Una crítica un poco bruta a la monarquía
(Por Javier Garisoain) –
Hace unos días, el escritor falangista Eduardo García Serrano, en una de las llamadas “tertulias de Ardemans” se vino arriba al comentar el episodio de la enésima firma notarial del actual jefe del estado y dijo lo siguiente:
“Esta repugnante monarquía que padecemos devastó el siglo XIX español. El indeseable de Fernando VII nos costó…, ¡bueno!, la p*** de su hija, la isabelona, nos costo… , el oligofrénico meapilas de su tito, el Carlos María Isidro, nos costó tres guerras carlistas. ¡España desangrándose por estos p**** borbones!”
¡Uf!
Don Eduardo, si lee usted este mensaje, en primer lugar, encauce un poco sus ímpetus hombre. No se crea que por imitar el estilo avinagrado de Jiménez Losantos, le van a hacer más caso.
Con ese vómito dirigido al rey legítimo, don Carlos María Isidro, Carlos V, se equivoca usted totalmente. Don Carlos no fue perfecto (los monárquicos de verdad no aspiramos a reyes perfectos) pero fue un dignísimo rey. Lea algo un poco serio sobre su azarosa vida.
Si hubo tres guerras civiles en el XIX, esas que denominaron “carlistas“, no fue por meras disputas genealógicas sino porque hubo españoles que no se resignaron a que su Patria se convirtiera en otra más de las republiquitas bananeras en que se fragmentó la Monarquía Católica.
Eran españoles que se oponían al afrancesamiento ideológico. Que ofrendaron sus vidas para luchar contra los frutos podridos de la revolución francesa entre los que se incluyen -tomen nota- las ideas neopaganas, el culto a la diosa-nación, la glorificación del estado, la militarización de la política, la apuesta por la voluntad pura y el recurso a la fuerza bruta. Algunas de esas ideas, remozadas y repeinadas por algunos jóvenes europeístas hace 90 años, ya las defendieron antes los espadones liberales -los espartero, los o’donnell o los narváez- y lo único que consiguieron entonces fue sumergir a nuestra patria en la humillante condición de colonia.
El verdadero patriotismo español no está en el españolismo bravucón antimonárquico, ni en el revoltijo derechista republicano, sino en la veneración sincera de nuestras tradiciones políticas.
4 comentarios en “Una crítica un poco bruta a la monarquía”
Zuma
Estupenda contestación Javier
Alberto
Cierto, desafortunadas palabras de un hombre al que le tenía una cierta consideración.
Vino a decir haciendo memoria que don Carlos María Isidro era un oligofrénico (cortito de mente), meapilas (insulto empleado por los que se mofan de la misa y la oración en los templos) y creo recordar algo relativo a que estaba inhalando incienso a todas horas.
En fin, casi siempre quien descalifica se califica así mismo, esos arrebatos de testosterona más propios de quien los esputa tras ingerir unos chupitos en la barra de un bar, solo demuestran la catadura del personaje, sin ningún rigor en sus palabras en un improductivo zaherir.
Voy a nombrar al filósofo del nihilismo, no precisamente cristiano, Friedrich Nietzsche que dijo una frase que viene aquí como anillo al dedo para el caso: “cualquier pobre diablo injuriando experimenta una pequeña borrachera de poder”
Aplíqueselo don Eduardo García Serrano, y ocúpese de sí mismo y sea un poquito coherente ante su errática trayectoria política, pues tan pronto va con camisa azul, como se acurruca bajo los faldones verdes de Vox.
Rectifique don Eduardo, que es de sabios, y los cristianos siempre sabemos perdonar los desvaríos.
Carlos RG
Y luego dicen que los falangistas no son liberales ¡Ja!
I. Caballero
Una excelente respuesta a alguien que NO merece ni nombrarlo.
En mis artículos me suelo enfrentar a comentarios parecidos en el sentido de que las tres guerras Carlistas tienen la culpa de que España en el siglo XIX mostró un considerable retraso económico…
Y los mismos comentaristas insisten en las bondades del liberalismo frente al Carlismo.
Respondo, pero pido ayuda para mejorar mi respuesta en completar mi Idea de que el liberalismo tiene dos facetas una política y otra económica, ambas nefastas.
El Liberalismo económico se inició con la Desamortización del ministro judío Mendizábal que robo las propiedades a la Iglesia para repartirlas – regalarlas – a nobles y burgueses masones que mantuvieron esos bienes ociosos e improductivos. De esa manera la culpa económica del retraso de España fue de manera precisa dicha Desamortización, por supuesto Liberal.
Y el Liberalismo masón fue el creador del comunismo de Marx y que desde hace casi dos siglos deriva por la vía del aumento del gasto público y de la deuda hacia una dictadura comunista.
Los PIB de todos los países van año a año aumentando el peso del sector público e incrementando los beneficios de las multinacionales mientras que la parte de los Salarios en el PIB disminuye. La consecuencia es el fracaso del Liberalismo para confluir en el Comunismo.
Desde el prisma Político las ideas perversas procedentes de la Ilustración y de la Revolución francesa se impusieron en forma de constituciones que sustituyeron los “cuerpos intermedios” que funcionaban resolviendo los problemas de los pueblos por representaciones que se mostraron inútiles. Lo que los revolucionarios pretendían era eliminar organizaciones intermedias pequeñas que funcionaban bien desde siglos.
Saludos cordiales
Viva Cristo Rey
DIOS, PATRIA y REY LEGITIMO