¿Quién les ha dado la orden?
A todos nos ha sorprendido el repentino cambio de conducta de Iglesias y de Sánchez. El que no se entendieran desde las elecciones de abril y mantuvieran su oposición durante la campaña electoral, parecía obedecer a convicciones muy arraigadas en ambos personajes. Por eso el pacto que firmaron el pasado martes ha sorprendido a todos.
El cambio de conducta no tiene por qué sorprendernos a los cristianos. La vida de cada uno de nosotros en un continuo cambio: un paso del pecado a la salvación. La historia de la Iglesia está plagada de conversiones. De éstas, muchas son repentinas. Ya en el Evangelio se relata la historia a de Zaqueo. La conversión más destacada fue la de San Pablo. También se nos vienen a la memoria otros casos como el de San Agustín. Y pasando por alto varios siglos, tenemos, recientemente, el caso de Santa Teresa Benedicta de la Cruz.
Para los cristianos todas esas conversiones tienen una explicación: es la acción de la Gracia. Obedecían a un designio amoroso de Dios.
¿Qué explicación tiene la conversión de Iglesias y Sánchez? No se puede atribuir a la acción de Dios. No cabe más que una acción de otro origen. Nos sentimos tentados a decir que, dado que no proviene del cielo, su origen es el infierno. No exageremos. Su origen seguro que está en el mundo en que vivimos.
La acción de Sánchez e Iglesias no ha podido responder a un impulso sobrenatural. No cabe otra explicación que la existencia de una orden, un mandato de origen natural.
¿De dónde procede ese mandato? ¿Quién ha sido el que les ha llamado al orden y les ha impuesto el acuerdo? Y quien lo ha hecho ¿De qué poder ha dispuesto para ello?
Un motivo para que reflexionemos. Para que nos demos cuenta de la mentira fundamental en que se basa la democracia. Dicen que es la voluntad del pueblo. Pero en este caso no ha servido para nada la voluntad del pueblo expresada en las urnas. Ha sido otra voluntad, que desconocemos pero que existe, la que ha decidido.
Un comentario en “¿Quién les ha dado la orden?”
FdeM
Me parece muy acertado lo que Vd. expresa en estas líneas.
El ascenso de Iglesias fue meteórico, y también lo ha sido su a todas luces suficiente o contenida caída. El ascenso de Rivera también fue meteórico, y más rápida todavía su caída.
El PSOE y el PP se habían acercado demasiado, tras años de cesión del PP al izquieridismo y de descontento acumulado por parte de sus votantes.
Había que resituar de nuevo los dos bloques PSOE y PP. Podemos sirvió para hacer al PSOE más duramente izquierdista, y Ciudadanos para que el PP dejase de perder gente como ya se ha visto.
Crear dos partidos nuevos, Podemos y Ciudadanos, no es tan fácil como parece. Y su decadencia, tampoco es tan explicable una vez que han surgido, salvo que sirvan a algo porque sirven a alguien.
Un saludo,