Las Juntas generales de las Vascongadas (II). La democracia las falsifica.
(Por Carlos Ibáñez) –
Con la llegada del estado de las autonomías se han creado unas nuevas Juntas Generales en las Vascongadas. Y decimos “se han creado” en vez de “se han restaurado”, porque los nuevos entes no tienen de común con las juntas tradicionales más que el nombre. Es decir, la etiqueta que siempre emplea el nacionalismo vasco para hacernos tragar como vasco los engendros que inventa.
Se ha dividido Vizcaya en comarcas. Por cada comarca los partidos políticos presentan sus listas cerradas. Los electores votan las listas del mismo modo que lo hacen en las elecciones al Parlamento.
Las diferencias son notorias.
1ª. No están representados los municipios sino los partidos políticos.
2ª. Los elegidos no están sometidos al mandato imperativo de sus electores.
3ª. Los elegidos cobran un sueldo, que pagamos entre todos, en vez de las modestas dietas de los apoderados en las juntas tradicionales.
Cuando de aprobaron estas juntas comentamos con un amigo, alto cargo del PN V, y le dijimos que eran un “bodrio”, exponiéndole las razones que anteceden-
“Tienes razón”, nos contestó. Y añadió: “teníamos que conseguir el apoyo del PSOE”.
Los unos por los otros… Tenemos unos engendros que no sabemos para qué sirven dado que, además, existe un Parlamento Vasco.
Y creemos oportuno recordar que, cuando se discutía la reposición de los Conciertos Económicos, se dijo en la prensa que los socialistas los aceptaban siempre que no dieran lugar a la existencia de un paraíso fiscal.
Curiosa la postura del PSOE, constante en apoyar la creación de cargos públicos y con la dilatación de las cargas fiscales. Colocación para inútiles y fondos para alimentarles.