Funeral masónico: ¿Para qué ha servido?
por Carlos Ibáñez
Nos referimos al acto celebrado en Madrid el pasado día 16 de julio, festividad de Nª. Sª. del Carmen.
Los medios de comunicación se han ocupado ampliamente del mismo. Han resaltado el hecho de que haya unido a todos los españoles, pues han asistido todos los partidos políticos, excepto de VOX y los presidentes de todas las autonomías.
Se ha insistido en la necesidad de mantener el recuerdo de los fallecidos y de los que han luchado contra la pandemia.
A nosotros nos ha dejado impasibles. Seguimos sin entender para qué ha servido.
Pero nosotros no constituimos la totalidad de la sociedad española. Hay una parte de la misma que se queda satisfecha con las tramoyas que monta el poder. Para eso sí ha servido. Para mantener engañados a muchos españoles.
El que haya unido a todos los españoles es una falsedad. Tan pronto como los asistentes han abandonado la Plaza de la Armería, los miembros de los partidos políticos ya estaban dispuestos a seguir insultándose en los mítines, en su actuación en el Parlamento y en el Senado y en las páginas de la prensa.
En cuanto a mantener el recuerdo, tampoco sirve de nada. El recuerdo es algo que se da en las personas y que desaparece cuando fallecen. A eso estamos condenados todos.
El acto ha sido calificado como de inspiración masónica. No solamente por nosotros, los carlistas, sino por otros medios de comunicación. Por eso podemos afirmar que se ha inspirado en los principios de la Masonería. Su mismo desarrollo lo ha demostrado.
La Masonería pretende el progreso de la sociedad prescindiendo de Dios. La masonería pretende algo imposible por irreal. Dios es la suprema realidad. Prescindir de El nos lleva al más absoluto de los vacíos.
Y así ese acto, con toda la parafernalia con que lo han revestido, ha sido un completo vacío. No ha sido nada ni ha servido para nada. Pues engañar a un pueblo, complacer a los partidarios de la ficción, no es construir nada sólido. Aunque tenga las apariencias de algo.
Un comentario en “Funeral masónico: ¿Para qué ha servido?”
Ramón de Argonz
Muchas gracias. Así, con sentido común. El vacío lo provocan aquellos que se dan placer por otras vías: ocupando el poder, los cargos, la honrilla, los dineros y la fama en una sociedad de cara a la galería. El Acto al que nos referimos, en vez de cubrir o llenar el vacío de una vida que se va con el triunfo de la muerte, es un vacío que produce más vacío y que debe ser llenado con otras cosas… pero claro, sólo los que las tienen. ¿Y el resto de los ciudadanos o lo que seamos? Siempre he creído que Dios-Padre es el más “democrático” -“democracia” hasta en la sopa-, en el sentido de que llega a todos y es por igual para todos -no, no se alarmen-.