Nota aclaratoria sobre la Fiducia Supplicans: de transgredir la Tradición a sostenella y no enmendalla
El pasado día 18 de diciembre la antigua Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, ahora Dicasterio, daba a conocer la declaración “Fiducia Supplicans” con la firma del papa Francisco, levantando una polvareda eclesiástica que no se conocía desde la publicación de la “Humanae Vitae” de Pablo VI en 1968.
Mientras los partidarios de la apertura de la Iglesia a las reivindicaciones del colectivo LGTBI la saludaban, conferencias episcopales enteras, obispos, sacerdotes y laicos de todo el mundo han reaccionado contra la declaración considerándola contradictoria con el Responsum de la misma Congregación sobre el mismo tema hecho público en 2018, y en oposición a la doctrina tradicional de la Iglesia sobre la naturaleza de las bendiciones eclesiásticas y el objeto susceptible de recibir las mismas.
A la vista del revuelo organizado, con abiertas acusaciones de herejía -notoriamente excesivas- por parte de algunos sectores de la Iglesia, el cardenal Víctor Manuel Fernández, Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe y responsable de la Declaración, ha emitido una Nota aclaratoria que en lugar de rectificar o anular la anterior Declaración, insiste en unas explicaciones que suponen un sostenella y no enmendalla.
El cardenal Fernández piensa que el núcleo del problema procede de una falta de comprensión por parte de algunos de los que han rechazado la Declaración, y como remedio propone una buena catequesis.
La fórmula no es nueva. En pleno postconcilio, cuando el humo de Satanás había penetrado en la Iglesia y el progresismo amenazaba con hundir la barca de Pedro, el entonces obispo auxiliar de Madrid, Monseñor Estepa, realizó una visita pastoral a la iglesia madrileña de San Fermín de los Navarros, en las que se reunió con el párroco y un grupo de seglares comprometidos de la parroquia. Entre ellos se encontraba el profesor Rafael Gambra, catedrático de Filosofía y uno de los mas eminentes pensadores cristianos del momento. El obispo se dirigió al auditorio con unas palabras que rezumaban confusión doctrinal y contaminación progresista, a las que replicó el profesor Gambra con sólidos razonamientos. Sin escuchar a lo que se le decía, ni saber o interesarse por saber quién era el que le hablaba, en un tono de despectiva suficiencia el obispo se volvió hacia el párroco y con una sonrisa de complicidad comentó: “Por lo que veo, aquí hace mucha falta una buena catequesis”.
El cardenal Fernández sostiene en su Nota que el documento objeto de controversia “es claro y clásico sobre el matrimonio y la sexualidad” y “se mantiene firme en la doctrina tradicional de la Iglesia sobre el matrimonio, no permitiendo ningún tipo de rito litúrgico o bendición similar a un rito litúrgico que pueda causar confusión”, por lo que “no habría lugar para distanciarse de esta Declaración ni para considerarla herética, contraria a la Tradición de la Iglesia o blasfema”.
A partir de ahí considera que la confusión o falta de comprensión puede venir de aspectos prácticos, señalando que la Declaración no se refiere a cuestiones doctrinales sino a “breves y simples bendiciones pastorales (no litúrgicas ni ritualizadas) a parejas (no a las uniones) irregulares, entendiendo que son bendiciones sin forma litúrgica que no aprueban ni justifican la situación en que se encuentran esas personas”.
Siendo así que la Declaración es, en su valoración, tan clara y tan conforme a la doctrina, el cardenal Fernández entiende que el problema puede ser “la necesidad de un tiempo más prolongado de reflexión pastoral”, porque mientras “en algunos lugares no se advierten dificultades para una aplicación inmediata”, otros pueden requerir “todo el tiempo que haga falta para la lectura y la interpretación”. Por ello, el cardenal acepta que la cuestión puede quedar al “discernimiento in loco” de cada obispo, siempre que no se produzca “una negación total o definitiva de este paso que se está proponiendo a los sacerdotes”.
Dado que la mayor y más firme oposición a la Declaración ha procedido especialmente de paises africanos y del Este europeo, la nota aclaratoria se refiere después al caso de lugares en los que “hay cuestiones fuertemente culturales en incluso legales que requieren tiempo y estrategias pastorales más allá del corto plazo”. Al tratarse de paises que “condenan, prohíben y criminalizan la homosexualidad”, debe actuarse con prudencia y realizarse una tarea pastoral amplia que incluye formación, defensa de la dignidad humana, enseñanza de la Doctrina Social de la Iglesia y diversas estrategias que no admiten prisas”.
Recomendación que suscribimos, y que no vemos debiera limitarse a esos paises, pues también en los paises “desarrollados” occidentales, con democracias liberales -el liberalismo está condenado en las encíclicas papales- y legislaciones abortistas o que aprueban la eutanasia, estaría muy bien que los obispos predicaran la Doctrina Social de la Iglesia y denunciaran con brío las violaciones a la dignidad humana.
Dicho lo anterior, la Nota aclaratoria del cardenal Fernández pasa a insistir en que la verdadera novedad de su Declaración no es una alteración en la doctrina sobre el matrimonio, sino la invitación a distinguir entre dos formas diferentes de bendiciones: “litúrgicas o ritualizadas” y “espontáneas o pastorales”. Y aquí vuelve al contorsionismo argumental exhibido en la Declaración que no solo no hay por donde cogerlo, sino que roza lo ridículo en el ejemplo que propone en su apoyo:
Imaginemos que en medio de una gran peregrinación una pareja de divorciados en nueva unión, le dicen al sacerdote: “Por favor, denos una bendición, no conseguimos empleo, él está muy enfermo, no tenemos casa, la vida se nos vuelve muy pesada, que Dios nos ayude”.
En ese caso, el sacerdote puede decir una simple oración semejante a esta: “Señor, mira a estos hijos tuyos, concédeles salud, trabajo, paz, ayuda mutua. Libéralos de todo lo que contradice tu Evangelio y concédeles vivir según tu voluntad. Amén”, y finaliza con el signo de la cruz sobre cada uno de los dos.
Son 10 o 15 segundos. ¿Tiene sentido negar este tipo de bendiciones a esas dos personas que la suplican?
Hace muchos años, antes de que naciera el cardenal Fernández, que el gran teólogo y filósofo dominico Garrigou Lagrange dejó escrito sobre la Iglesia: “Intolerante en los principios, porque cree, pero tolerante en la práctica porque ama”.
¿De verdad cree el cardenal Fernández que una Declaración que ha contradicho el magisterio anterior de su propio Dicasterio, antes Congregación, y ha estado a punto de provocar un cisma en la Iglesia, era necesaria para autorizar que un sacerdote actúe en la forma descrita en una circunstancia tal? ¿Se oponía acaso a tal proceder el anterior Responsum, la teología tomista del P. Garrigou Lagrange o la solicitud pastoral de cualquier sacerdote? ¿Cree que es eso lo que ha provocado el rechazo de sus detractores a la Fiducia Soliccitans?
Es cuando se ve este tipo de justificaciones cuando entran dudas de si el cardenal Fernández nos toma a todos por tontos o sufre de una ingenuidad que sería impropia de un hombre con sus responsabilidades al frente de uno de los dicasterios más importantes de la Iglesia.
Oí contar en una ocasión de un joven católico y piadoso, que dejó embarazada a su novia, y teniendo que justificar ante un sacerdote la discrepancia entre su conducta y su condición de cristiano practicante, en vez de reconocer su falta, aducía poniendo cara de bueno: “Si yo solo metí la puntita”.
A eso parece acogerse ahora el cardenal: si yo solo hablo de bendiciones muy pequeñitas y en bajito… si son casi como si nada…
Pues si es así, retire usted la Declaración, señor cardenal, porque de verdad que no merecía la pena armar tal lío. Usted sabe, porque así se lo han hecho saber muchos, que la cuestión no es si la bendición es pequeñita o grandecita, sino el hecho de que la bendición, de una situación objetivamente pecaminosa, la hace un sacerdote católico, y de que lo que la “Fiducia Supplicans” ha autorizado bendecir es la unión -es decir, lo que les constituye en pareja- y no a las personas como tales.
Lo malo, con todo, sería que detrás de ejemplos como el expuesto por la Nota, no se escondiera ni menosprecio a nuestra inteligencia ni un exceso de candor, sino una buena dosis de perfidia y de maniobras dialécticas para hacernos comulgar con ruedas de molino.
La conclusión de la Nota aclaratoria, parece en definitiva ser que en algunos paises hay que darles tiempo para que se adapten y en otros, en los que se corta el bacalao de la cultura dominante y donde la presión del lobby gay sobre la Iglesia es sofocante, conviene dejar que sean los hechos los que vayan aclimatándonos mientras se invoca que la doctrina no ha cambiado.
O sea, que hay que subir la temperatura del agua poco a poco, en vez de llevarla a ebullición de golpe, para impedir que la rana salte de la cazuela.
Pedimos al Señor recién nacido que derrame sobre todos su generosa y gratuita bendición, para que seamos siempre fieles al Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo, vivamos ardientemente la caridad con todos, y seamos hijos fervientes de nuestra madre la Santa Iglesia.
3 comentarios en “Nota aclaratoria sobre la Fiducia Supplicans: de transgredir la Tradición a sostenella y no enmendalla”
Enrique de Goicoechea
Me recuerda mucho a los primeros intentos para legalizar el aborto basándose en aquellos tres supuestos tan extremos que eran como el ariete que después daría lugar a la normalización del aborto en los términos actuales. Así pasará con estas bendiciones a parejas homosexuales para dentro de poco irlas generalizando, normalizando y ritualizando. Es la técnica que siempre utiliza la izquierda y el clero modernista que la sigue. Que no nos tomen por tontos, que ya nos sabemos el cuento.
Esta Fiducia Supplicans es clericalismo puro, el mismo que ha condenado con tanto ardor Francisco. Hubiera correspondido dialogar “sinodalmente” según el nuevo espíritu del Papa, pero no puede evitar su sesgo izquierdista predicando una cosa y haciendo la contraria. La izquierda es una enfermedad mental.
I. Caballero
Felicito a Javier Urcelay por lo expuesto.
Hace unas semanas puse un comentario sobre el Conclave donde fue elegido el papa Francisco.
En ese sentido hay “expertos” que explican que pudo ser un fraude colosal…
La biografía del difunto primado de Bélgica, cardenal Gotfried Danneels – un miserable masón – expresa que se formó un grupo de “presión” denominado “mafia de Saint-Gall” para influir – o modificar o tergiversar – la elección de Francisco.
Dicha biografía es del mismo Danneels … lo que no deja duda alguna sobre su veracidad.
Y para completar la información, esta semana el Papa ha excomulgado a un párroco italiano por insinuar lo escrito en los párrafos anteriores …. y hace un par de meses otro sacerdote igualmente excomulgado por la misma razón.
La expresión española que dice “cuando el rio suena, agua lleva”, si se inquieta Francisco es porque los dos sacerdotes llevan la razón.
Espero que NO me excomulgue.
Francisco, el zurdo como dice él, vacuno adicto, forofo del clima y perseguidor de los que opinan/opinamos diferente… sobre temas que NO son de FE… la elección – Conclave – del Papa, entiendo que NO es una cuestión de FE, sino normativa.
Enhorabuena otra vez, merecida, a Javier Urcelay
DIOS, PATRIA y REY LEGITIMO
I. Caballero
En referencia a mi comentario, se inscribe en la falta de legitimación para impartir Doctrina de Francisco y de los nombrados por él.
Puede ser la cuestión “central”, que estos individuos – masones al 99% – ocupan posiciones en la Iglesia de Cristo que NO les corresponden al proceder de un Conclave en el que se han vulnerado sus normas
De manera que, la Doctrina que imparten es FALSA y sirve a los intereses de los enemigos de Cristo.
Cada nuevo paso que da Francisco o sus sicarios masones va en el sentido de destrozar la Iglesia, crear un cisma, o provocarlo, para de esa manera reducir la actual relevancia de la Iglesia de Pedro.
NO es que el humo de Satanás haya entrado, es que solamente y solo Satanás se encuentra en el recinto.
Y, puesto a incidir en la pertenencia masónica de estos individuos que, cada día que pasa parece mas clara, hay una foto de Francisco con la mano escondida que según expertos significaría su condición de masón.
Gracias por la lectura y pido mil perdones por la extensión.
DIOS, PATRIA y REY LEGITIMO