El duelo por ellos, su recuerdo y la pena serían insoportables. Pero perderlos ahora supondría cierto alivio”. Sophia (madre de dos hijos entre 1 y 5 años).

“La existencia humana conlleva mucho dolor y sufrimiento y por eso mismo es un error traer nuevos seres humanos al mundo”. David Benatar, filósofo sudáfricano, entrevistado por El Mundo.

David Benatar desearía que el antinatalismo triunfara hasta el punto de que la humanidad se extinguiera. Y sus acólitos españoles le respaldan. “Hablar de extinción de la especie humana puede parecer muy fuerte, pero somos algo nefasto”, opina Audrey García, responsable de comunicación de una fundación de arte urbano de Barcelona. “Extinguimos animales, destrozamos el medio ambiente, no paramos de pelearnos. Y también es innegable que por el hecho de nacer uno va a tener que hacer frente al sufrimiento, como mínimo al sufrimiento y el miedo que conlleva la muerte”

Como ven, hay un grupo de personas en la sociedad española que consideran sus hijos una carga y otro grupo de personas que consideran la vida un horror y se esterilizan personalmente para no traer más hijos a este mundo de sufrimiento. No hay más palabras que decir. Así están las mentes.