Los pícaros y los tontos del sistema
(Por Carlos Ibáñez) –
El diplomático alemán Hans Huina, publicó un libro con el título “Seréis como dioses”. Venía a decir que la democracia, en el fondo, repetía la tentación que hizo caer al primer hombre en el Paraíso.
Efectivamente el principio fundamental de la democracia, engaña a todos los hombres haciéndoles creer que su voluntad es capaz de cambiar la naturaleza. Esa mentira tan grosera es creída por muy pocos. Por eso hay tan pocos demócratas que lo sean de verdad. La mayoría finge creer lo que proclama. Como lo acredita su conducta de todos los días. El demócrata que se ha creído de verdad eso de “seréis como dioses”, es que es tonto de capirote. Y de esos hay bastantes; también como lo acreditan con su conducta diaria.
Ante el espectáculo que diariamente nos ofrecen los gobernantes democráticos y la sumisión con que la masa acepta sus mentiras, no podemos evitar el recuerdo del apólogo que leímos en nuestra niñez titulado “los pícaros y los tontos”.
Se trata de un cuento muy extendido en la literatura universal. Una de sus versiones aparece en “Las Mil y una Noches”. Recordaremos someramente su argumento:
Se presentaron en la corte de un emperador unos individuos que aseguraban ser capaces de fabricar un tejido que era invisible para los pícaros y los tontos. El emperador les creyó y ordenó que se les facilitasen los medios para producirlo. En una estancia del palacio montaron sus máquinas y pidieron la materia prima que consistía en oro, plata y seda. Comenzaron sus “trabajos” y pidieron más materia prima. Pasaron varios días y el emperador envió a uno de sus ministros para que comprobara la marcha de los trabajos. Los tejedores le mostraron los telares en marcha, pero vacíos. En enviado no vió nada, pero, dado que si así lo manifestaba podían calificarle de pícaro o de tonto, comenzó a prodigar grandes alabanzas ante la belleza del maravilloso tejido.
Mandó el emperador a otros. Y, lo mismo que el primero, y por los mismos motivos, todos se deshicieron en loas a la tela maravillosa. Finalmente sacudió el emperador, y también elogió el “producto”.
Acordaron hacerle un traje de gala. Y de los que intervinieron en la confección de la prenda ninguno se atrevió a decir que allí no había nada. Por fin el emperador lució su maravilloso traje en un acontecimiento público. Y fue un niño inocente el que descubrió la superchería gritando” ¡el emperador va desnudo!”.
Esto ocurre con la democracia actual. Diariamente vemos a los políticos de todo nivel promulgar las leyes y disposiciones más absurdas. No faltan quienes las combaten. Son los demócratas inconsecuentes con los principios democráticos que profesan.
En las declaraciones televisivas de los políticos que defienden tales proyectos absurdos, apreciamos dos actitudes diferentes. A unos se les ve claramente que no creen en nada de lo que dicen. Otros, sin embargo, presentan un aspecto de creer firmemente los absurdos que proponen. A los primeros hemos de clasificarlos como pillos. A los segundos como tontos.
Y eso es lo que hemos conseguido con la tra(ns)ición de 1978. Estar gobernados por una caterva de pillos y de tontos. Y lo peor es que no vemos la manera de librarnos de ellos. Porque el sistema que les protege permite todas sus aberraciones.
Repitamos una vez más, y, si hace falta, hasta un millón de veces: EL PROBLEMA ES EL SISTEMA.
Un comentario en “Los pícaros y los tontos del sistema”
Ignacio Marti
Buenas tardes,
Efectivamente, el problema es el sistema. Y luchar contra el, es políticamente incorrecto entre las amistades. Y cuando preguntas, ¿cual es la opción?
Antes únicamente el pp, y cuando les dices que ellos no han corregido ni un ápice las leyes injustas e inmorales de PSOE a nivel de educación, de justicia (aborto, bodas gays, etc), de justicia (prisionera de un estado omnipresente) por no entrar en temas económicos-fiscales (del que como economista estoy al día), cuya política aplicada haya permitido, propio pp, a la socialización marxista del sistema con subidas de impuestos, subsidios dados o permitidos, etc. etc., manteniendo un poder a sindicatos que sin ningún tipo de representación, encubren a maltrabajas y defraudadores de empresas y del sistema de Seguridad social nacional
Y ahora tenemos otra opción entre las amistades el voto a VOX, yo fui el primero en animar a votar a mis amistades al voto por VOX, porque cuando nadie les apoyaba, yo entendía que el pensamiento liberal de mis amistades tenía más afinidad con aBox que con él PP, que como yo les decía era pura social democracia s todos los niveles, ni Ayudo se salva de mi critica( todos rojos), sin embargo VOX era el liberal del sistema, en los papeles (ya veremos cuando llegue), pero en teoría era y es monarquico, democrático,!liberal, y respetuoso con el sistema del 78. Y después de 4 años de mi comentario me dieron la razón,
Entendieron que no votaraal PP, pero nunca entendieron mi defensa de VOX y mi no voto, porque no entendieron que lo que yo defendía era que el voto útil era una tontería, que ellos liberales empedernidos debían votar a sus ideales y que el resultado con el tiempo se vería. Pasado el tiempo me entendieron el planteamiento.
Pero no soy capaz de hacerles entender que yo no puedo votar porque estoy en contra del sistema.
Y eso me convierte en el blanco de toda incomprensión, un blanco, heterosexual, universitario, con la mili hecha, cazador, taurino, propietario de un perro de caza y un caballito, empresario, padre de familia numerosa, catolico practicante y evangelizador.
TIENE QUE ESTAR EN EL SISTEMA,
PERO QUE EL PROPIO SISTEMA RECHAZA
VIVA XTO REY
RESISTAMOS EN LA LUCHA